Problemas para orinar y repercusión en la calidad de vida son los efectos de la hiperplasia benigna de próstata, que es un trastorno muy frecuente en los hombres. En concreto, el flujo de la orina se ve reducido, o incluso bloqueado, debido a que la glándula prostática aumenta de tamaño provocando que la uretra se comprima.

La hiperplasia benigna de próstata no es grave, pero sí limitante, y su aparición está relacionada con la edad. De hecho, afecta a la mitad de los hombres de 50-60 años y al 90% de los mayores de 80 años.

Afortunadamente, existen varias técnicas para su tratamiento, como Aquablation y Rezum, a las que suma ahora la técnica i-TIND. El doctor Enrique Rijo Mora, especialista en Urología del Hospital Quirónsalud BarcelonaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos destaca que "estas técnicas se distinguen de otras alternativas en que son capaces de preservar la eyaculación, algo que muchos pacientes consideran importante", añadiendo que "son totalmente distintas, complementarias unas con otras, y por tanto con perfiles de pacientes diferentes".

La técnica i-TIND es una de las más recientes y sus siglas corresponden al nombre Temporary Implantable Nitinol Device, lo que significa dispositivo de nitinol implantado temporalmente. Este procedimiento está indicado para próstatas con un tamaño de hasta 60 centímetros cúbicos. Te contamos cómo se realiza este procedimiento y sus resultados.

¿Qué es la técnica i-TIND?

Es una operación en la que se introduce un dispositivo en la uretra prostática con el objetivo de modelar su interior y recuperar así el flujo de orina. De esta técnica se destaca que:

Tratamiento i-TIND para hiperplasia benigna de próstataTratamiento i-TIND para hiperplasia benigna de próstata

  • Dura alrededor de cinco minutos
  • No requiere anestesia general
  • No utiliza calor
  • Mantiene intacta la próstata, ya que no necesita extraer tejido de esta
  • Ayuda a conservar la función sexual, que es una de las preocupaciones de los afectados

Desde su experiencia en esta técnica, nuestro urólogo nos señala que "su mayor ventaja es que se lleva a cabo de forma ambulatoria con anestesia local y sedación, de forma rápida y sencilla, evitando los riesgos de una intervención convencional, consiguiendo la preservación de la eyaculación anterógrada en el 100% de los casos".

Además, este nuevo enfoque para tratar la hiperplasia benigna de próstata ayuda a prevenir problemas en la función sexual o en la continencia de orina que en ocasiones se derivan de una intervención mayor. También evita los posibles efectos adversos relacionados con los fármacos prescritos de manera crónica.

Cómo se realiza esta técnica

Se introduce en la uretra prostática un dispositivo con una configuración plegada de manera temporal, como si fuera un muelle.

Una vez implantado, este se expande, poco a poco, realizando una presión suave en tres puntos concretos, lo que permite moldear el interior de la próstata y que la orina pueda fluir. "Gracias a esto se remodela el interior del adenoma de próstata, corrigiendo la obstrucción y permitiendo el paso normal de la orina", nos indica nuestro urólogo.

Después de la intervención, la persona intervenida recibe el alta y puede volver a casa sin que necesite llevar una sonda vesical. Transcurridos 5 días, debe acudir al centro hospitalario para que el equipo médico retire el dispositivo, utilizando anestesia local. Así nos lo detalla nuestro doctor: "Tras cinco días, el dispositivo se retira y, de esta forma, el paciente recupera la función miccional en solo unos días".

Resultados positivos

Es una opción terapéutica cuyo efecto no es permanente, por lo que es posible que, tras unos años, el paciente deba repetir la intervención o evaluar otras posibilidades. Pese a esto, los resultados son muy positivos:

  • Restaura la función miccional después de unos días
  • No repercute en la erección
  • No afecta a la continencia de orina
  • Conserva la función eyaculatoria
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