Mitos y verdades sobre la alergia al polvo
Resolvemos las dudas sobre los ácaros y cómo evitarlos en casa
¿Quién no ha pensado que puede ser alérgico al polvo? Especialmente cuando estamos limpiando la casa y sufrimos un ataque de estornudos, mocos, picores… Pero ¿eso quiere decir que se es alérgico? ¿Existe la alergia al polvo? ¿Afecta en todas las estaciones? ¿Qué efectos provoca? ¿Cómo se trata? Recogemos todos los mitos que giran en torno a esta alergia y desvelamos qué hay de cierto en ellos.
7 conceptos erróneos de la alergia al polvo
1. El polvo me provoca alergia
Al contrario de lo que se piensa popularmente, no existe la alergia al polvo, sino a los ácaros que suelen vivir en ambientes con polvo.
Las doctoras Lourdes Arochena Gonzalez y Mar Fernández Nieto, ambas especialistas del servicio de Alergología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, nos explican que "el polvo, per se, no produce alergia sino, como mucho, una reacción irritativa que no activa el sistema inmunológico". Eso sí, en el polvo puede haber partículas de estos insectos minúsculos y, en ese caso, nos provocarían una reacción alérgica.
2. Los ácaros son partículas inertes
No es así, de hecho, son organismos vivos que pertenecen a la misma familia que las arañas, y su tamaño es microscópico, es decir, imperceptible a la vista. Incluso existen varias especies, entre las que nuestras alergólogas destacan las más significativas: "Dermatophagoides pteronyssinus y Dermatophagoides farinae, seguidos de cerca por Blomia tropicales, que es el ácaro más prevalente en Canarias".
3. Si hay polvo, hay ácaros, y si no, no
No necesariamente tiene que existir una relación entre uno y otro. Es cierto que los ácaros pueden estar en el polvo, pero también en otros sitios, siempre que reúnan determinados factores ambientales que propician su aumento y supervivencia.
- Sin luz natural
- Alimento accesible, que son las escamas de la piel del ser humano
- Alrededor de un 70% de humedad
- 21º de temperatura
Estas características suelen ser propias de la costa y las islas, por eso "en Madrid hay pocos ácaros, y representan una causa poco frecuente de alergia", matizan nuestras alergólogas.
4. Hay ácaros en todos los tipos de polvo
Este es otro error en el que caemos con frecuencia, ya que el polvo casero nada tiene que ver con el que podemos encontrar fuera de casa, en espacios abiertos. Nuestras alergólogas nos explican que "los ácaros viven dentro de las casas y, al contrario que la creencia popular, no están en el polvo de la calle", añadiendo que tampoco están "en el polvo del parque, ni en el de las obras. Este tipo de polvo puede provocar síntomas por irritación, pero no por activación del sistema inmunológico".
5. Los alérgicos a los ácaros solo notan picor de ojos
En realidad, este tipo de alergia puede presentar otros síntomas, en concreto:
6. Alergia típica de primavera y otoño
Es cierto que los ácaros aumentan en estas dos estaciones, especialmente en la época otoñal, porque es cuando se suelen cumplir las condiciones adecuadas de humedad y temperatura para su desarrollo.
No obstante, estos minúsculos arácnidos y sus partículas están presentes en cualquier momento si coinciden los factores ambientales idóneos. Al respecto, nuestras especialistas en Alergología nos señalan que "un invierno lluvioso será peor que una primavera seca, al igual que una habitación con humedad y/o mal ventilada será un foco constante de ácaros".
7. La reacción alérgica se produce por contacto con los ácaros
El problema no es el contacto directo con estos microorganismos, sino que la reacción se produce por otra razón, que nos detallan nuestras especialistas: "los ácaros desprenden partículas alergénicas que permanecen en suspensión en el ambiente, y es al respirarlas cuando pueden dar lugar a síntomas de alergia". Esto hace que los efectos de la alergia permanezcan si continúan las características propicias para ello en la casa.
Información práctica para alérgicos "al polvo"
Para saber detectar este tipo de alergia, nuestras alergólogas nos indican que podemos estar ante una reacción a los ácaros en estos casos: "Si los síntomas aparecen en relación con la manipulación de ropa antigua o que proviene de un lugar cerrado, o en otoño, o al entrar en sitios que llevan tiempo cerrados, o únicamente al ir a la playa, se sospecha esta alergia".
Para su tratamiento se puede plantear lo siguiente:
Medidas para prevenir los ácaros en la vivienda
En opinión de nuestras alergólogas, "las medidas de evitación generan gran controversia en cuanto a su utilidad, aunque parece que hacer una evitación integral sí es útil". Estas son algunas de las recomendaciones:
- Ventilar las habitaciones
- No tener humedad en los cuartos
- Aspirar todos los días la vivienda y, en particular, el colchón, la almohada y el sofá o sillón
- No utilizar alfombras ni tapices
- La ropa de la cama debe lavarse una vez a la semana con agua caliente y tender para que se seque al aire
- Es preferible no tener mascotas con plumas ni pelos, especialmente si hay un alérgico a los ácaros, porque los ácaros también se alimentan de estas escamas, así que es posible que haya muchos más de estos insectos en casa
- Aleja de la habitación los peluches o muñecos de tela, los cabeceros con tapiz y los colchones con muelle. Pese a que puede parecer complicado, según nos señalan nuestras especialistas, "en los huecos que tiene el colchón para alojar los muelles también tienden a alojarse los ácaros"
Tratamientos para la alergia a los ácaros: medicación y vacunas
Además de evitar las sustancias que provocan la reacción, existen otras dos formas posibles de abordarlo:
- Terapia sintomática que se aplica normalmente dependiendo de cuánto va a durar la exposición al alérgeno. Por ejemplo, puede ser una buena opción para alérgicos a los ácaros procedentes de Madrid que se trasladan unos días de vacaciones a la playa.
- Vacuna específica. El funcionamiento es similar a otras vacunas para la alergia como las que se usan para las reacciones a determinados pólenes.
Aunque en principio esta alergia no es peligrosa, ocasiona los síntomas que hemos comentado anteriormente y esto puede repercutir negativamente en la calidad de vida. En este sentido, nuestras especialistas nos recuerdan que "los episodios de asma pueden llegar a ser graves y de difícil control", por eso nos recomiendan que se aborde con seriedad, como cualquier alergia, acudiendo a la consulta de Alergología para que un profesional valore cada caso concreto y prescriba, si es necesario, realizar unas pruebas de alergia.
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