La artritis reumatoide y la fibromialgia son dos de las enfermedades reumáticas más comunes en la población, siendo más frecuente en las mujeres que en los hombres. De hecho, se estima que existe una proporción de 4 mujeres afectadas por cada hombre en el caso de la artritis reumatoide y de 21 a 1 en la fibromialgia.

Esto ha hecho que se considere el sexo femenino como un factor de riesgo en estas enfermedades crónicas. Pero ¿a qué se debe esta mayor prevalencia en las mujeres? La doctora Susana Gerechter Fernández, jefe de servicio de Reumatología del Complejo hospitalario Ruber Juan BravoEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos explica que "no existe ningún estudio concluyente al respecto, pero la mayor prevalencia de las enfermedades reumáticas en las mujeres puede estar provocada por una causa hormonal o genética".

Te explicamos lo que se conoce hasta ahora sobre el origen de la artritis reumatoide y la fibromialgia.

Artritis reumatoide: muy frecuente en mujeres jóvenes

Se trata de un tipo de artritis muy común que afecta a más de 400.000 personas en España. Al igual que en el resto de las enfermedades reumáticas, esta artritis es más frecuente en las mujeres.

Artritis reumatoide y fibromialgia: un mayor riesgo en la mujerArtritis reumatoide y fibromialgia: un mayor riesgo en la mujer

Aunque la artritis reumatoide puede aparecer a cualquier edad, sus síntomas suelen comenzar alrededor de los 40 años. Al respecto, el doctor Manuel Romero Jurado, jefe de servicio de Reumatología del Hospital Quirónsalud CórdobaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos avisa que "la artritis reumatoide afecta más a personas jóvenes y de mediana edad que a mayores, a pesar de la creencia de que las personas con más edad son las más afectadas".

Por qué se produce la artritis reumatoide

En la actualidad, no existen evidencias científicas para determinar su causa específica, pero sí se destaca que hay cierta predisposición genética. A esto hay que añadir otros factores que podrían ser precipitantes de la artritis reumatoide, como pueden ser el tabaco y el estado de la microbiota.

El doctor Romero nos apunta que las bacterias del intestino pueden ser determinantes en el desarrollo de enfermedades como la artritis reumatoide, "ya que cuando se produce un factor externo, capaz de producir un desequilibro que altere su proporción, conocido como disbiosis, pueden desencadenarse enfermedades reumáticas autoinmunes como la artritis reumatoide".

Señales de la artritis reumatoide

Su principal síntoma es el dolor de las articulaciones, localizado sobre todo en las muñecas, los nudillos y las rodillas. Esto puede producirse en una o en varias articulaciones al mismo tiempo, y además puede ir acompañado por una inflamación de las mismas. Igualmente, por la mañana, es habitual sentir una rigidez de las articulaciones, que se alivia durante el día.

Para evitar el avance de esta enfermedad, es fundamental detectarla cuanto antes para comenzar el tratamiento más adecuado. Por eso, el doctor Romero nos recomienda que "ante cualquier dolor lumbar, articular o inflamación se debe acudir a la consulta de Reumatología, que es la especialidad que se ocupa del estudio y tratamiento de este tipo de enfermedades".

Normalmente, la terapia de la artritis reumatoide consiste en la prescripción de medicación para aliviar el dolor y la inflamación; y, después, se puede indicar una siguiente fase dirigida a parar la inflamación de las articulaciones.

Fibromialgia: causas, síntomas y recomendaciones

El hecho de ser mujer aumenta la probabilidad de desarrollar esta enfermedad reumática, que está presente en el 2,7% de la población mundial. Habitualmente, la fibromialgia se presenta entre los 40 y los 49 años. El doctor Romero nos detalla que "la fibromialgia es una enfermedad crónica y mantenida en el tiempo, que evoluciona por brotes relacionados con factores desencadenantes, como esfuerzos físicos, situaciones de estrés y cambios estacionales".

Causas de la fibromialgia

No existen evidencias científicas suficientes para explicar una causa exacta de la fibromialgia. No obstante, el doctor Romero nos señala que "la teoría más aceptada es la que indica que se produce un problema en el mecanismo de transmisión del dolor al sistema nervioso central que se conoce como fenómeno de ‘sensibilización central’". A consecuencia de ello, se perciben el calor, el frío y otros estímulos como si causaran dolor, y el organismo no es capaz de responder eficazmente ante esto. Se estima que esta alteración en la sensibilización podría estar causada por un desencadenante, físico o psíquico, en personas predispuestas genéticamente que presentan factores de riesgo, como dolores de cabeza y de columna permanentes o antecedentes en la familia.

Por su parte, el doctor Juan Muñoz Ortego, reumatólogo en el Centro Médico TeknonEste enlace se abrirá en una ventana nueva añade que "se postulan múltiples causas sumatorias. Bajo un componente de susceptibilidad genética, aún a determinar, se han descrito: infecciones virales, malos hábitos alimentarios, tabaquismo, falta de ejercicio físico, insomnio, traumatismos, intervenciones quirúrgicas y sobrecargas de estrés".

Síntomas de la fibromialgia

Afecta a nivel físico y emocional, causando los siguientes síntomas:

  • Dolor en todo el cuerpo
  • Cansancio
  • Sensación de pérdida de memoria
  • Dificultad para concentrarse
  • Cambios de humor, depresión y ansiedad
  • Hormigueo, entumecimiento, escalofríos y ardor en las extremidades

Todos estos efectos de la fibromialgia ayudan a diagnosticar esta enfermedad, por lo que es importante realizar un estudio exhaustivo con el especialista para descartar otras enfermedades.

Vivir con la fibromialgia

En general, el tratamiento de la fibromialgia combina la toma de la medicación prescrita por el especialista y el seguimiento de una serie de hábitos saludables. En especial, la realización de ejercicio físico, como nadar, caminar o montar en bici, permite aliviar el dolor y el cansancio, así como mejorar la función física. Eso sí, es aconsejable adaptar su intensidad de forma personalizada.

También es aconsejable incorporar otras pautas, como evitar el estrés, prescindir de las comidas copiosas y con demasiados azúcares y grasas, no consumir alcohol y no fumar. Además, en ciertos casos, se puede recomendar la visita a otros especialistas.

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