¿Por qué han aumentado los casos de pérdidas leves de memoria? ¿cuál es su relación con la pandemia sanitaria? ¿Es una señal de Alzheimer? ¿qué se puede hacer para prevenir los despistes de la memoria?

Detrás de este incremento de "lapsus" o "despistes" se encuentra la fatiga pandémica, que es un estado de ánimo caracterizado por el estrés, el insomnio y la depresión. Según la Organización Mundial de la Salud, afecta a más de la mitad de la población.

Para hablar de todo ello, hemos contactado con la doctora Alessia Pepe, especialista en Neurología de los hospitales Quirónsalud TenerifeEste enlace se abrirá en una ventana nueva y Costa AdejeEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien nos explica qué está causando estas pérdidas de memoria durante la pandemia.

Despistes y lapsus de memoria: un problema creciente en pandemia

Es cada vez más frecuente encontrarnos personas que están presentando "lapsus" sin que exista un motivo para ello. Por ejemplo, nos cuentan que van a buscar alguna cosa a la cocina y, cuando llegan, han olvidado qué querían hacer allí; o, en otros casos, nos expresan una dificultad para recordar los nombres de los objetos y de las personas.

La mayoría de estos despistes se asocian a una mayor dificultad para focalizar la atención, y normalmente surgen entre los 45 y los 55 años, siendo más habitual en las mujeres.

Por qué surgen este tipo de despistes

Las causas están estrechamente relacionadas con:

Fatiga pandémica: cómo influye en la memoria

  • Situaciones de ansiedad
  • Situaciones de estrés
  • Emociones intensas
  • Insomnio
  • Depresión
  • Consumo de drogas y bebidas alcohólicas
  • Alimentación poco saludable
  • Efectos adversos de ciertos fármacos

¿Son indicio de Alzheimer?

Es un pensamiento muy extendido, pero no siempre es así. Lo cierto es que muchas personas piensan, de manera errónea, que este tipo de olvidos significan el principio del Alzheimer. Sin embargo, esta enfermedad se asocia a otra clase de deficiencias cognitivas y no únicamente con la pérdida de memoria, aunque esto último requiere de la valoración de nuestros especialistas.

Las hormonas, detrás de esta pérdida de memoria

Debido al estrés, la ansiedad y las emociones intensas, el organismo incrementa la producción de la hormona llamada cortisol, como mecanismo de defensa.

Una vez resuelta la crisis, lo habitual es que los niveles de cortisol desciendan y el cuerpo se recupere. Pero, si estas alertas se prolongan durante demasiado tiempo, la tensión permanece y el mecanismo de defensa empieza a fallar. Esto provoca consecuencias, como:

  • Ansiedad
  • Depresión
  • Dolores de cabeza intensos o cefaleas
  • Dificultades para dormir
  • Pérdida de memoria

Esto ocasiona la muerte de células cerebrales y la dificultad para generar nuevas neuronas, lo que provoca problemas en el pensamiento cognitivo, sobre todo para conservar la nueva información.

Todo ello empeora con la falta de sueño, que es cuando se organizan y se almacenan los recuerdos, y también con los bajos niveles de serotonina, que están relacionados con la depresión y que influyen en la concentración y la atención.

Hay que matizar que la pérdida de memoria que causa la depresión es parecida a la que se origina con la demencia, pero con la diferencia de que se suman otros síntomas, como la tristeza, la falta de apetito y las alteraciones del descanso.

Problemas de memoria por la dieta, las drogas y el alcohol

Están relacionados con el déficit de vitaminas del grupo B:

  • De la B1 en el caso del consumo elevado de drogas y alcohol
  • De las vitaminas B6, B9 y B12 en el caso de una dieta poco saludable

7 consejos para prevenir o aplazar la pérdida de memoria

  1. Seguir un estilo de vida saludable
  2. Llevar una alimentación equilibrada
  3. Dormir bien y con un sueño reparador
  4. Realizar ejercicio de forma regular
  5. Disfrutar de una vida social sana
  6. Leer, aprender un idioma o practicar cualquier otra actividad cognitiva que ayuda a fortalecer la memoria
  7. Acudir a nuestros especialistas para establecer un programa individualizado con actividades recreativas, si se trata de una persona mayor

En definitiva, el cerebro es parecido a un músculo, y se fortalece cuanto más lo utilizamos. Por eso, es importante que reciba los nutrientes necesarios, así como continuar ejercitando las habilidades sociales y cognitivas.

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