Las alergias, sean del tipo que sean, nos acompañan a todas partes, así que debemos estar alerta en vacaciones. Para que esto sea posible, y que las alergias de los más pequeños no den ningún susto, hemos hablado con la doctora Ana Pérez Montero, jefa del servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud MadridEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien nos indica las posibles alergias y cómo prevenir sus riesgos.

Alergias alimentarias en verano

Alergias alimentarias en vacaciones

Si en la familia hay algún menor que presenta alergia alimentaria, es vital que él o ella conozca con qué alimento le ocurre esta reacción, además de los padres y otros adultos que le acompañan. Sobre todo, teniendo en cuenta que, durante las vacaciones, es muy habitual comer fuera de casa.

Pautas para comer fuera sin riesgos

En ese caso, recomiendo a los padres que avisen a los responsables del bar o restaurante, y a la cocina, acerca de la alergia que tiene el niño. También deben prestar atención ante posibles contaminaciones del alimento que provoca la reacción alérgica y, por último, asegurar que los utensilios, sartenes, cuchillos… no han tocado el alimento en cuestión.

Otro punto importante es que, aunque vayan a estar pendiente de todos estos factores, tengan a mano la medicación prescrita para atender las reacciones alérgicas del niño, y si es necesario, administrarla con urgencia.

Dermatitis atópica bajo control

Ahora que los niños están sin presión por los exámenes, es posible que los padres noten una mejoría de la dermatitis atópica. Pese a esto, recomiendo que sigan atendiendo algunas pautas básicas:

  • En la playa, la dermatitis atópica puede presentar una mejoría. Aunque esto ocurra, deben seguir hidratando la piel del niño y aplicando el tratamiento médico si surgen brotes.
  • En la piscina. Cuidado porque el cloro puede agravar este problema cutáneo. Así que es muy importante que, al salir de la piscina, el pequeño se duche para quitar todo el cloro de la piel.
    Dermatitis atópica bajo control
  • En cuanto a la ropa, pueden optar por el algodón y no usar licras ni fibras, evitando el calor excesivo.

Alérgicos al polen, ácaros y hongos

Lo ideal es prevenir el contacto con aquello que provoca los síntomas de las alergias ambientales, como el polen, los ácaros y los hongos. Como esto puede ser más difícil de controlar durante las vacaciones, es altamente recomendable que los padres tengan a mano los inhaladores, antihistamínicos o el tratamiento médico preparado para su uso.

¡Ojo con las alergias a animales!

Al igual que en las alergias ambientales, lo mejor es evitar aquello que causa la reacción en nuestro hijo. Pero, está claro que en vacaciones no se puede controlar de la forma que gustaría a los padres. Por eso es tan importante aplicar las medidas correspondientes a las alergias a los animales, por ejemplo, evitar que toque a las mascotas y lavar bien las manos al niño. Y, por último, que no olviden el tratamiento médico para aliviar una reacción alérgica si es necesario.

Reacciones en la piel por picaduras

Existen niños que, cuando un insecto les pica, presentan una gran reacción en la piel. En estos casos, lo mejor es que no vayan a lugares muy húmedos y calurosos, y que opten por ropa que proteja al niño, cubriendo las partes del cuerpo que están más expuestas a picotazos. También pueden usar productos para repeler a los insectos, así como otras medidas para evitar las picaduras de mosquitos.

En ocasiones, es difícil librarse de las temidas picaduras, si esto ocurre, pueden usar el tratamiento médico prescrito en consulta, como antihistamínicos o corticoides de uso tópico.

Con estas recomendaciones, ya solo puedo desearles unas buenas vacaciones y ¡nos vemos a la vuelta!

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