5 reglas para proteger la piel del sol

El sol, el calor y otras conductas veraniegas acaban pasando factura a la apariencia de nuestra piel. Afortunadamente, es posible mantenerla sana y protegida mediante la alimentación, la hidratación, la protección solar, y usando ropa adecuada. En este artículo te acercamos los 5 cuidados imprescindibles para la piel en verano (muy sencillos de aplicar en la rutina diaria).

¡Descubre sus beneficios!

1. Aplica crema solar antes de salir de casa

Además de ayudar a prevenir el cáncer de piel, el fotoprotector es el mejor aliado contra el envejecimiento de la piel, las manchas, flacidez y las arrugas. En la actualidad se puede elegir entre una amplia gama de formatos, desde lociones a brumas, lo que facilita aún más su aplicación en cualquier lugar. La única recomendación es que su índice de protección solar o FPS sea del 30 o 50.

Igualmente, es recomendable aplicar la crema solar media hora antes de salir de casa, sobre todo si vamos a exponernos al sol en la playa o la piscina. También hay que acordarse de repetirlo cada 2-3 horas o después de darse un chapuzón, ya que puede perder su eficacia. Aunque el día esté nublado, el uso del protector es imprescindible.

Todo esto aplica de igual forma para adultos y menores de edad. Respecto a estos últimos, desde la unidad de Dermatología del Hospital Ruber Internacional nos explican que el 80% de la exposición a los rayos de sol se realiza durante los primeros 18 años, por lo que la protección solar es todavía más importante en esta etapa.

Por último, no conviene olvidar el resto de las medidas de protección solar, como evitar exponerse al sol en las horas centrales o utilizar gorros de ala ancha.

2. Hidrata la piel en verano

La hidratación de la piel en verano es fundamental, ya que ayuda a disminuir los problemas cutáneos que pueden propiciar el sol, el calor y otras factores propios de la época estival.

La mejor manera de hidratar la piel es bebiendo suficiente agua, alrededor de 2 litros diarios. Asimismo, existen otras formas de hidratarse, por ejemplo, a través de frutas y verduras, que son ricas en antioxidantes y vitaminas. En esta línea, la nutricionista Ana Ramos Arranz, del Hospital La Luz, nos afirma que una muy buena forma de poder garantizar esta cobertura puede ser a través de caldos fríos, lácteos, infusiones, e incluso a través de las frutas.

5 reglas para proteger la piel en verano

Además, es necesario usar cremas hidratantes, especialmente después de la playa. Desde la cara a los pies, la piel necesita este cuidado básico en verano. En concreto, para el rostro se recomienda utilizar un hidratante que contenga antioxidantes, como la vitamina C, o polifenoles, puesto que ayudan a combatir los radicales libres responsables del envejecimiento cutáneo.

3. Consume alimentos buenos para la piel

Una alimentación saludable en verano es muy beneficiosa. De hecho, las frutas y verduras de temporada proporcionan vitaminas A y C, que ayudan a hidratar y proteger la piel.

Por un lado, la vitamina A actúa como activador de la melanina, lo que hace que la piel se vea bonita y luminosa en verano. En concreto, se obtiene a partir de los betacarotenos que proporcionan las verduras y frutas de color verde, amarillo y naranja, como zanahorias, tomates, pimientos, espinacas, melocotones, melón, mango, naranja, mandarina y aguacate.

En cuanto a la vitamina C, estimula la formación de colágeno y fortalece el sistema inmunitario, entre otros beneficios. Por eso, es idónea para esta época, y se puede obtener a través del consumo de pimientos, especialmente los de color rojo, perejil, espárragos, brócoli, coliflor, naranja, mango, kiwi y fresas.

Hay que añadir que el hecho de mantener una dieta variada también influye positivamente en la salud de pelo y las uñas. De hecho, el consumo de antioxidantes y betacarotenos contribuye a que el cuero cabelludo esté más sano. Y, en el caso de las uñas, la biotina, el zinc o el hierro permiten fortalecerlas para que estén menos quebradizas.

4. Utiliza ropa adecuada para el sol

Así conseguirás una protección total en verano. En general, la ropa oscura protege más que la ropa clara, y no se recomienda mojarla porque pierde su protección.

Igualmente, los tejidos densos consiguen una mayor protección. Para comprobar eso último, la doctora Ana María Molina Ruíz, dermatóloga del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz,nos ofrece un truco sencillo: "Poner la ropa entre el sol y nosotros, y, si deja pasar mucha luz, no será una buena protección física y deberemos buscar tejidos más compactos". Por ejemplo, el nylon y el poliéster protegen más que el algodón y el lino.

5. Realiza una buena rutina diaria para la piel

De forma general, el cuidado diario de la piel debe incluir 4 pasos elementales. Las doctoras Mercedes O. Morillo Andújar y Amalia Pérez Gil, especialistas en Dermatología del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, nos indican cuáles son: "Limpiar, hidratar, aplicar protector solar y regenerar la piel".

Por la mañana limpia la piel de la cara y el cuello con un producto suave como el agua micelar, después aplica la crema hidratante y, por último, usa el protector solar. Por la noche, repite la limpieza facial, que puede ser más profunda si necesitas eliminar los restos de maquillaje; y, por último, aplica una crema o sérum que sea capaz de regenerar y estimular el colágeno, como el retinol o los ácidos alfa o beta hidroxiácidos. Una vez a la semana, utiliza un exfoliante o peeling para completar la limpieza, aunque debes evitar hacerlo antes de ir a la playa o exponerte al sol.

Si sólo tienes tiempo para uno de estos pasos, nuestras expertas insisten en aplicar el protector solar por el día, y, por la noche, limpiar la cara para eliminar las toxinas de la piel.

¡Y a lucir una piel muy bonita y sana en verano!