En invierno, y en particular en Navidad, las reacciones alérgicas son más habituales de lo que se piensa. De ello nos avisa la doctora Pilar Cots Marfil, alergóloga del Complejo Hospitalario Ruber Juan BravoEste enlace se abrirá en una ventana nueva: "Se acercan las fiestas navideñas y con ellas una serie de circunstancias que pueden favorecer la aparición de reacciones alérgicas en personas que se han mantenido sin síntomas durante el resto del año".

Te indicamos qué alergias pueden incrementarse durante las fechas navideñas y te ofrecemos las recomendaciones de nuestros alergólogos para evitar situaciones graves con los niños.

Alergia al árbol de Navidad

En realidad, la alergia no es al árbol en sí, sino a las sustancias que pueden llevar adheridas dependiendo de si es natural o artificial. De uno año a otro, la decoración navideña acumula polvo, y eso puede motivar las incómodas alergias a los ácaros, que son insectos microscópicos que provocan reacciones alérgicas en algunas personas. La doctora Cots nos matiza que "los árboles artificiales pueden acumular polvo, así como los adornos navideños al haber estado guardados durante muchos meses".

¡Cuidado con las alergias en Navidad!¡Cuidado con las alergias en Navidad!

Si queremos evitar una posible crisis por el polvo, lo más importante es extremar la limpieza, tal como indica nuestra doctora: "Se deben limpiar los adornos con un trapo húmedo y, si se tiene la posibilidad, se debe mojar el árbol fuera de la casa con agua para limpiarlo del polvo de forma exhaustiva". Y, al terminar la Navidad, debemos colocar toda la decoración en cajas cerradas o bolsas de plástico para evitar los ácaros, al mismo tiempo que nos facilita la tarea para el próximo año.

No hay que olvidar que los abetos naturales también pueden causar síntomas respiratorios en los niños con alergia a los hongos. Nuestra especialista especifica que "los árboles naturales no acumulan polvo, pero sí suelen portar hongos, responsables de crisis de asma en las personas sensibilizadas (alternaria, aspergillus, etcétera)".

Reacciones alérgicas al menú navideño

Estas festividades invitan a permitirnos algún caprichito, probando dulces nuevos, frutas diferentes e incluso platos de los que desconocemos todos sus ingredientes. Todo ello puede suponer un mayor riesgo de sufrir alergias alimentarias de gravedad en personas con esta enfermedad, sobre todo en los niños, que pueden despistarse durante estas fechas.

La doctora Cots nos señala que "los casos de reacciones alérgicas a alimentos suelen aumentar en Navidad debido a la introducción en nuestra dieta de productos altamente alergénicos, típicos de esta época", entre los que destacan:

Nuestra doctora nos avisa que "muchas veces son los niños los que desarrollan por primera vez una reacción alérgica al probar estos productos que no son habituales en su dieta", por lo que hay que prestarles especial si muestran indicios en las dos horas siguientes al consumo del alérgeno.

Por otra parte, la doctora Cristina Ortega Casanueva, especialista en alergología pediátrica, nos habla de los posibles alérgenos ocultos en algunos productos y alimentos, que deben seguir revisándose también en las comidas que se realizan fuera de casa.

Por último, es imprescindible tener disponible el tratamiento de emergencia prescrito por los especialistas, como antihistamínicos, corticoides orales y adrenalina autoinyectable, para utilizarlo en caso necesario.

Alergia al polen, también en invierno

De diciembre a marzo las cupresáceas, como el ciprés y las arizónicas, pueden provocar reacciones alérgicas con su polen, afectando sobre todo a personas con rinitis y asma bronquial.

A esto se suman las bajas temperaturas y la exposición a sustancias irritantes, que pueden agravar los problemas respiratorios. Al respecto, la doctora Ortega nos explica que "el ambiente frío puede desencadenar un broncoespasmo, así como una mayor exposición a sustancias irritantes como el tabaco". Por eso, es importante no fumar delante de los menores y abrigarles de forma adecuada en la calle, incluyendo la bufanda, que debe cubrir parte de la boca para evitar que el aire frío acceda completamente a través de esta.

Otra medida fundamental para ayudar a controlar las alergias de tipo respiratorio consiste en mantener el tratamiento médico. En esta línea, nuestra doctora afirma que "la alteración de la rutina de horarios de los pequeños puede hacer que se nos olvide administrar la medicación con el inhalador; por eso, estad atentos y poned en casa algún recordatorio". ¡El cambio de rutina no puede servirnos de excusa para saltarse el tratamiento!

Cómo evitar reacciones alérgicas en Navidad

La doctora Cots subraya que "la Navidad supone un contexto en el que aumenta el riesgo de padecer una reacción, incluso una reacción alérgica grave, por lo cual es importante extremar siempre las precauciones". Para ello, anótate estas 9 recomendaciones para una Navidad sin alergias:

  1. Revisar los alérgenos del menú cuando comemos fuera. Hay que poner especial atención a los alérgenos ocultos en los productos, como pueden ser el huevo, la leche, los frutos secos y el marisco, entre otros.
  2. Comunicar las alergias del niño a la familia. No siempre es fácil controlar todos los ingredientes, por lo que se recomienda hacer partícipes de ello a las personas que van a preparar las comidas y cenas. Lo más adecuado es eliminar los alimentos que producen alergia para evitar contactos accidentales. Pero si optamos por preparar un menú específico para la persona con alergia, "se ha de tener mucho cuidado cuando se elabora el plato con el alimento implicado en la cocina, se ha de usar menaje diferente y no contaminado con el alérgeno, hasta que el plato llega a la mesa", alerta la doctora Ortega, señalando que tampoco se aconseja compartir las fuentes.
  3. Recordar a nuestros hijos qué alimentos no deben comer. Así evitaremos que se despisten al salir de casa y, por tanto, continúen en alerta preguntando por los ingredientes antes de comerse algo.
  4. Es preferible que los niños no estén en la cocina mientras estamos preparando los platos. Sobre esto, la doctora Ortega nos explica que "el vapor de ciertos alimentos puede desencadenar una reacción alérgica al niño o una crisis de asma".
  5. ¡Ojo con los primeros polvorones y turrones! Es recomendable tener cuidado con los pequeños si consumen alguno de los dulces típicos de Navidad por primera vez, así como con aquellos que no toleran bien todos los frutos secos. En este sentido, la doctora Ortega nos recomienda "no innovar y ofrecerles los dulces que sabemos que toleran de forma segura".
  6. Llevar la bolsa de medicación a todas partes. En Navidad, los desplazamientos son muy habituales, por lo que siempre hay que tener a mano los fármacos indispensables para actuar ante cualquier reacción alérgica, como antihistamínicos, corticoides o una pluma precargada de adrenalina.
  7. Mantener el tratamiento médico pautado. Las celebraciones navideñas no pueden alterar la toma correcta de la medicación, puesto que esto motiva el desarrollo de crisis de asma y de alergias respiratorias.
  8. Protegerse del polen, del aire frío y del tabaco. Especialmente si estamos diagnosticados con rinitis o asma bronquial, ya que todo ello podría empeorar los síntomas.
  9. Limpiar el árbol de Navidad y la decoración. Es importante ser cuidadosos con la limpieza de los adornos navideños que podrían provocar alergias al polvo y, en el caso de los abetos naturales, reacciones por el moho.
Etiquetas