Que la infertilidad es un problema que va en aumento, y que cada vez son más las personas que acuden a los especialistas buscando el embarazo, es una realidad. Ante esta evidencia, una de las preguntas que surgen es hasta qué punto el cambio en los estilos de vida puede estar influyendo en la capacidad de concebir, especialmente de las mujeres. Para aclarar estas cuestiones hemos hablado con el doctor José Antonio Domínguez Arroyo, ginecólogo del Hospital Quirónsalud ClidebaEste enlace se abrirá en una ventana nueva y Director Asistencial del Instituto Extremeño de Reproducción Asistida (IERAEste enlace se abrirá en una ventana nueva), quien nos ha dado interesantes respuestas.

¿Cuánto tiempo es normal esperar antes de acudir al especialista?

En una pareja joven, el embarazo se consigue durante el primer año de relaciones sexuales regulares no protegidas en el 85% de los casos, y en los dos primeros hasta en el 93%. Por tanto, lo recomendable es esperar un año antes de acudir a consulta. Ahora bien, estos porcentajes disminuyen en la mujer a partir de los 35 años, por lo que en ese caso es preferible recurrir al especialista a los 6 meses de intentos.

Cómo influyen los hábitos de vida en la fertilidad

¿Qué influencia tienen la dieta y el ejercicio físico en la fertilidad?

Si bien la actividad física regular es aconsejable como hábito de vida general, se ha observado que las mujeres que realizan ejercicio físico intenso durante más de 4 horas semanales están expuestas a una reducción del 40% en la tasa de nacimientos vivos, el triple de riesgo de cancelación de un ciclo de fecundación in vitro (FIV) y el doble de riesgo de fallo de implantación y de aborto.

También es cierto que una dieta rica en ácidos grasos mono insaturados, proteínas de origen vegetal, baja en hidratos de carbono y grasas, y la ingesta de hierro y suplementos vitamínicos pueden favorecer el embarazo en mujeres sanas.

¿Cómo influyen el tabaco, el alcohol y otros malos hábitos en la fertilidad?

El tabaquismo disminuye las posibilidades de embarazo tanto de forma natural como durante el tratamiento de reproducción asistida.

Además, de manera preventiva, hay tener muy presente el daño potencial que el alcohol puede hacer al feto, por lo que es necesario evitar su consumo si se está buscando el embarazo. Por otro lado, se ha observado que el alcohol produce una menor respuesta ovárica, una calidad embrionaria inferior e, incluso, una mayor tasa de aborto en los ciclos de FIV.

Aunque en menor medida, el consumo de cafeína en altas dosis también parece provocar una mayor incidencia de aborto. En cuanto la influencia de las drogas, se tiene constancia de que la marihuana altera la fertilidad natural y la cocaína afecta a la producción y maduración de los espermatozoides, y aumenta las tasas de aborto.

¿Y el estrés? ¿Afecta a la fertilidad?

Mucha gente tiene la creencia de que el estrés es la causa de que no llegue el embarazo deseado e incluso de que la concepción ocurre a menudo después de abandonar un tratamiento o durante las vacaciones. Pero lo cierto es que ningún estudio ha demostrado que esto sea cierto ni que el estrés influya en el éxito de las técnicas de reproducción asistida.

Etiquetas