El consumo de comidas y bebidas muy frías o calientes puede desencadenar la sensibilidad dental en algunas personas, causando un dolor intenso. Si sospechas que tienes este problema tan frecuente, atención a todo lo que nos ha contado el doctor Pedro Orenes Jover, coordinador de la Unidad Dental del Hospital Quirónsalud MurciaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, con quien hemos conversado acerca de los síntomas, las causas de esta molestia y los trucos para evitarla.

Sensibilidad dental: por qué ocurre

Esta fastidiosa sensación en la boca surge porque la dentina, que es la zona más blanda del diente, queda expuesta al frío, al calor u otro elemento externo, como consecuencia del desgaste del esmalte del diente y el cemento que la cubren.

La dentina contiene unos tubos microscópicos que conectan con los nervios y las células internas del diente, y que pueden quedar al descubierto por el deterioro del esmalte dental. Así, al entrar en contacto con ciertos elementos externos, estos pueden dirigirse hacia los nervios del diente a través de los tubos microscópicos de la dentina, activando el dolor.

Cuidados para dientes con sensibilidad dental

Cómo se deteriora el esmalte de los dientes

Se puede desgastar por las siguientes causas:

  • El uso de un cepillo con cerdas muy rígidas
  • El cepillado de los dientes con demasiada fuerza
  • El consumo de alimentos y bebidas con demasiada acidez, que puede provocar la erosión de los dientes
  • Las caries
  • Los empastes que presentan fugas y se muestran gastados
  • El rechinamiento de los dientes
  • El blanqueamiento dental y otros tratamientos

Cómo identificar la sensibilidad dental

Este problema es muy frecuente entre los 18 y los 40 años, y causa una sensación breve de dolor, pero muy intensa, que surge cuando el diente entra en contacto con algo frío o caliente, o ante cualquier otro estímulo.

Por lo tanto, si este dolor es complicado de localizar o no aparece ante un estímulo concreto, es posible que esté causado por otros motivos, como las caries, la rotura dental y los empastes desgastados, entre otros.

Igualmente, hay que tener en cuenta que la dentina es muy sensible, por lo que el dolor puede prolongarse durante días e incluso meses tras un empaste.

Recomendaciones para aliviar la sensibilidad dental

Para cuidar los dientes sensibles y calmar este dolor en la boca, recomendamos:

  1. No consumir alimentos ni bebidas con demasiada acidez, ya que esto puede motivar el deterioro del esmalte dental. Entre estos productos se encuentran, por ejemplo, el vino, las bebidas azucaradas, los jugos de cítricos y el aliño con vinagre.
  2. No utilizar palillos de madera entre los dientes.
  3. No rasgar los envases con los dientes. Lo más apropiado es abrir los productos con las herramientas adecuadas para ello.
  4. Evitar el tabaco y el consumo de bebidas alcohólicas en exceso.
  5. ¡Ojo con masticar con mucha fuerza! Esto también puede dañar la salud de los dientes.
  6. Consultar a los dentistas, ya que así podemos evaluar el caso, lograr un diagnóstico adecuado e indicar el tratamiento, que dependerá de la causa de la sensibilidad dental.

Pautas para limpiar los dientes sensibles

La sensibilidad dental requiere de algunos cuidados especiales en la higiene bucodental, como, por ejemplo:

  • Escoger cepillos con cerdas menos rígidos, que son más adecuados para dientes sensibles.
  • Evitar cepillar demasiado fuerte los dientes.
  • Usar seda dental, además de cepillar los dientes de manera habitual, para evitar la retracción de las encías y otros problemas que pueden aparecer en estas.
  • Aplicar pasta de dientes y enjuagues para la sensibilidad dental, así como usar productos que contienen flúor para fortalecer el esmalte.

Tratamientos para la sensibilidad dental

Lo más importante es encontrar la causa de la sensibilidad en los dientes y, dependiendo de ello, propondremos la técnica más adecuada para su tratamiento.

En el caso de que la sensibilidad de los dientes se deba a un apretamiento o rechinamiento, podemos indicar el uso del protector bucal para evitar su deterioro, disminuyendo el impacto y protegiendo la dentadura.

En cambio, si detectamos una enfermedad en las encías o su retracción, empezamos por tratar la infección. Esto se puede hacer a través de limpiezas dentales profundas que nos permiten eliminar la placa y el sarro acumulados; o en infecciones más graves, podemos prescribir la toma de antibióticos.

Por otra parte, contamos con la técnica del injerto de encías para sustituir la pérdida de tejido que se observa en las encías. Hay que tener en cuenta que este tejido no se puede recuperar de manera natural después de que se ha perdido. Recomendamos prestar atención a los problemas de las encías y su retracción, puesto que los dientes pueden debilitarse.

Por último, existen multitud de enjuagues bucales y pastas de dientes para calmar las molestias de la sensibilidad dental, y algunos de ellos no necesitan prescripción médica.

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