Ardor, molestias en el tórax, sensación de acidez… Estos son los síntomas que pueden manifestar las personas con reflujo gastroesofágico. Además, pueden llegar a empeorar si también tienen una hernia de hiato entre el esófago y el estómago.

Hoy en día el tratamiento para el reflujo consiste en modificar determinados hábitos y tomar la medicación prescrita por el especialista en Aparato Digestivo. Por otro lado, para determinados casos se plantea la posibilidad de someterse a una cirugía antirreflujo, que se realiza mediante laparoscopia e incisiones muy pequeñas, siendo por tanto mínimamente invasiva.

Pero ¿para qué pacientes está indicada? ¿en qué consiste? ¿cómo es el postoperatorio? ¿qué resultados se obtienen? Respondemos a estas y otras dudas frecuentes sobre el reflujo gastroesofágico y la hernia de hiato, así como sobre los tratamientos disponibles.

Estómago con reflujo gastroesofágicoEstómago con reflujo gastroesofágico

Hernia de hiato y reflujo: causas y síntomas

Los doctores Juan Pablo Marín Calahorrano, Fernando Ruiz Marcuello y María José Morollón Lóriz, especialistas en Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Quirónsalud Zaragoza, nos indican que "el reflujo gastroesofágico o ERGE se produce cuando el contenido del estómago vuelve hacia el esófago, traduciéndose en su síntoma típico, pirosis, o como lo denominaría el paciente, ‘ardor’". Esto suele deberse a que los músculos que se sitúan en la unión del esófago con el estómago están debilitados, no cierran correctamente o sufren alguna alteración.

Además del ardor, se pueden manifestar estos síntomas, que se dividen en dos grupos:

  • Típicos o esofágicos: quemazón o arañazos; regurgitación de la comida, que vuelve a la boca, y dolor torácico.
  • Atípicos o extraesofágicos: irritación o picor en la garganta, efectos respiratorios, tos…

Sobre la hernia de hiato, nuestros doctores nos explican que "se produce cuando el estómago asciende hacia el tórax, a través del hiato esofágico del diafragma, que es el orificio natural de paso del esófago del tórax al abdomen". De hecho, afecta a los mecanismos antirreflujo, y por esa razón puede llegar a empeorar el reflujo.

Tratamiento no quirúrgico

El tratamiento médico consiste en:

  • Prescripción de fármacos, como ranitidina, que es un bloqueador anti H2, u omeprazol, pantoprazol, esomeprazol, que son inhibidores de la bomba de protones.
  • Cambios en la rutina:
    • No consumir alcohol, ya que este incrementa la acidez gástrica y afecta a la función del esfínter inferior del esófago.
    • Evitar el café, los picantes, ácidos o alimentos altos en grasa.
    • Consumir productos desnatados y carnes magras, como pollo, pavo y pescado azul.
    • La verdura no suele ocasionar síntomas.
    • Realizar comidas fraccionadas durante el día y que no sean abundantes.
    • Elevar la cabecera de la cama, en especial si se producen síntomas por la noche.
    • Evitar el tabaco porque empeora el reflujo.
    • Cuidado con el exceso de peso, ya que la presión abdominal favorece el reflujo.

En opinión de nuestros especialistas, "el tratamiento médico disminuye la cantidad de ácido que produce el estómago, pero no soluciona la causa de la hernia de hiato y/o del reflujo gastroesofágico. Para ello es necesario la intervención quirúrgica por laparoscopia".

Pruebas previas a la cirugía antirreflujo

Es aconsejable acudir a la consulta de nuestro especialista de Aparato Digestivo para que evalúe el caso concreto de cada persona y, además, analice las posibilidades de la intervención. Para ello, puede solicitar una serie de pruebas con el objetivo de considerar el éxito de la operación. Entre ellas están:

  • Análisis de sangre
  • Manometría esofágica para descartar otras patologías y comprobar las alteraciones que ha podido causar el reflujo en el esófago. De esta forma, se puede determinar el procedimiento más adecuado para cada paciente, si opta por la cirugía.
  • pHmetría para evaluar cuánto ácido se dirige del estómago al esófago y catalogar el reflujo en leve, moderado o severo.
  • Gastroscopia o endoscopia de vías digestivas altas, para observar si el reflujo ha causado lesiones y ulceraciones en la mucosa esofágica. También sirve para detectar el esófago de Barret, que es una lesión que puede llegar a provocar cáncer.

¿Para quién está indicada la operación?

El tratamiento quirúrgico puede ser una alternativa en pacientes con estas características:

  • Los fármacos no consiguen mejorar sus síntomas, incluso persisten las lesiones endoscópicas en pacientes asintomáticos. Es frecuente que el tratamiento médico alivie el ardor, pero no controle las regurgitaciones, en especial por la noche, que se acompañan de broncoaspiración.
  • No desean continuar con la medicación. Se trata de jóvenes o pacientes de mediana edad que, conociendo toda la información, prefieren no seguir tomando los fármacos.
  • Problemas respiratorios repetidos, como aspiración, neumonía, laringitis, etc.
  • Tienen hernia paraesofágica y hernia de hiato gigantes, es decir, una parte del estómago presenta torsión o asciende por el tórax.
  • Otras afecciones de gravedad en el esófago: cicatrización o estrechamiento, úlceras o sangrado y esófago de Barret.

Cirugía antirreflujo: técnica, postoperatorio y resultados

El procedimiento consiste en colocar el estómago en el abdomen y cerrar el hiato esofágico para que la hernia no se produzca de nuevo. Seguidamente, según nos detallan nuestros especialistas, "se realiza una ‘corbata’ con la parte superior del estómago alrededor del esófago, creando una nueva válvula para reforzar el esfínter esofágico inferior". Esta técnica se conoce como Funduplicatura de Nissen.

Enfermedad de reflujo gastroesofágicoEnfermedad de reflujo gastroesofágico

Características del postoperatorio y resultados

  • El paciente se recupera pronto
  • Alta médica tras uno o dos días de postoperatorio
  • Es posible comer al día siguiente de la operación
  • Recuperación de la alimentación regular al décimo día
  • Desaparece el reflujo gastroesofágico enseguida
  • No es precisa la administración de medicación

Nuestros especialistas concluyen que "la cirugía del reflujo gastroesofágico, realizada con una indicación correcta por su digestólogo, tiene no solo unos buenos resultados inmediatos sino también a largo plazo, con un éxito de más del 90% de los operados".

Etiquetas