Es normal que al llegar el verano, y con él las altas temperaturas, elijamos un calzado abierto, que permita a nuestros pies liberarse del encierro de los zapatos. Pero tenemos que tener cuidado al elegirlo, ya que a menudo empleamos las chanclas para caminar por cualquier superficie e incluso ¡es lo único que llevamos en los pies en todas las vacaciones!

Elegir calzado adecuado en veranoElegir calzado adecuado en verano

¡Ojo con las chanclas!

El doctor Jon Cendagortagalarza Ipiña, jefe de servicio de Traumatología y Cirugía ortopédica del Hospital Quirónsalud Bizkaia, nos avisa de que "en verano muchas personas acuden a nuestras consultas con dolor en el pie derivado del uso de calzado inestable".

En concreto, nuestro doctor nos explica que "la utilización frecuente de chanclas está relacionada con la fascitis plantar, que causa dolor en la planta del pie, sobre todo en la zona del talón, y puede irradiar con el arco plantar hacia el metatarso. El malestar es más intenso por la mañana, con los primeros pasos, y cede un poco con la actividad, para reaparecer tras estar un rato sentados o en reposo".

Recomendaciones para evitar riesgos

Si eres de los que utiliza este tipo de calzado las 24 horas, toma nota de estos consejos que nos ofrecen desde QuirónprevenciónEste enlace se abrirá en una ventana nueva para evitar situaciones peligrosas:

  • No utilizar chanclas en superficies que resbalan, extremando la precaución en piscinas y baños
  • No correr con ellas, porque se pueden escapar
  • No usarlas en largas caminatas
  • No utilizarlas para realizar trabajos pesados
  • Evitar su uso en la cocina
  • Reforzar la atención mientras subimos y bajamos escaleras
  • Escoger este calzado cuando el camino es corto y por una correcta superficie

Consecuencias del uso de chanclas

Entonces, ¿es malo utilizar las chanclas? Para responder a esta pregunta, nuestros expertos de Quirónprevención nos señalan los problemas que puede ocasionar:

  • Dolor en el arco y en la planta del pie, en tobillos y en rodillas
  • Los golpes que recibe el talón repercuten en la rodilla
  • Aparecen ampollas y callos en el talón por el roce con la goma rugosa
  • Tensión en los dedos, que se agarran a la suela empleando un mayor esfuerzo.
  • También sufre la tensión el talón de Aquiles, con tendinitis
  • El pie va libre y sin sujeciones, lo que favorece los resbalones que pueden llegar a causar esguinces, cortes, lesiones o daños por objetos o insectos

3 reglas para elegir chanclas veraniegas

Pero, si a pesar de estas advertencias, queremos optar por el uso de calzado en verano, es muy importante saber elegirlas con estas características:

  1. Sujeciones, tiras o correas anchas. Así los dedos y la musculatura de la pierna no realizan un esfuerzo excesivo por mantener el pie dentro del calzado.
  2. Es aconsejable una suela anatómica y un soporte para el arco.
  3. Que sean profundas a la altura del talón.

Tacones, otro calzado con riesgos

Se utilizan tanto en verano como en otras épocas del año, sobre todo en el caso de las mujeres. Es importante saber que pueden causarnos ciertos problemas físicos, además de nuestros pies, tal y como nos advierten desde el servicio de Traumatología y Cirugía ortopédica del Hospital Quirónsalud de Bizkaia: "las mujeres padecen hasta cuatro veces más problemas en los pies que los hombres".

Juanetes y otras dolencias

Entre los problemas más frecuentes están los callos, dedos de martillo, deformaciones y juanetes.

Sobre estos últimos, sus causas son tanto genéticas como derivadas del uso del calzado inadecuado. Nuestro traumatólogo nos explica que "se trata de una desviación del dedo gordo hacia el segundo dedo que, en los casos más graves, llega a montarse, con la consecuente alteración de la articulación y la prominencia en el lateral del pie, que forma lo que coloquialmente llamamos juanete".

Otros problemas ocasionados por los tacones

Hay que tener presente que el empleo de tacón excesivo causa dolor de espalda, piernas, tobillos y pies, además de modificar la forma de caminar.

En el caso del tobillo, este sufre las consecuencias de los tacones, ya que la inestabilidad que generan puede causar esguinces y microtraumas repetitivos. "Recientemente se ha establecido la relación entre el uso prolongado de alzas, el deterioro de las articulaciones y la aparición de artrosis de rodilla", añade el especialista.

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