Ya sea en la playa, en la piscina o en la montaña, no dudamos en poner crema de alta protección solar a nuestros hijos para su piel. Tampoco dudamos en colocar el gorro para proteger su cabeza. Pero ¿y sus ojos? A menudo nos olvidamos de que el sol puede dañar su vista, así como ocasionar otros problemas.

Para saber más sobre los riesgos del sol en los ojos, hemos contactado con el doctor Carlos Palomino Bautista, jefe del servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Quirónsalud MadridEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien nos proporciona unas pautas para proteger la salud ocular de nuestros hijos. ¡Y a seguir disfrutando!

Niña con gafas de sol

Efectos del sol en los ojos

Si no protegemos correctamente a los niños, la radiación solar puede causar estos problemas:

Es fundamental concienciarnos con estos riesgos, que podemos conocer en detalle acudiendo a la consulta de un oftalmólogo o a una óptica. En definitiva, si nosotros usamos gafas de sol habitualmente porque nos incomoda el sol, debemos hacer lo mismo en nuestros hijos.

Gafas de sol adecuadas para niños

Algunos de los requisitos que podemos tener en cuenta son:

  • Que los cristales sean seguros
  • Que prioricemos las lentes de talco porque resisten más que las de cristal

Es aconsejable que los padres acudan a una óptica para que tengan en cuenta el caso de cada menor, valorando sus necesidades, así como la radiación solar que va a recibir. Así contaremos con la recomendación de la lente que más se adapta a él, y también nos asegurarán la calidad de las gafas de sol.

Mamá con su bebé en la piscina

Factores que influyen en la radiación solar

  • El tiempo de exposición al sol
  • El color del ojo. Si el ojo tiene un iris de color claro, el niño puede resistir más radiación solar. Por ejemplo, los ojos de color azul, verde o gris permiten que pase más luz y, por lo tanto, ofrecen mejores defensas.
  • El agua y la arena pueden actuar como reflejo. En estos casos, recibimos una radiación por dos vías, una que proviene del propio sol y otra reflejada.

Por todo eso, es recomendable que los padres protejan la vista de los menores con las gafas de sol, tal y como hacen con la piel y con la cabeza, siguiendo las medidas básicas de prevención para disfrutar de un verano saludable.

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