La combinación de nutrición y actividad física es una gran aliada para envejecer de forma más saludable. Lamentablemente, en recientes estudios se ha observado que la desnutrición es tres veces más frecuente a partir de los 70 años. Entre las razones de ello se encuentran la dificultad de masticación, los problemas de deglución, la depresión y la soledad, entre otros factores relacionados con el envejecimiento.

Para aprender cómo podemos mejorar la alimentación conforme envejecemos, hemos acudido a la consulta de la doctora Nieves Fernández Letamendi, especialista en Geriatría del Hospital Quirónsalud ZaragozaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien nos detalla las pautas de nutrición básicas en la población mayor y nos ayuda a librarnos de los errores más extendidos sobre la alimentación en los ancianos.

Consecuencias de la desnutrición en los mayores

La desnutrición puede llegar a deteriorar la calidad de vida de las personas mayores, y además se relaciona con el aumento de ciertos problemas, como:

Pautas para prevenir la desnutrición a partir de los 70 años

  • El aumento del riesgo de mortalidad
  • Una mayor tasa de infección
  • Más posibilidades de sufrir caídas y fracturas
  • El incremento de la pérdida de masa muscular, que, a su vez, puede conllevar un mayor deterioro funcional y dependencia
  • Más dificultad para que cicatricen las heridas y las úlceras
  • Aumento del tiempo de hospitalización
  • El empeoramiento de las enfermedades crónicas y agudas

Por todo ello, es fundamental detectar a tiempo esta carencia de nutrientes en los más mayores y también motivar su prevención.

Características de una dieta saludable a partir de los 70 años

La dieta mediterránea puede servir de guía, ya que incluye el consumo de frutas, verduras, frutos secos, legumbres, aceite de oliva y pescado. Y el aporte calórico debe ser el suficiente para que se pueda continuar con la actividad diaria, así como mantener el peso. Por lo tanto, debe haber un equilibrio entre el consumo energético y el gasto de calorías.

Igualmente, se deben incorporar las recomendaciones médicas necesarias para adaptar la alimentación a ciertas patologías, como diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, problemas para masticar y tragar, y con la toma de ciertos medicamentos.

No hay que olvidar que es importante revisar las pautas de medicación de forma periódica, especialmente en los mayores polimedicados, que pueden sufrir alteraciones del gusto y del olfato e incluso perder el apetito.

Alimentos prohibidos en mayores de 70 años

En general, los mayores con un buen estado de salud pueden digerir casi todos los alimentos. Sin embargo, es cierto que pueden tolerar peor las comidas demasiado abundantes, los fritos, los asados, los guisos y las salsas, a causa del enlentecimiento fisiológico de la digestión, que es frecuente a edades más avanzadas.

Lo que sí recomendamos limitar es el consumo de los siguientes alimentos:

  • Azúcar
  • Alcohol
  • Bebidas carbonatadas o con estimulantes
  • Sal, especias y condimentos. Hay que evitar exceder los seis gramos al día de sal
  • Embutidos. Solamente se deben consumir un par de días a la semana

Suplementación de proteínas en mayores ¿sí o no?

Cada vez son más los familiares que nos preguntan acerca del uso de la suplementación de preparados nutricionales, que se adquieren en la farmacia, y si resultan útiles para su fortalecimiento.

Una mujer ayuda a hacer la compra a un hombre mayor

Lo mejor es consultar el consumo de estos suplementos proteicos de forma personalizada con el equipo médico, ya que se debe consumir la cantidad proteínas adecuada para cada caso. De hecho, el consumo excesivo de proteínas puede afectar a la función renal, provocando una sobrecarga, lo que podría aumentar el riesgo de gota y de litiasis en el riñón.

Por otra parte, existen afecciones relacionadas con la edad en las que se necesita consumir menos proteínas. O también puede ocurrir lo contrario, que se requiera un mayor consumo de proteínas, en los casos de fracturas de cadera y los procesos oncológicos, entre otras situaciones.

Por eso, es fundamental consultar el consumo de estos suplementos con los especialistas.

Cuánta actividad física deben realizar las personas mayores

Siempre que sea posible, recomendamos dos paseos al día de media hora cada uno, con un ritmo que permita caminar sin fatigarse, pero que sea complicado mantener una conversación a esa intensidad.

Si queremos conseguir un verdadero equilibrio dietético, debemos combinar la alimentación saludable con la actividad física regular. Por eso, nosotros proponemos menos pastillas y más zapatillas.

7 errores en la alimentación de los mayores

En consulta es habitual escuchar alguno de estos falsos mitos en relación con la dieta de los mayores:

  1. Normalizar la falta de apetito en los mayores. La falta de apetito es un síntoma de alerta en los mayores y, por ello, no debe considerarse como algo normal de esa edad. Con frecuencia esta pérdida de apetito está originada por enfermedades orgánicas o psicoafectivas, que, con la terapia adecuada, pueden notar mejorías y, por tanto, prevenir consecuencias más graves. Así que, ante esta señal, lo mejor es acudir a la consulta médica.
  2. Creer que los ancianos en situación de reposo o encamados no necesitan comer casi nada. Esto es un error, ya que, incluso en esas circunstancias, se sigue produciendo un consumo basal de energía. De hecho, esta cantidad de energía consumida puede aumentar debido a enfermedades, infecciones, quemaduras, etc.
  3. Limitar la ingesta de líquidos en los mayores con cardiopatías o disfunciones del riñón. No es conveniente restringir el consumo de líquidos sin que existan indicaciones por parte de los especialistas. Lo cierto es que los líquidos solamente deben moderarse en casos de descompensación aguda y con la indicación del equipo de Geriatría. Durante la fase estable, recomendamos beber la cantidad de líquidos diaria recomendada para prevenir la falta de hidratación.
  4. Pensar que la alimentación no influye en el estreñimiento. Esto es falso. La dieta, además de la ingesta de líquidos y ejercicio físico, tienen mucha influencia en el ritmo deposicional. Por eso, en caso de duda, aconsejamos acudir a consulta de Geriatría, donde indicamos los cambios nutricionales que se pueden adoptar para aliviar el estreñimiento y la prescripción de laxantes en caso necesario. Además, hay que evitar tomar medicamentos por libre porque pueden resultar perjudiciales.
  5. Relacionar la desnutrición solamente con los ingresos bajos. Es un error, ya que se puede conseguir una dieta más equilibrada sin un alto coste. Lo que sí se observa es una relación entre el mayor consumo de bollería y productos precocinados cuando no hay un cuidador o familiar que atienda la alimentación y ayude a comprar.
  6. No consultar al médico en caso de anemia. Está tan extendida la falsa creencia de que la anemia surge en las personas mayores porque comen poco, que, en ocasiones, se pospone la visita a la consulta por ese motivo. La realidad es que la anemia es un signo de alerta, cuya causa se debe valorar.
  7. Descuidar la salud bucodental. Es muy importante mantener una adecuada salud bucodental en las personas mayores.

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