Cada año se producen más de 100.000 casos de infarto agudo de miocardio en España. A pesar de su alta incidencia, gran parte de la población no sabría identificar las señales de alerta de un ataque cardiaco. Esto es todavía más preocupante en el caso de las mujeres o las personas con diabetes, cuya sintomatología puede ser más inespecífica.

Con motivo del Día Mundial del Corazón queremos contarte cuáles son los síntomas de infarto en mujeres y hombres, cómo afecta a los jóvenes y las personas con diabetes, y qué debes hacer en esta situación. De la mano del doctor Julio Carballo Garrido, jefe del Servicio de Cardiología del Centro Médico TeknonEste enlace se abrirá en una ventana nueva y del Hospital El PilarEste enlace se abrirá en una ventana nueva, profundizamos en este problema coronario.

Las 6 señales de un ataque al corazón

La persona que sufre un infarto agudo de miocardio suele percibir que está ocurriendo algo importante. Los principales indicios de este problema coronario son:

  1. Dolor u opresión en el centro del pecho que puede propagarse a los brazos, la espalda, el cuello o la mandíbula
  2. Malestar general
  3. Angustia
  4. Sudoración
  5. Náuseas
  6. Ahogo

Síntomas de infarto en la mujer: poco específicos

Se ha observado que las mujeres pueden manifestar síntomas de infarto de miocardio más inespecíficos, aunque dentro de lo habitual. Esto puede complicar el diagnóstico o provocar que la paciente retrase su visita al centro hospitalario.

Síntomas de infarto en mujeres y hombres, ¿sabrías reconocerlas?

En el caso femenino, las señales de infarto pueden ser:

  • Dolores torácicos poco específicos
  • Dolores epigástricos
  • Dolores de espalda
  • Ahogo
  • Agotamiento o astenia antes del ataque cardiaco

Este problema coronario en la mujer, además, se presenta unos 10 años más tarde si lo comparamos con los hombres. Esto, sumado al retraso en el diagnóstico, provoca una mayor mortalidad por esta enfermedad en la población femenina.

Cuándo se desencadena

Puede ocurrir de repente. Precisamente, en alrededor del 50% de los casos se trata de la primera manifestación de la enfermedad coronaria. Por lo tanto, no necesariamente surge después del esfuerzo físico. Sin embargo, en los pacientes con enfermedad coronaria grave, el ejercicio intenso sí puede actuar como desencadenante de la angina de pecho o del ataque cardiaco.

Ataque cardiaco en jóvenes, ¿es posible?

Hay que tener en cuenta que la incidencia del infarto de miocardio aumenta con la edad. Por lo tanto, no es habitual en jóvenes.

Existen excepciones en casos de ciertas enfermedades, algunas genéticas, que incrementan el proceso de la arteriosclerosis, que es una enfermedad de las arterias coronarias. O que presentan patologías que son factores de riesgo, como la dislipemia familiar o la diabetes de tipo I.

Otro posible desencadenante de un infarto de miocardio en jóvenes puede ser el consumo de ciertas drogas. Igualmente, el hábito de fumar desde edades tempranas junto a la toma de anticonceptivos orales en el caso de las mujeres también puede contribuir a sufrir un ataque al corazón.

Por otro lado, hay que advertir que, aunque el infarto de miocardio en jóvenes suele manifestarse con los mismos síntomas, su diagnóstico puede retrasarse por el hecho de ser un problema inesperado a esas edades.

La dificultad para reconocer el infarto en diabéticos

Las personas con diabetes, especialmente en edad avanzada, pueden manifestar el ataque al corazón de forma diferente, solamente con malestar general, sudoración, agotamiento extremo o ahogo.

Hay que tener en cuenta que los pacientes con diabetes, en ocasiones, presentan una neuropatía que puede impedirles sentir el característico dolor torácico.

Asimismo, estas situaciones también pueden suceder en adultos de edad avanzada, lo que complica la detección precoz del infarto agudo de miocardio.

Qué debes hacer frente a un infarto de miocardio

Es importante acudir a urgencias en el caso de detectar un dolor torácico sin causa aparente que puede irradiarse a los brazos, la espalda, el cuello o la mandíbula; y además, va acompañado de malestar general, náuseas, exceso de sudor, ahogo o angustia. En el centro hospitalario, la prueba del electrocardiograma permite detectar la mayoría de los casos de esta enfermedad.

El tratamiento del infarto consiste en realizar un cateterismo cardíaco. Esta cirugía nos permite averiguar cuál es la arteria coronaria ocluida, que es la que ha producido el infarto, y proceder a su apertura mecánica. Esto último se consigue con el inflado de un balón y la implantación en la mayoría de los casos de un stent o prótesis intracoronaria. Este tratamiento para el infarto ha logrado reducir la mortalidad.

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