El tumor de mama es la primera causa de mortalidad por cáncer en las mujeres, y además es el más común entre la población femenina. Ante esto, la prevención y la detección temprana son fundamentales.

De forma general, se recomienda comenzar con los programas de cribado de cáncer de pecho a partir de los 40-50 años. En ellos se realizan mamografías periódicas con el fin de detectar posibles lesiones sospechosas antes de que aparezcan los primeros síntomas.

El doctor Miguel Ángel López González, jefe de Ginecología y Obstetricia de los hospitales Quirónsalud ToledoEste enlace se abrirá en una ventana nueva y de Día Quirónsalud TalaveraEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos indica que "si se realiza un diagnóstico precoz, las posibilidades de curación son casi del 100%, constituyendo la mamografía la técnica más eficaz para detectar el cáncer de mama, hasta dos años antes de que sea palpable". Precisamente, las mamografías anuales ayudan a reducir en un 40% el riesgo de fallecimiento.

Otra medida que favorece la detección precoz del cáncer es la autoexploración mamaria. La palpación de los pechos ayuda a identificar cualquier cambio fuera de lo normal. Sin duda, la aparición de bultos suele ser el síntoma que más preocupación suscita, pero, afortunadamente, el 80% no son cancerosos.

No conviene olvidar la presencia de factores de riesgo, entre los que se incluye la genética. La detección de ciertos genes puede indicar una mayor predisposición a desarrollar este tumor. Además, el avance en las técnicas y los estudios ofrecen una visión cada vez más alentadora en el pronóstico de la enfermedad.

En estos artículos hablamos de la detección precoz del cáncer de mama, desde que notas un cambio en el pecho hasta el estudio de nuestros genes:

  1. Bultos en el pecho: qué quieren decir. Si notas un bulto u otra anomalía en la mama, te contamos lo que debes hacer, qué significan y cuándo debes consultarlo con el médico. Conoce los bultos que con frecuencia aparecen el pecho y no suponen riesgos.
  2. Genética: un factor de riesgo del cáncer de mama. Nuestro ADN puede ofrecernos información sobre la predisposición a desarrollar esta enfermedad. Eso sí, la genética no es lo único que puede afectar a tener más riesgo de padecerla. Te contamos cuáles son los factores más importantes, y profundizamos en los próximos avances en relación con esta enfermedad.

Por último, el doctor López recuerda que "una revisión ginecológica periódica, cada año o al menos cada dos años, es uno de los principales hábitos que todas las mujeres deberían mantener a lo largo de toda la etapa adulta y de madurez, no sólo para la prevención del cáncer de mama, sino también de otro tipo de tumores menos conocidos, como el cáncer de endometrio o de ovario, y para mantener una buena salud ginecológica en general a lo largo de toda su vida".

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