¿Un verano sin cistitis, picores ni hongos en la zona íntima? ¡Sí, es posible! Durante esta época nuestra flora vaginal se puede ver alterada por diferentes factores externos, como el cambio de hábitos alimenticios, la humedad del bañador, el exceso de higiene y las relaciones sexuales, entre otros. Todo ello puede propiciar infecciones urinarias, picores y otros problemas que acaban generando gran incomodidad.

Pero ¿cómo podemos ayudar a la microbiota de la vagina para que se mantenga fuerte ante las agresiones externas? Para responder a esta pregunta, hemos contactado con el doctor Antonio Sánchez Fernández, especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud Cáceres, quien nos da las 10 claves para cuidar la zona íntima en verano.

1. Evita dejar el bañador húmedo

No es bueno exponer a esta humedad constante a la zona vaginal. Por eso, siempre que el bañador esté mojado, lo más adecuado es cambiarlo por otra prenda seca. Aunque lo ideal es llevar un bañador de recambio, un buen truco puede ser comprarlos de tejido fácil de secar y huir de los de algodón, que son más aconsejables para pieles sensibles pero sin embargo tardan mucho en secarse.

Una mujer sentada junto a la piscina

2. Usa ropa interior de algodón

Es preferible que se escojan prendas que favorezcan la transpiración de la zona de vagina. En este sentido, se aconseja utilizar tejidos de algodón en lugar de los sintéticos. Aquí debemos incluir la advertencia de que no se recomienda usar protege-slip a diario.

3. Evita las duchas vaginales y el exceso de higiene íntima

El abuso de higiene de la zona íntima puede ser contraproducente, así que se deben evitar las duchas vaginales a diario. Además, hay que adquirir productos adecuados para la higiene íntima, que son específicos para ello y contienen un PH ácido, lo que ayuda a evitar alteraciones en la flora vaginal. Igualmente, hay que descartar aquellos productos de higiene que incluyen perfumes.

4. Antibióticos y su efecto en la microbiota vaginal

La toma de estos medicamentos puede provocar cambios en la flora vaginal. Como consecuencia de ello, las defensas pueden bajar y al mismo tiempo propiciar un mayor riesgo de desarrollar infecciones en la vagina o la vulva.

5. Medida para reforzar la flora vaginal

Una manera de aumentar nuestras defensas es mediante el uso de probióticos, que pueden administrarse por vía oral o vaginal. Esta clase de productos ayudan a regenerar la flora vaginal y también mejoran su protección. Esto favorece el aumento de las defensas y la prevención de hongos externos e infecciones vaginales y urinarias.

6. En verano, hidrata y protege zonas sensibles

No hay que descuidar el pecho, que, al estar cubierto casi todo el año, puede estar más sensible a la radiación solar. Por eso, se aconseja a todas las mujeres, incluso a las que llevan prótesis mamarias, que usen protector solar en esta zona, y que además mantengan su hidratación, extremando los cuidados de los pezones.

7. ¡Precaución con las enfermedades de transmisión sexual o ETS!

Una medida de prevención fundamental frente a las ETS es el uso de preservativo, sobre todo durante las relaciones sexuales que no son estables. En este punto, hay que aclarar que la píldora y otros métodos anticonceptivos hormonales ayudan a prevenir embarazos no deseados, pero no protegen de las enfermedades de transmisión sexual, por lo que es necesario utilizar preservativo para ello.

8. Cistitis postcoital: cómo evitarlo

Una medida para evitar este tipo de infecciones de orina, como la cistitis, consiste en orinar tras haber mantenido relaciones sexuales.

9. Picor en la vagina: qué se debe hacer

Lo primero es evitar automedicarse para tratar de solucionarlo. Si aparecen picores u otras incomodidades en la zona de la vagina, lo más adecuado es acudir a la consulta de Ginecología donde se evalúa cada caso y se prescribe el tratamiento más indicado. Esto también aplica en el caso de que se detecten síntomas anómalos, como pueden ser cambios en el abdomen y en la menstruación u otros dolores ginecológicos de causa desconocida.

10. La importancia de las revisiones

Estas revisiones ginecológicas periódicas nos permiten realizar pruebas tan importantes en la salud de la mujer como la citología. Por eso, no se deben posponer estas visitas.

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