La cardioversión eléctrica ayuda a corregir los latidos irregulares o acelerados causados por las arritmias, como la fibrilación auricular. Para lograrlo, esta técnica administra un choque eléctrico de menos de segundo de duración sobre el tórax con ayuda de dos palas conectadas a un desfibrilador.

Para conocer más sobre la cardioversión eléctrica, hemos contactado con el doctor Jaume Riba Casellas, especialista en Cardiología del Hospital Quirónsalud BarcelonaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien nos detalla cómo se realiza este procedimiento y otros datos importantes.

Qué es la cardioversión eléctrica

Este procedimiento administra de forma controlada una breve descarga eléctrica con el fin de parar las arritmias cardiacas rápidas, tanto regulares como irregulares, y así restablecer el ritmo normal del corazón.

Procedimiento de cardioversión eléctrica

La cardioversión eléctrica se utiliza para corregir arritmias, como:

  • Taquicardias, que aceleran los latidos del corazón.
  • Fibrilación auricular o aleteo, que provoca un latido cardiaco irregular. Más del 95% de las personas que solicitan la cardioversión eléctrica tienen fibrilación auricular.

Por otra parte, el procedimiento de la cardioversión se puede solicitar con antelación, de forma programada, cuando la persona con arritmia se encuentra estable y puede tolerar los síntomas. Pero también se dan casos graves en los que realizamos esta técnica de carácter urgente.

En qué consiste la cardioversión eléctrica

Antes de realizar la cardioversión, sedamos al paciente para evitar las molestias que puede generar la descarga eléctrica.

Después, colocamos sobre el tórax dos palas mecánicas que están conectadas a un desfibrilador. El corazón se queda entre estas dos palas y en el camino del choque eléctrico. Además, se protege la piel con dos pegatinas, para prevenir quemaduras o irritaciones.

Por último, aplicamos una descarga controlada y, de inmediato, podemos comprobar si se ha recuperado el ritmo cardiaco normal. El momento de la descarga dura menos de un segundo, pero el procedimiento completo tiene una duración aproximada de un cuarto de hora o media hora, ya que incluye la sedación y la preparación del paciente.

Una vez que se ha recuperado de la anestesia, el paciente puede regresar a casa.

Recomendaciones antes de la cardioversión eléctrica

No se deben consumir alimentos y bebidas durante las 8 horas previas. En caso de que la persona esté siguiendo un tratamiento médico, se debe consultar con el especialista si es aconsejable interrumpirlo o, por el contrario, no hace falta. Si debe tomar pastillas, lo más adecuado es hacerlo con un pequeño sorbo de agua.

Por otra parte, existen casos en los que se recomienda realizar un ecocardiograma transesofágico, especialmente en situaciones de urgencia. Mediante esta técnica podemos comprobar si hay coágulos de sangre en el corazón, que podrían ocasionar ictus u otras complicaciones si llegan a desprenderse con la cardioversión eléctrica.

Si el ecocardiograma confirma la presencia de coágulos, aplazamos el procedimiento durante tres o cuatro semanas. Cuando la cardioversión eléctrica no es urgente, podemos pautar un tratamiento anticoagulante durante las tres o cuatro semanas previas para asegurarnos de que no hay coágulos.

¿Es posible recuperar el latido normal del corazón?

Sí, hay una alta probabilidad de restablecer el ritmo cardiaco normal. Sin embargo, es muy variable y depende de diversos factores, entre los que se encuentran la clase de arritmia, su duración, el tratamiento médico previo y la presencia de otros problemas del corazón o enfermedades asociadas.

En cualquier caso, hay que advertir que la cardioversión eléctrica trata la arritmia de forma temporal, pero no puede curarla. Por esta razón, siempre se recomienda incorporar hábitos para cuidar la salud del corazón, así como prevenir la presión arterial o recibir tratamiento en caso de padecerla. Igualmente, es aconsejable evitar otros factores de riesgo que pueden aumentar el riesgo de arritmias como el consumo de alcohol o cafeína.

Efectos secundarios de la cardioversión

La cardioversión eléctrica es una técnica segura, eficaz y muy bien tolerada. La incidencia de complicaciones se sitúa por debajo del 5%.

Lo más habitual es que después de la cardioversión se produzca una irritación o pequeña quemadura en el lugar donde se ha administrado la descarga eléctrica.

Igualmente, en personas con enfermedades asociadas, sobre todo cardiacas y pulmonares, también se puede originar insuficiencia cardiaca o respiratoria en las primeras 24 horas.

Otra complicación a tener en cuenta es que las arritmias pueden propiciar trombos en el corazón que podrían llegar a trasladarse a otros órganos durante la cardioversión eléctrica. Esto podría provocar lesiones como el ictus. Para prevenirlo, se puede pautar medicación para la anticoagulación o el estudio ecotransesofágico.

Fibrilación auricular, la arritmia más común

Es muy frecuente, especialmente en personas de más de 60 años. La fibrilación auricular trastoca el ritmo normal del corazón, haciendo que vaya más rápido y sea irregular y poco constante, incluso estando en reposo. Es como si el latido del corazón "temblara".

En el peor de los casos, la falta de sincronía de los latidos puede causar la formación de coágulos dentro del corazón, lo que puede impedir el vaciado total de la sangre en las aurículas. Además, estos coágulos podrían desplazarse a otras zonas del cuerpo, causando graves consecuencias, como el ictus o la embolia arterial periférica.

Una mujer sentada en un banco con dolor en el corazón

Causas de la fibrilación auricular

La fibrilación auricular se asocia a enfermedades del corazón, como hipertensión e infarto, y también a otros factores, por ejemplo:

Diagnosticar y tratar la fibrilación auricular

Para diagnosticar la fibrilación auricular, se utiliza el electrocardiograma. El principal objetivo del tratamiento es recuperar un ritmo normal en el corazón, y para conseguirlo se puede recomendar la cardioversión eléctrica, prescribir medicación antiarrítmica o realizar la técnica de ablación, además de modificar ciertos hábitos que aumentan el riesgo de sufrir este tipo de arritmias. La elección del tratamiento depende de la gravedad de la arritmia, de la frecuencia de sus síntomas y de si existe otra enfermedad cardiaca asociada.

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