Tanto hablar de lo importante que es la hidratación, y de que los refrescos no valen, las bebidas isotónicas tampoco, la cerveza y similares tampoco… Nos lleva a preguntarnos, ¿y solo puedo beber agua? Sin lugar a dudas, el agua es la solución perfecta tanto para calmar la sed como para mantener a nuestro organismo hidratado. Sin embargo, es comprensible que nos apetezca variar y darnos un gusto en vacaciones, así que te damos la buena noticia de que sí, efectivamente, la fruta también hidrata.

Zumo de sandíaZumo de sandía

Tengamos en cuenta que el contenido de agua de las frutas es muy elevado, en unos casos más que en otros, por supuesto. Todos sabemos que la sandía es pura agua, y de hecho su contenido acuoso es mayor del 90%, lo que la convierte en la fruta reina de la hidratación. Pero no todo es sandía, cualquier fruta de temporada tiene cantidades considerables de agua, a lo que debemos sumar el estupendo aporte de vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes. De hecho, ahora en verano muchas de las frutas que nos encontramos contienen carotenos, que son precursores de la vitamina A y nos vienen muy bien para fortalecer nuestra piel en esta época en la que se ve expuesta a las consecuencias de la exposición al sol. Contienen esta sustancia los melocotones, albaricoques y, en general, todas las frutas de color anaranjado. Y, por supuesto, las hortalizas como la zanahoria.

¿Los zumos también valen?

Pues sí y no. Si es cuestión de hidratarse, no vamos a decir que no a un zumo natural de fruta, pero también es cierto que consumiéndola entera obtenemos como extra el aporte de fibra que proporcionan, y cuyos beneficios son bienvenidos en cualquier época del año. En cualquier caso, si optamos por hacer un zumo, es importante no añadirle azúcar, ya que incrementamos notablemente el número de calorías y pasamos de un producto saludable a otro no tan aconsejable…

No solo fruta, las hortalizas y verduras son grandes hidratantes

No nos olvidemos de un clásico veraniego, el gazpacho, que además de servirnos para hidratarnos, nos aporta el licopeno del tomate, que es un magnífico agente antioxidante. También el pepino, en plena temporada, tiene un contenido acuoso muy alto y apenas proporciona calorías. Y, por supuesto, todo tipo de ensaladas compuestas por lechugas variadas, zanahoria, pimiento, etc. Otra buena manera de incluir las verduras en nuestra dieta hidratante es preparar cremas frías además de los consabidos gazpacho y salmorejo, como puede ser la vichyssoise, la crema de calabacín, el ajoblanco y muchas más recetas veraniegas, hidratantes y riquísimas.

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