El medicamento para la diabetes, otro para la hipertensión, otro para el dolor… y así hasta tomar cinco o más fármacos. ¿Te suena? Esto se conoce como polimedicación y, en ocasiones, se realiza de manera incorrecta, provocando efectos negativos para la salud.

Lamentablemente, es una situación muy habitual en las personas mayores por diferentes factores, aunque generalmente es debido la presencia de varias enfermedades crónicas. La doctora Nieves Fernández Letamendi, especialista en Geriatría del Hospital Quirónsalud ZaragozaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, advierte que "la polimedicación es un problema de salud pública, con una prevalencia alta, del 70%, en los pacientes mayores frágiles".

Pero ¿en qué consiste la polimedicación? ¿qué factores aumentan el riesgo de ser un paciente polimedicado? ¿cuáles son las consecuencias de medicarse de manera inadecuada? Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la polimedicación y sus efectos negativos en las personas mayores.

Polimedicación en mayores: conoce las consecuenciasPolimedicación en mayores: conoce las consecuencias

Qué es la polimedicación

Se define con este término a la toma de cinco o más fármacos de manera continuada. Aunque las personas con enfermedades crónicas, como la hipertensión y la diabetes, entre otras, pueden ser pacientes polimedicados, lo cierto es que sucede con más frecuencia en los ancianos. Así lo indica nuestra doctora: "La coexistencia de varias patologías, cada una tratada con uno o varios fármacos, es más frecuente en nuestros mayores".

Aun así, es evidente que tomar más de un medicamento puede ser correcto, además de necesario, para tratar ciertas enfermedades. Pero, nuestra doctora nos avisa de que "sin embargo, una vez que cruzamos esa barrera, y más en los pacientes frágiles y mayores, el riesgo de interacciones y de reacciones adversas a fármacos aumenta peligrosamente".

10 factores de riesgo de polimedicación en mayores

¿Qué aumenta la posibilidad de que los ancianos tomen varios medicamentos de manera incorrecta y, por tanto, sean pacientes polimedicados? Nuestra especialista en Geriatría subraya los 10 factores más destacados:

  1. Edad avanzada y sexo femenino. Presentan más riesgo las personas mayores de 75 años y, sobre todo, las mujeres.
  2. Insuficiencia renal crónica o problemas digestivos. En ocasiones, se omite que el envejecimiento afecta a la función renal y digestiva, y esto hace que los medicamentos no sean absorbidos ni eliminados de la misma forma. Igualmente, pueden variar la acción del fármaco en el organismo y sus efectos, entre otros aspectos. A consecuencia de ello es posible que se originen complicaciones negativas para la salud. Al respecto, nuestra especialista señala que "el ejemplo típico es la toma de antiinflamatorios para el dolor, que pueden provocar crisis hipertensivas o fracaso renal en estos pacientes".
  3. Consumo de otros medicamentos. Otro factor de riesgo de la polimedicación es la necesidad de tomar fármacos añadidos, como analgésicos, ansiolíticos, antidepresivos, antiespasmódicos, anticoagulantes o antiagregantes.
  4. Más de tres enfermedades crónicas. La probabilidad de llevar una medicación inapropiada y excesiva se incrementa si se padecen varias enfermedades crónicas, como tensión arterial alta, diabetes, artrosis y patologías de tipo cardiovascular, neurológico, respiratorio y digestivo, entre otras.
  5. Factores sociales. Entre ellos se encuentran la soledad, la situación de dependencia, etcétera.
  6. Visita médica reciente. El hecho de haber contactado con los servicios sanitarios en los últimos tres meses se considera otro factor de riesgo.
  7. Atención de varios especialistas. Hay que añadir que las visitas a diferentes especialistas, así como ser atendido por varios prescriptores, pueden incrementar el riesgo de medicarse en exceso.
  8. ¡Atención a los cambios de farmacia! Nuestra doctora menciona, como factor de riesgo, el hecho de "acudir a múltiples farmacias, con cambios frecuentes en la nomenclatura o presentaciones del medicamento". Esto puede provocar confusiones y otras equivocaciones en las tomas.
  9. Equiparar a los pacientes frágiles con la población general. Nuestra doctora nos explica que, "por parte de los profesionales sanitarios, es un factor de riesgo el hecho de adoptar, sin individualizar en cada caso, las guías clínicas de consenso basadas en evidencia, que, en su mayor parte, no han incluido en sus estudios a los pacientes mayores y frágiles que padecen estas enfermedades, con lo que no han demostrado realmente que los beneficios y la seguridad de uso sean los mismos en los ancianos".
  10. Falta de precisión en las instrucciones. Es importante proporcionar, de manera clara y por escrito, las pautas de cómo administrar cada uno de los medicamentos. También se debe revisar de manera periódica la medicación para retirar la prescripción si es preciso.

Consecuencias de la polimedicación en ancianos

Estos son los principales riesgos del paciente polimedicado y del uso incorrecto de fármacos en las personas mayores:

  • Disminución de la adherencia al tratamiento médico, e incluso se producen equivocaciones, por ejemplo, se olvida del medicamento o lo toma por duplicado, y esto puede ir acompañado por un empeoramiento de la salud.
  • Incremento de efectos secundarios e interacciones. Sobre esto, nuestra geriatra hace referencia a que "se sabe que un paciente que toma 10 fármacos o más, aunque estén correctamente prescritos, va a presentar reacciones adversas o interacciones, o ambas, en el 100% de los casos".
  • Mayor posibilidad de requerir hospitalización. Además, en el caso de que ocurra, existe un mayor riesgo de que sea necesario prolongar la estancia en el centro y, una vez dado el alta, también hay más probabilidades de necesitar un nuevo ingreso hospitalario.
  • Pérdida de la funcionalidad física. Esto, a su vez, conlleva un riesgo de sufrir caídas y de lesionarse.
  • Empeoramiento de la percepción de la calidad de vida en relación con la salud.
  • Incremento de la mortalidad.

El papel del geriatra en la polimedicación de los mayores

Pero ¿qué se puede hacer para evitar la polimedicación inadecuada en ancianos? Pese a que existen numerosos métodos, como los criterios de Beers y STOPP, para indicar qué medicación no es adecuada en los mayores, nuestra doctora matiza que "no valoran las características particulares de cada paciente, por lo que no siempre son criterios útiles".

Por eso, se aconseja acudir a Geriatría para realizar una valoración integral de toda la medicación. Desde su experiencia, nuestra doctora concluye que "los geriatras ayudan a saber qué medicaciones son estrictamente necesarias en su situación, detectan cuáles pueden retirarse, por innecesarias o porque pueden ser perjudiciales para su salud, y además valoran las preferencias y expectativas". Por último, se realiza el seguimiento del paciente para que los cambios se efectúen paulatinamente, con seguridad, evitando el agravamiento de la principal enfermedad.

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