Muchas veces la moda nos lleva a elegir un determinado tipo de ropa, y no nos paramos a pensar en si esta tendrá consecuencias para nuestra salud. Pero lo cierto es que sí puede tenerlas. Hay que reconocer que parece bastante razonable pensar que si algo nos aprieta, muy bueno no puede ser… Pero la estética nos puede y llegamos a hacer esfuerzos que, más tarde o más temprano nos pueden pasar factura.

Buen ejemplo de ello es la tendencia a llevar prendas demasiado ajustadas, que dificultan la circulación sanguínea de todo el cuerpo, tal y como reconoce la Sociedad Española de Cardiología.riesgo-salud-ropa-ajustadariesgo-salud-ropa-ajustada

Pantalones que dañan el sistema circulatorio

El caso de los pantalones es especialmente significativo, ya que las piernas necesitan una circulación sanguínea excepcional. La doctora Ana Mª Quintana Rivera, jefe de servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Quirónsalud BizkaiaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos lo explica así: "El uso continuado de pantalones muy ajustados, de tejido no elástico, puede llegar a provocar una compresión tal de las venas que se originan trombos". Sin llegar a esos extremos, los problemas que aparecen con mayor frecuencia son las varices, es decir, vasos sanguíneos cuyas válvulas dejan de funcionar correctamente o cuyas paredes se debilitan y dificultan el flujo de la sangre. "Hay que tener especial cuidado con esta prenda, ya que las piernas necesitan una buena presión de la sangre para que esta se dirija adecuadamente hacia el corazón y sea capaz de vencer la fuerza de la gravedad y no estancarse", puntualiza la especialista.

Las fajas atrofian el abdomen

Si estás empleando una faja para parecer más delgada, quizá sería bueno que supieras que, a la larga, va a tener el efecto contrario. El doctor Koldo Carbonero Martínez, jefe de servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital de Día Quirónsalud DonostiaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, advierte: "El uso continuado de fajas atrofia la musculatura del abdomen, provocando distensión". Además, la presión que ejerce contrae las extremidades inferiores, favoreciendo las varices y fomentando la celulitis, otro trastorno circulatorio que tiene peor tratamiento.

Por otro lado, y en contra de lo que muchas madres recién estrenadas piensan, el uso de fajas está especialmente desaconsejado después del embarazo. La razón es que dificulta la recuperación y afecta al suelo pélvico, además de causar problemas en la espalda.

La ropa interior debe ser de la talla adecuada

Este es otro de los puntos importantes, ya que el doctor Carbonero advierte que "un sujetador que apriete demasiado puede bloquear el sistema venoso y linfático de las mamas y provocar un edema". Por tanto, esas prendas interiores que vemos con tanta frecuencia, que presionan el pecho para darle una determinada forma o hacer que aparente un tamaño no real son totalmente desaconsejadas.

Sin embargo, desde el punto de vista ginecológico, el especialista no ve ningún problema en elegir cualquier tipo de sujetador o en dormir con él, pese a ciertos mitos que advierten de los presuntos problemas que pueda acarrear no quitárselo por la noche.

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