La celebración del Día de San Valentín puede ser para algunos un auténtico quebradero de cabeza. Planificar el regalo, organizar una cena o una escapada romántica, aprovechar los mejores descuentos… Todas esas situaciones suponen un estrés adicional, pero merece la pena porque el amor rejuvenece y mejora la salud… o eso nos parece a nosotros. Pero ¿es cierto? ¿existen evidencias o explicación científica a estos efectos positivos del enamoramiento?

Realmente, cuando estamos enamorados en nuestro cuerpo tienen lugar reacciones químicas que nos hacen sentir felices, nuestro ritmo cardíaco se acelera y nos encontramos en una burbuja de bienestar. Biológicamente hablando, hay una serie de cambios en el aspecto y en la salud del corazón que podemos destacar.

El amor mejora la saludEl amor mejora la salud

Igualmente, una vida sexual activa equivale a subir escaleras o a caminar muy rápido por el aumento de pulsaciones que se produce en el momento del orgasmo. El doctor Rafael Florenciano Sánchez, especialista en Cardiología del Hospital Quirónsalud TorreviejaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos señala que "estos cambios se producen igualmente en hombres y en mujeres, y son muy parecidos a los que ocurren cuando practicamos deporte, por lo que podemos asumir que con la actividad sexual hacemos ejercicio".

¿Conocías todos los beneficios del amor y el sexo?

El amor activa las hormonas de la felicidad

¿Te sientes eufórico y lleno de energía cuando la flecha de cupido se cruza en tu camino? Es totalmente normal. Durante la fase del enamoramiento nos sentimos más entusiasmados y activos, e incluso las pupilas dilatadas en un hombre o una mujer pueden delatar que están enamorados, y sus palpitaciones se aceleran. Pero ¿por qué surgen estas sensaciones positivas?

Todos estos cambios físicos y psicológicos están originados por las llamadas hormonas de la felicidad, que son la serotonina, las endorfinas y la dopamina. Estas sustancias son capaces de influir en el estado de ánimo, y durante el enamoramiento aumentan sus niveles hasta provocarnos sensaciones similares a las que se perciben con el consumo de algunas drogas. De hecho, el estado hormonal puede llegar a ser parecido al de una enfermedad mental, según algunos estudios científicos.

El enamoramiento rejuvenece la piel

La serotonina, las endorfinas y la dopamina no son las únicas hormonas alteradas por el amor. El nivel de estrógenos también se eleva en la etapa de enamoramiento, y esto tiene un efecto positivo en la piel, ya que mejora su aspecto consiguiendo que sea más firme, elástica y brillante.

Así que no es de extrañar que nos veamos más atractivos cuando estamos enamorados. Porque realmente lo somos. La explicación científica está en que los estrógenos contienen colágeno, elastina y ácido hialurónico, que ayudan a la hidratación de la piel y nos proporcionan un aspecto sano y joven. De hecho, se pueden llegar a notar otros beneficios adicionales en la piel, como una curación más rápida de las heridas y una reducción de las arrugas.

Pelo y uñas más fuertes

El amor también es capaz de influir en el cabello y las uñas, haciendo que crezcan con más resistencia. Una vez más, el aumento de los estrógenos es el responsable de este mejor aspecto en el cabello y las uñas, ya que esta hormona produce una hidratación adicional en estas zonas del cuerpo y también refuerza las defensas naturales.

Una vida sexual activa mejora la salud cardiovascular

Si a la fase del enamoramiento le sumamos una vida sexual activa, obtendremos más efectos positivos, especialmente para la salud del corazón.

La actividad sexual se relaciona con muchos beneficios para la salud. Precisamente, recientes estudios han comparado el sexo con subir las escaleras o andar. Y es que durante el acto sexual, la tensión arterial y las pulsaciones se incrementan alcanzando el nivel máximo unos diez segundos antes de llegar al orgasmo. Después, todo vuelve a la normalidad.

El sexo e infarto: ¿un riesgo real?

Hay que tener en cuenta que este esfuerzo puede ser mayor con la edad. Según nos explica el doctor Florenciano: "El esfuerzo en personas mayores o con una actividad física limitada puede ser mayor. De hecho, la frecuencia cardiaca puede elevarse hasta 130 lpm y la tensión arterial sistólica puede subir a 170 mmHg".

Sin embargo, el sexo no tiene que conllevar un riesgo si no existen problemas de salud, tal como apunta el experto: "En personas sanas la actividad sexual no supone un riesgo apreciable y puede favorecer a su salud cardiovascular". Aun así, en ciertos casos es aconsejable acudir a un especialista para que estudie la salud cardiovascular del paciente.

Como dato a tener en cuenta, durante el sexo existe una mayor probabilidad de que los hombres de más de 50 años sufran un infarto. Pero esto no quiere decir, como es natural, que el sexo esté contraindicado a partir de esa edad. No obstante, y por precaución, nuestro especialista en Cardiología recomienda contar con el diagnóstico de los profesionales en estos casos y en pacientes con algún problema del corazón.

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