La carga mental, las tareas domésticas y el cuidado de la familia pueden hacer que los niveles de estrés se disparen. Esto se acentúa en el caso de las mujeres, que, lamentablemente, siguen siendo las personas sobre las que más recaen estas cuestiones. Esto puede influir en la salud de la mujer, causando alteraciones de las hormonas, del flujo cervical y de la líbido, entre otros.

A todo ello hay que añadir que en demasiados casos las mujeres no son conscientes de que están estresadas. Al respecto, el psicólogo Joaquín Conesa Pérez nos señala que "muchas mujeres no admiten su estado de estrés y dicen que todo está bien. Normalmente esas personas suelen ser las más estresadas".

Igualmente, las afectadas por el estrés suelen presentar actitudes poco realistas acerca de ellas mismas y de las demás personas. "Creen que pueden hacer más y más cosas en el día a día, de modo que su autoestima está muy ligada a sus logros", añade el especialista.

En la actualidad, además de las consultas presenciales, están disponibles las terapias de psicología online, en concreto la Terapia antiestrésEste enlace se abrirá en una ventana nueva, que hace más fácil la asistencia y el proceso sin desplazamientos, desde cualquier lugar.

Te ayudamos a identificar los signos del estrés y te contamos cómo afecta a la salud femenina.

9 señales del estrés

Atención a los síntomas del estrés:

¿Sufres estrés? Señales de alerta y riesgos en la mujer¿Sufres estrés? Señales de alerta y riesgos en la mujer

  1. No puedes concentrarte
  2. Tienes menos habilidad para realizar las tareas
  3. Sientes ansiedad
  4. Te cuesta dormir, te despiertas antes o duermes más de lo habitual
  5. Tu apetito no es el mismo que antes o tu peso cambia, en aumento o en descenso
  6. Te sientes deprimida durante mucho tiempo
  7. Te has distanciado de tu entorno familiar y de amistades
  8. Tiendes a beber alcohol o a consumir cualquier sustancia tóxica
  9. Piensas de manera habitual en la muerte o incluso en la posibilidad del suicidio

A estos síntomas hay que añadir otro en aquellas mujeres que desean quedarse embarazadas, y es que solamente piensan en las dificultades de fertilidad, lo que agrava la situación de estrés personal.

¿Qué cambios causa el estrés en la mujer?

Lo cierto es que el estrés negativo tanto en hombres como en mujeres, así como sus efectos, varían según el caso personal. Así nos lo confirma el psicólogo: "el cómo afecta el estrés a cada persona y qué reacciones puede causar depende de factores individuales".

Entre los posibles efectos del estrés en la mujer están:

Retraso o ausencia de la ovulación

Una mujer con alto nivel de estrés y ansiedad puede ovular hasta un 20% menos, y además ver disminuida la probabilidad de fecundación de sus óvulos en un 30%. Esto se debe a que el estrés puede influir en el funcionamiento del hipotálamo, que es una glándula situada en el cerebro encargada de regular las ganas de comer, las emociones y las hormonas que indican a los ovarios que deben liberar los óvulos.

Por lo tanto, si estamos sufriendo mucho estrés, es posible que se retrase la ovulación en el ciclo reproductivo, o que no se produzca.

Menos apetito sexual

Esto se debe a que el aumento de la hormona del estrés, llamada cortisol, hace que nuestra líbido decaiga, de modo que las ganas de practicar sexo también descienden.

Cambios en la alimentación

Debido al estrés, es posible que la mujer coma mucho más de lo habitual como una reacción a este problema. Esto provoca el aumento de células de grasa y la alteración del equilibrio hormonal, lo que, a su vez, repercute en la fertilidad.

Dificultades para quedarse embarazada

Si, además de sufrir estrés, la mujer está intentando quedarse embarazada, puede ser más complicado conseguirlo.

Por una parte, al bajar la líbido a causa del estrés, es probable que mantenga menos relaciones sexuales, lo que significa menos ocasiones para el embarazo. A esto se suma la ausencia de la ovulación o los ciclos irregulares causados por el alto nivel de cortisol, la hormona del estrés.

Pero, además, el estrés también repercute en la implantación del óvulo ya fecundado. En concreto, la implantación requiere unos adecuados niveles de estrógenos y de progesterona; en el caso de que haya una deficiencia de estas hormonas, el proceso no se concluye y, por tanto, la gestación no continúa adelante, pese a que el óvulo está fecundado.

Afortunadamente, existen terapias para ofrecer apoyo a las mujeres que se encuentran en esta situación. Acerca de ello, el psicólogo nos explica que "las mujeres que optan por someterse a algún tipo de tratamiento para reducir su nivel de estrés pueden neutralizar su efecto nocivo y aumentar las posibilidades de quedarse embarazadas". De hecho, el apoyo psicológico es muy importante durante las terapias de fertilidad, ya que permite sobrellevar las emociones que se experimentan.

Alteración del flujo cervical

Ciertos cambios en la mucosidad cervical pueden alertar del estrés, tal como describe el psicólogo: "Si la mujer intenta quedarse embarazada y está estresada, su flujo cervical puede enviar una señal de aviso de que algo no está bien. En lugar de sentir un incremento de flujo a medida que se acerca la ovulación, puede que sienta días de flujo intenso combinados con días totalmente secos. Es como si el cuerpo intentara ovular, pero el estrés continuara retrasándolo".

Teniendo en cuenta que es habitual no reconocer el estado de estrés o incluso rechazar que encontrarse en esta situación, estate atenta. Si sospechas que padeces este problema, no dudes en contactar con especialistas, que son los que pueden ayudarte.

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