Sin duda, los niños han sido los protagonistas del confinamiento. Desde que se estableció la cuarentena a mediados de marzo, se han tenido que adaptar a muchos cambios de manera repentina, y los padres han tenido que aplicar precauciones frente al coronavirus. Aunque los paseos breves ya están permitidos, eso todavía no significa una vuelta a la normalidad que conocían antes de esto. Por eso, hemos contactado con la psicóloga Nuria Javaloyes Bernacer, del Hospital Quirónsalud TorreviejaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien ofrece a los padres unas pautas para sobrellevar la cuarentena con los niños.

¿Los niños captan las sensaciones de los padres?

Así es. Los más pequeños han visto cambiada su vida de repente, y probablemente no todos consiguen comprender los motivos reales que han causado estos cambios. Ante esta situación, es importante que los padres sepan que están transmitiéndoles sus sensaciones, aunque crean que determinados temas se hablan cuando los hijos no están cerca.

Abrazo entre padre e hijo

Los niños captan de distintas formas cómo se sienten los padres. Por lo tanto, los hijos van a advertir los nervios, el miedo y la inseguridad en casa, y lo van a manifestar en sus conductas, por ejemplo, presentando comportamientos regresivos de búsqueda de seguridad, tales como evitar dormir solos o mojar la cama, o regresando a la etapa de rabietas o irascibilidad.

Aprender a gestionar las emociones en casa

Como padres, debemos dejar claro que sabemos lo que hay que hacer, promover la sensación de que mantenemos el control y asegurar que no importa lo que ocurra porque los niños estarán a salvo. Al mismo tiempo, esto conlleva que comuniquemos a los hijos cómo nos sentimos, por ejemplo, podemos contarles que, aunque nosotros mismos estemos algo asustados, trataremos de resolverlo y que tenemos la confianza en que todo irá bien.

Esto tiene un beneficio adicional en los niños, quienes contarán con un modelo saludable al que referirse cuando sientan lo mismo, puesto que han visto cómo sus padres comunican sus sentimientos, aceptándolos y poniendo soluciones a los problemas que se les presentan. Así que la cuarentena puede ser una gran oportunidad para ofrecer este modelo adecuado de gestión y comunicación de emociones, muy especialmente del miedo, protagonista de las situaciones de alarma como la actual.

Cómo dar seguridad a los hijos

Las normas, los límites y las rutinas son imprescindibles para aportar a los niños esa sensación de seguridad. Además, podemos tener en cuenta estas pautas:

  • Transmitir a los niños que los padres continúan de la misma forma que lo estaban antes del confinamiento.
  • Aplicar constancia y coherencia en el momento de establecer normas en la familia.
  • Usar más el refuerzo positivo que el castigo para fortalecer determinadas conductas.
  • Dar más afecto, porque, como ocurre a los adultos, los pequeños también quieren más contacto físico y muestras de cariño, así que animémonos a abrazarnos en familia y a impulsar las caricias.
  • Continuar con las rutinas, pero con flexibilidad. Es probable que los menores relacionen el hecho de estar en casa con ratos de ocio o vacaciones. Aquí los padres deben pedirles que hagan los ejercicios del colegio, teniendo en cuenta que es posible que necesiten más descansos entre tareas, o que sean más prolongados, para modificar el foco de atención, y cambiar a otras actividades.

¿Cómo debe ser el ocio infantil durante el confinamiento?

Pintar arcoiris

Además de continuar con las actividades que realizaban antes del confinamiento, debemos incorporar otras que involucren movimiento y actividad física. Aunque actualmente es posible dar paseos de una hora al aire libre, podemos continuar añadiendo otros juegos más activos, que fomenten la creatividad y la imaginación en familia. Por ejemplo, se pueden preparar circuitos con objetos para motivar su psicomotricidad, bailar o colgar una canasta hecha en casa para jugar al baloncesto.

¿Qué noticias deben recibir los niños?

No proporcionarles información o que esta sea desproporcionada puede resultar perjudicial para ellos. Lo cierto es que la información debe adecuarse a la edad que tiene el niño en este momento, así como a sus demandas.

Los padres deben permanecer atentos a lo que pregunta, haciendo una introducción del tema, y permitiendo que el niño se encargue de dirigir, y mientras tanto deben observar su comportamiento verbal y no verbal para averiguar si deben continuar ampliando la información o no.

Eso sí, recomiendo, sobre todo, no ocultar la situación a los hijos porque saben que está ocurriendo algo, y, ante la ausencia de información, pueden usar su imaginación para completar los datos que les faltan con ideas más alarmistas y negativas.

Atención a imágenes impactantes

Tanto en la televisión como en las páginas web pueden aparecer imágenes que resulten impactantes, por ejemplo las fosas comunes. Cuando el menor no está listo para verlo, puede causar el desajuste entre los datos de los que dispone y aquello que está viendo. Así que los padres también deberán estar alertas ante este tipo de fotos o vídeos.

Videollamada con la abuela

La importancia de estar en contacto con amigos y familiares

Antes del confinamiento, los niños podían cubrir la necesidad social de relacionarse con otros en el colegio, en el parque… Por eso, ahora es vital favorecer este contacto social y que no lo pierdan. Para ello, se pueden aprovechar las redes sociales y las nuevas tecnologías, mediante videollamadas con varios amigos que les permitan mantener el contacto.

Igualmente, el niño puede formar parte de las videollamadas con los abuelos, los tíos y otros miembros que no están en la misma vivienda, porque también es importante este contacto social con la familia.

Eso sí, esto no puede hacer que el niño pase gran parte de su día interactuando con un dispositivo electrónico, sino que debemos continuar con las normas establecidas antes del confinamiento, como ver la televisión poco rato y usar los videojuegos los fines de semana, si por ejemplo eso era lo anteriormente pactado.

El vínculo entre padres e hijos, la clave

Se puede llegar a mejorar esta relación entre padres e hijos, si sabemos aprovechar las oportunidades que proporciona el confinamiento. Aunque estamos viviendo circunstancias difíciles, en muchos casos hay salud y tiempo para estar con la familia, que son los aspectos más importantes. Si nos lo tomamos con esta actitud, la adaptación de los pequeños puede ser mejor de lo que esperábamos, porque encontrarán un entorno tranquilo, seguro y de confianza.

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