Con una analítica de sangre podemos averiguar datos muy significativos sobre el estado de nuestra salud. Por ejemplo, es posible saber si tenemos anemia, diabetes, problemas de coagulación, insuficiencia renal o incluso deficiencias nutricionales.

Si te has realizado un análisis de sangre y no entiendes los resultados, te explicamos cómo interpretarlos.

Cómo leer una analítica de sangre

Esta prueba es de las más habituales en la consulta y, antes de solicitarla, es importante valorar al paciente y conocer su historia clínica. Normalmente, es el médico quien recomienda hacer un análisis de sangre y, después, interpreta los parámetros con toda la información disponible. En ocasiones se solicita además un análisis de orina.

La doctora Esther Mena Pérez, jefa de Laboratorio del Hospital Universitario Quirónsalud MadridEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos indica que "siempre solemos mirar primero los campos en los que hay un asterisco en el que el nivel que ha salido está por encima o por debajo de los límites recomendados". Eso sí, hay que analizarlos de acuerdo a las características de cada caso, ya que un valor fuera del rango puede no ser nada en una persona, mientras que en otra sí puede tener repercusiones importantes.

¿Qué datos recoge la analítica de sangre?

Cuando observamos el informe encontramos en primer lugar el hemograma, en el que se incluyen parámetros como hematíes, leucocitos, plaquetas y coagulación.

Una mujer realizando un análisis de sangreUna mujer realizando un análisis de sangre

También analizamos información relacionada con la bioquímica, en la que se muestran los niveles de glucosa, creatinina, urea, ácido úrico, albúmina o bilirrubina. Para entender qué son estos datos, la doctora nos explica que "dentro de la sangre viajan enzimas, nutrientes y proteínas que van desde donde se sintetizan al resto del cuerpo para alimentarlo".

Por último, localizamos los niveles de proteínas totales, calcio, enzimas, metabolismo del hierro y metabolismo lipídico, cuyos datos ayudan a la detección y seguimiento de ciertas patologías.

Hematíes bajos: qué indican

Los hematíes se encuentran en la sangre y se encargan de llevar hemoglobina, que porta el oxígeno desde los pulmones, a todo el cuerpo.

Cuando salen bajos niveles de hematíes, es un posible indicador de anemia. También se puede averiguar qué la provoca, tal como apunta la doctora: "Junto con los valores de hematocrito y volumen corpuscular medio, el médico puede orientarse sobre cuál es el origen de esta anemia, que puede ser variado". Con frecuencia se trata de anemia ferropénica que está originada por una deficiencia de hierro y que se asocia a un volumen corpuscular bajo.

Leucocitos altos o bajos: qué quieren decir

Estas células forman parte del sistema inmune, y con su medición obtenemos información sobre cómo se encuentra. La doctora puntualiza que, según su estructura, los leucocitos se clasifican en segmentados, linfocitos, monocitos, eosinófilos y basófilos: "Son tipos de células inmunes que están especializadas en diferentes clases de agresiones". Dependiendo de cuál se trate, los niveles de leucocitos pueden subir o bajar.

En definitiva, los leucocitos altos en una analítica pueden ser señal de que el cuerpo está sufriendo un tipo de inflamación, infección u otra amenaza, por lo que las defensas del organismo tienden a aumentar. En cambio, los leucocitos bajos son signo de un sistema inmune comprometido.

Plaquetas bajas: esto significa

Estas células sanguíneas nos indican si somos capaces de afrontar una posible hemorragia. La doctora nos aclara que "cuando se produce cualquier daño en el sistema vascular, las plaquetas tienen la función de taponar esa hemorragia".

Pues bien, si las plaquetas están por debajo de lo recomendado, nos avisan de que se ha disminuido nuestra capacidad para frenar una hemorragia. Sobre este punto, la especialista advierte que la toma de antiagregantes, como es el caso de los pacientes con riesgo de trombosis, repercute en la actividad de las plaquetas.

Tiempo de coagulación alto o bajo

Este dato se mide en segundos y nos permite indagar en el estado de la coagulación, es decir, cuánto tarda nuestro cuerpo en detener una hemorragia. Para calcularlo, se utilizan los tiempos de trombina y de tromboplastina.

