Un problema en el pie no sólo causa malestar en los propios pies, sino que también puede provocar dolores de espalda y de rodilla. Callos, juanetes, dedos de martillo o fascitis plantar son algunas de las dolencias más frecuentes en los pies.

Aunque pueden afectar tanto a mujeres como a hombres por diferentes causas, las primeras son más propensas a sufrirlos. Pero ¿por qué el dolor de pies es más habitual en la población femenina?

Por qué las mujeres sufren más problemas en los pies

La razón principal es el uso de un calzado inadecuado. En concreto, los tacones altos, las plataformas y las sandalias planas ejercen un impacto negativo en los pies, lo que puede dar lugar a lesiones.

El doctor Jon Cendagortagalarza Ipiña, especialista en Traumatología y Cirugía del Hospital Quirónsalud BizkaiaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos señala que "las mujeres padecen hasta cuatro veces más problemas que los hombres, como juanetes, callos, dedos de martillo, deformaciones, etc., y todo por calzar tacones".

Igualmente, el uso de un calzado inapropiado o con tacón muy alto puede originar dolor de espalda, piernas, tobillos y pies, e incluso puede cambiar la forma de caminar. Por todo esto, es fundamental prestar atención a los zapatos y elegir el que mejor sienta a los pies, aunque esto signifique huir de las modas.

Por qué el dolor de pies es más frecuente en las mujeresPor qué el dolor de pies es más frecuente en las mujeres

6 problemas en los pies muy habituales

Al caminar con tacones altos, se obliga a los pies a mantener una mala postura, y esto repercute en los dedos, el tendón de Aquiles y el tobillo, entre otros aspectos.

Algunas de las dolencias más comunes en los pies son:

  1. Juanetes o hallux valgus. Más allá del antiestético bulto o la deformidad del pie, el juanete provoca un dolor incapacitante. Aunque existe un factor genético, es cierto que puede empeorar con el uso de zapatos inadecuados. El doctor nos explica que "esta lesión se caracteriza por la desviación hacia dentro del dedo gordo, que, en casos graves, se monta sobre el segundo dedo, con la consiguiente alteración de la articulación y la prominencia de la cabeza del primer metatarsiano que forma, en el lateral del pie, el conocido juanete".
  2. Lesiones en los huesos de los dedos. Una dolencia muy habitual es la inflamación o la fractura de dos pequeños huesos del pie llamados sesamoideos, situados bajo el metatarsiano del dedo gordo. Estos huesos redondos son una parte importante del movimiento que se realiza al levantar el pie del suelo. Por eso, pueden verse afectados por la postura forzada de los tacones.
  3. Dolor en el tendón de Aquiles. El uso de un mal calzado puede llegar a acortar la longitud del tendón de Aquiles o incluso provocar dolor al caminar con zapatos planos.
  4. Esguinces o microtraumas en el tobillo. Caminar sobre tacones altos supone una mayor inestabilidad, y esto aumenta el riesgo de sufrir lesiones, como esguinces de tobillo y microtraumas repetitivos.
  5. Artrosis de rodilla. El experto nos indica que "recientemente se ha establecido la relación entre el uso prolongado de alzas, el deterioro de las articulaciones y la aparición de artrosis de rodilla".
  6. Fascitis plantar. Es muy habitual en verano y su principal desencadenante es el uso de chancletas. En este sentido, el doctor nos explica que "la utilización frecuente de chanclas está relacionado con la fascitis plantar, que causa dolor en la planta del pie, sobre todo en la zona del talón, y puede irradiar por el arco plantar hacia el metatarso". La fascitis plantar provoca un dolor muy intenso en el pie por la mañana y, normalmente, se alivia con la actividad, aunque surge de nuevo después de estar sentado.

Claves para escoger un buen calzado

No te guíes por las tendencias o las modas a la hora de elegir zapatos. Lo más conveniente es que sigas los consejos de los expertos para comprar el calzado de invierno y el de verano, además de otras pautas específicas para la infancia.

En definitiva, antes de elegir un zapato, te recomendamos hacerte estas preguntas:

  • ¿Proporcionan estabilidad? Un zapato estable te ayuda a prevenir dolores de espalda en el futuro. Por eso, especialmente en verano, escoge sandalias con tiras, sujeciones o correas anchas. Sobre las chanclas, el experto añade que "también es bueno que tengan suela anatómica y soporte para el arco y que sean profundas a la altura del talón".
  • ¿Su horma se adapta al pie? La horma del zapato tiene que ser la adecuada para la estructura del pie, más ancha o estrecha dependiendo de la forma de tus pies.
  • ¿Hay costuras interiores? Es mejor elegir zapatos que no tengan esta característica.
  • ¿Son de tu talla? Comprueba que puedes mover los dedos del pie, y que el tobillo y la planta del pie están sujetos.
  • ¿Tienen demasiado tacón? Evita escoger zapatos con un tacón de más de dos centímetros de altura.
  • ¿Son transpirables? Nuestros podólogos nos recomiendan dar prioridad a un material traspirable como el cuero.
  • ¿Son cómodos? Por muy bonitos que sean unos zapatos, lo más importante es que te sientas cómoda sobre ellos.
Etiquetas