Una de las mayores dificultades que se encuentran los oftalmólogos a la hora de diagnosticar las alteraciones de la vista en los niños es que cuesta mucho detectarlas, ya que ellos mismos normalmente no se dan cuenta del problema.

Detección de trastornos visuales en niñosDetección de trastornos visuales en niños

El doctor Pablo Durán Perez, oftalmólogo pediátrico de Instituto Oftalmólogico Quirónsalud A CoruñaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, explica que "como los niños en muchas ocasiones no se quejan de la visión, resulta complicado detectarlos, por lo que es fundamental llevar a cabo revisiones visuales y evaluar también la capacidad de comprensión". Lo ideal es llevarles a la consulta del oftalmólogo al menos una vez al año, a partir de los tres años, y a ser posible al principio del curso escolar.

Esto tiene especial importancia en lo que se denomina "ojo vago" o ambliopía, que es la patología más frecuente de baja agudeza visual en niños y jóvenes. Esta insuficiencia consiste en que el ojo ve menos de lo normal y no se corrige con unas simples gafas, sino que requiere otros tratamientos como tapar uno o ambos ojos de manera alterna. En estos casos de ojo cobra aún más relevancia la detección temprana, sobre todo si tenemos en cuenta que la capacidad de aprendizaje de los ojos acaba a los 10 años de vida. "La detección precoz es muy importante, ya que a los 10 años el sistema visual del niño está completamente desarrollado y si no se consigue la visión adecuada antes de esa edad, nunca se alcanzará. Eso es debido a que un ojo que no aprendió a ver desde un principio, a partir de esa edad ya no es capaz de aprender", destaca el especialista.

Problemas de vista en los niñosProblemas de vista en los niños

Indicios para detectar los problemas de vista en los niños

Hay ciertas señales que nos pueden indicar que el niño puede tener problemas de visión como:

  • Fruncimiento del ceño
  • Parpadeo frecuente
  • Visión borrosa
  • Estrabismo
  • Irritación de ojos al leer o escribir
  • Escozor y frote repetido de los párpados
  • Dolores de cabeza reiterados
  • Facilidad de tropiezo (por falta de sensación de profundidad)

Por último, también es importante tener en cuenta que los hijos de padres con problemas de vista son más propensos a tenerlos, por lo que deben tener un seguimiento más estrecho.

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