Si el tiempo de coagulación está alto, nos está avisando de que nuestra sangre tardará más tiempo en coagularse en una lesión. La doctora apunta que "existen índices normalizados del tiempo de coagulación, que es el INR o ratio internacional normalizado, que está relacionado con el tiempo de protrombina". La medición de este dato, precisamente, se debe realizar de forma periódica en pacientes en tratamiento de Sintrom u otro anticoagulante.

Pero ¿qué significa en personas que no toman anticoagulantes? La doctora responde que, si no se sigue un tratamiento anticoagulante y el ratio internacional normalizado o INR está alto, es que no se está coagulando bien: "Tienes algún factor de la coagulación alterado y es posible que haya que ampliar estudios. En estas personas, cualquier golpe les genera hematomas".

En cuanto al tiempo de tromboplastina, que también se usa como indicador del tiempo de coagulación, puede sufrir variaciones con las terapias con heparina. Por este motivo, en el caso de embarazadas que deben tomar este tratamiento, se aumenta el tiempo de tromboplastina o también llamado cefalina. "Si el tiempo de tromboplastina sube y no estás inyectándote heparina puede mostrar fallos en la coagulación", matiza la experta.

Glucosa baja o alta, ¿síntoma de diabetes?

El cuerpo humano emplea la glucosa como fuente de energía rápida. A través de su medición es posible detectar la diabetes.

En concreto, la glucosa elevada o hiperglucemia puede ser señal de cualquier tipo de diabetes. Al respecto, la doctora precisa que una glucosa en ayunas más alta de 126 miligramos de azúcar por decilitro (mg./dl.) nos alerta de una alteración significativa del metabolismo de la glucosa.

Por otro lado, los niveles bajos de glucosa en la sangre alertan de la presencia de hipoglucemia, lo que hace que nuestro cuerpo no tenga suficiencia energía para realizar funciones básicas.

Creatinina baja o alta: qué es

La concentración de esta sustancia puede reflejar un problema renal. Hay que añadir que los riñones eliminan la creatinina del cuerpo, por lo que, si fallan y no expulsan esta sustancia, esta pasará a acumularse. La especialista añade que "el filtrado glomerular es un cálculo entre creatinina, sexo y edad, y te muestra cómo funcionan tus riñones".

En el momento de leer el análisis de sangre, se considera que está bien si la creatinina es mayor de 60, pero por debajo de esto puede ser indicador de insuficiencia renal.

¿Y qué quiere decir una creatinina baja? Se relaciona con baja masa muscular, lo que con frecuencia ocurre en menores o ancianos que apenas se mueven. "En estas situaciones nos indica que el cuerpo no tiene creatinina para eliminar", asegura la doctora.

Otros indicadores de problemas en el riñón

La urea, el ácido úrico y los iones son sustancias que también se acumulan cuando los riñones comienzan a fallar, por lo que unos niveles elevados podrían ser señal de insuficiencia renal.

Sin embargo, también pueden elevarse a causa de otras enfermedades, tal como avisa la especialista: "El ácido úrico también está relacionado con la alimentación; por ejemplo, los enfermos de gota tienen elevado el ácido úrico y no tiene nada que ver con el funcionamiento del riñón, sino que se debe a una alimentación rica en proteínas que no se puede eliminar adecuadamente". Por esta razón, la interpretación correcta de un análisis de sangre requiere tener en cuenta cada caso de forma personalizada.

Bilirrubina en aumento y su efecto en el hígado

Esta sustancia permite observar el metabolismo de la hemoglobina y puede ser signo de una obstrucción en el hígado. Hay que tener en cuenta que la bilirrubina se obtiene cuando la hemoglobina se degrada.

En general, el aumento de la bilirrubina se produce cuando el hígado no es capaz de eliminar la hemoglobina como debería, algo que puede ocurrir en las obstrucciones hepáticas. Otro caso posible que agrega la doctora es "en bebés, también se puede dar debido a la inmadurez del hígado".

Cambios en las enzimas

Los altos valores de GGT se relacionan con obstrucciones intestinales, y AST y ALT son indicadores de que el hígado no funciona bien. Al respecto, la doctora nos destaca que "una alteración de la fosfatasa alcalina es indicadora de alteración ósea, además de alteración hepática".

