Después de las vacaciones veraniegas en las que todos, niños incluidos, hemos relajado nuestras costumbres y horarios, llega el momento de volver a la rutina, recuperar nuestros hábitos y acostumbrar al cuerpo a "la vuelta al cole".

Si ya a nosotros mismos se nos hace cuesta arriba este "aterrizaje forzoso", para los niños es un cambio que, si no ayudamos a suavizar, se les puede hacer demasiado brusco e incluso puede llevar asociado algún tipo de trastorno. Por esta razón hemos consultado al doctor Sergio Negre Policarpo, coordinador de PediatríaEste enlace se abrirá en una ventana nueva del Hospital Quirónsalud Valencia, quien nos ha dado unas prácticas recomendaciones para que la vuelta al cole sea más llevadera.

Consejos para la vuelta al cole

¿Qué trastornos reales puede suponer la vuelta al cole?

Aunque tendamos a restarle importancia, lo cierto es que los ritmos de vigilia, al igual que otros ritmos biológicos, precisan de una adaptación a las nuevas circunstancias y horarios. Y esto es más acusado en los niños tras las vacaciones, lo que dificulta su incorporación a las rutinas escolares. Durante este periodo, que suele durar más o menos una semana, los niños pueden presentar diferentes trastornos psíquicos:

  • Cansancio
  • Apatía
  • Tristeza
  • Decaimiento
  • Ansiedad
  • Falta de concentración
  • En casos extremos, depresión, con irritabilidad y agresividad asociadas

¿Cómo podemos evitar estos problemas?

Yo recomiendo anticipar los cambios de horario una semana o diez días antes de comenzar las clases. Para ello hacerlo progresivamente, lo ideal es adelantar poco a poco, cada tres días, todas las acciones como el levantarse, desayunar, comer, cenar y la hora de acostarse de manera que iremos haciendo una adaptación paulatina al nuevo horario típico de la etapa escolar.

Decálogo para la vuelta al cole

  1. Adelantar la recuperación de los horarios una o dos semanas para que los cambios sean progresivos.
  2. Mantener los horarios los fines de semana.
  3. Aprovechar las vacaciones para instaurar hábitos saludables como los desayunos en familia, con tiempo suficiente para facilitar el diálogo. Para que constituya un desayuno sano debe contener lácteos, cereales y fruta.
  4. Preparar con ellos el material escolar: comprar los libros, forrarlos, preparar el uniforme o la ropa escolar, la mochila…
  5. Fomentar el repaso de temas escolares durante el verano y ayudarles con la tarea.
  6. Hacer hincapié en todo lo positivo que implica el comienzo de curso, como el reencuentro con sus amigos, la posibilidad de conocer niños nuevos, aprender cosas, hacer excursiones, etc.
  7. Mostrarse dispuesto a escucharles, responder a sus preguntas, inquietudes y miedos, prestándoles todo el apoyo y transmitiendo confianza.
  8. Limitar el tiempo de tele y ordenador, optando preferiblemente por practicar por las tardes actividades físicas, como ir al parque, montar en bici, patinar… Es la mejor forma de liberar el estrés y eliminan de sus mentes preocupaciones y miedos.
  9. Acompañarles el primer día de colegio, acortando el momento de la separación al máximo. Igualmente, el momento de la recogida es importante y además de ser puntuales, es fundamental interesarse por todo lo que nos quieran contar sobre su día.
  10. Y, quizá lo más difícil: no debemos transmitirles nuestra ansiedad y pereza de volver a nuestros respectivos trabajos.

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