Albúmina baja: signo de una mala alimentación

Con la medición de esta proteína podemos averiguar cómo se encuentra el estado nutricional. Cuando obtenemos una albúmina baja en la analítica, nos puede estar avisando de que no estamos alimentándonos de forma adecuada, o que existen problemas de absorción.

Proteínas totales: qué indican

Este parámetro también ayuda a evaluar el estado nutricional de una persona. Si las proteínas totales son altas, se debe seguir estudiando el caso. Al respecto, la doctora matiza que las proteínas totales se pueden elevar por ciertas enfermedades.

En cambio, las proteínas bajas en un análisis nos advierten que no hay un buen estado nutricional.

Calcio bajo y su significado

Este mineral ayuda a la formación de los huesos y al desarrollo de otras funciones importantes como la contracción muscular. Por eso, una persona con niveles bajos de calcio no puede realizar bien estas contracciones. La doctora nos explica que "un calcio bajo puede ser debido a una deficiencia en la alimentación o en un funcionamiento defectuoso de la paratiroides".

Por otro lado, si las analíticas muestran un calcio elevado se debe estudiar en más detalle.

Niveles elevados de sodio, potasio o cloro

El aumento de estos iones puede estar provocado por una insuficiencia renal o deshidratación. En cambio, pueden bajar si sufrimos vómitos o diarreas.

Además, en el caso específico del sodio, puede elevarse a causa de un consumo excesivo de sal, algo que puede asociarse a tensión arterial alta. La doctora asegura que "los iones realizan muchas acciones en el organismo y una descompensación de estos origina mucha clínica".

Niveles de hierro en sangre

A través de la alimentación, proporcionamos hierro a nuestro organismo, que pasa a la sangre y es transportado, junto a la ferritina, por una proteína llamada transferrina. Para conocer los niveles férricos en la sangre debemos observar estos parámetros.

En concreto, cuando se muestra el hierro alto en el análisis, puede ser indicador de hemocromatosis, lo que significa que, aunque tenemos mucho hierro en sangre, se encuentra almacenado. En estas circunstancias se puede recomendar reducir los niveles mediante sangrías o donaciones de sangre para prevenir los problemas hepáticos que podría originar esta acumulación de hierro en el hígado.

Aprende a leer una analítica de sangreAprende a leer una analítica de sangre

Por otro lado, los bajos niveles de hierro se relacionan sobre todo con el tipo de anemia ferropénica. "En estos casos encontraremos ferritinas bajas, cuando no hay suficiente almacenamiento; transferrinas altas, ‘lo poco que tengo lo distribuyo’, y hierros bajos", detalla la experta.

Colesterol en sangre: tipos y qué significan los datos

Para saber si tenemos el colesterol alto, es importante observar ciertos datos de la analítica de sangre. Cuando se encuentra en niveles muy altos, significa que se acumula como placa en los vasos, algo que puede provocar obstrucciones. Cuando estas se producen en el corazón, se incrementa la probabilidad de sufrir un infarto. Sin embargo, la doctora asegura que "el colesterol no es malo per se; es malo en niveles altos, pero muy importante porque sintetiza proteínas, por lo que tiene que haber colesterol".

También es necesario distinguir entre los dos tipos de colesterol, HDL y LDL. El primero recoge el colesterol desde distintas zonas del cuerpo para eliminarlo. Por lo tanto, cuando se muestra un mayor nivel del mismo, existe un menor riesgo aterogénico, que se relaciona con las enfermedades del corazón.

Por otro lado, la medición del LDL, que traslada el colesterol a todo el cuerpo, también arroja información relevante. En concreto, el riesgo aumenta cuando se muestra colesterol LDL alto y HDL bajo.

Medida de la función tiroidea

Dentro del metabolismo lipídico se incluye el análisis de la función tiroidea. Para ello se observa la hormona TSH, que es la encargada de regular el tiroides y que se produce en la hipófisis. En este sentido, la doctora concluye que "si la TSH está bien, te está diciendo que tu función tiroidea tiroides está correcta; en cambio, si la TSH está alterada es que el tiroides no está funcionando de forma correcta".

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