Cuando los medicamentos, las terapias y los cambios del estilo de vida no mejoran la disfunción eréctil, se puede operar. Su objetivo es conseguir la erección suficiente para mantener relaciones sexuales.

Actualmente, existen dos procedimientos quirúrgicos: la reconstrucción vascular o el implante de pene. De las dos cirugías, el doctor Francois Peinado Ibarra, jefe de Urología del Hospital Universitario Ruber Juan BravoEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos destaca que "la intervención quirúrgica más habitual para la disfunción eréctil con muy buenos resultados es la colocación de una prótesis de pene".

Te explicamos cómo se realizan las cirugías de disfunción eréctil y cuándo se recomiendan.

¿Se puede operar la disfunción eréctil?¿Se puede operar la disfunción eréctil?

Métodos para tratar la disfunción eréctil

Una vez analizadas las causas de la disfunción eréctil, existen varios tratamientos para mejorar la erección, que son:

  • Fármacos para la disfunción eréctil. Suele ser el primer tratamiento para este problema sexual tan frecuente.
  • Terapias, como las inyecciones intracavernosas. Se recomiendan cuando los medicamentos no obtienen los resultados esperados.
  • Cirugía. Es la última opción para los casos en los que la medicación y la bomba de vacío no han logrado buenos resultados. Además, existen dos procedimientos posibles, que son el implante de pene y la reconstrucción vascular.
  • Estilo de vida sano. Cualquier tratamiento debe de ir acompañado de hábitos saludables y cambios, por ejemplo, no fumar, no beber alcohol o moderar su consumo, realizar actividad física, cuidar el peso o mantener una alimentación sana.

Cirugía de prótesis de pene, la más utilizada

Este procedimiento es el más habitual, y sus resultados son muy positivos. De hecho, según la Asociación Americana de Urología, los implantes o prótesis de pene consiguen los mayores índices de éxito y satisfacción. El doctor Peinado nos explica que "la mayoría de estos dispositivos están diseñados para inflarse para la erección y desinflarse para un estado flácido".

Esta cirugía es un procedimiento definitivo que permite recuperar la actividad sexual en los hombres con disfunción eréctil. El especialista nos explica que la intervención consiste en colocar dos cilindros, que suelen ser de silicona, dentro de los cuerpos cavernosos del pene para proporcionarle rigidez.

Después de la intervención, el riesgo de infección se sitúa por debajo del 2%. Otro detalle a tener en cuenta es que se necesita un tiempo para aprender a utilizar el dispositivo. Y, en caso de no quedar satisfecho con el aspecto físico, se pueden realizar al mismo tiempo otros procedimientos como el aumento de pene.

Cómo son los implantes de pene

Pueden clasificarse en:

  • Implante maleable. Estas piezas de silicona se colocan en el pene y se utilizan de forma sencilla, ya que se pueden moldear con la mano para lograr la erección. Al respecto, el doctor añade que "estos implantes proporcionan una semierección, por lo que el pene no estará totalmente erecto ni flácido y suelen ser la mejor opción para las personas que desean un dispositivo fácil de usar".
  • Prótesis inflable. Logra una mejor rigidez en la erección, por lo que es una de las elegidas a nivel mundial, representando alrededor del 85%. Este dispositivo, que puede durar hasta 10 o 15 años, tiene tres piezas, que son dos cilindros implantados en el pene, una bomba escrotal y un depósito con suero salino, que se coloca en el abdomen. Su índice de satisfacción también es muy alto, superando el 90%. "Permiten erecciones no planificadas y repetidas, por lo que pueden utilizarlas siempre que lo deseen", añade el experto.

Reconstrucción vascular para casos concretos

Esta cirugía no es tan habitual como el uso de implantes de pene, ya que no está recomendada en todos los casos. En ella se trata de recuperar la corriente sanguínea hacia el pene mediante la reconstrucción de los vasos sanguíneos deteriorados.

Hay que tener en cuenta que se denomina reconstrucción arterial cuando afecta a las arterias, y venosa si trata de las venas. La primera está indicada en adultos mayores con enfermedades que provocan el estrechamiento de las arterias. En cambio la reconstrucción venosa suele recomendarse si el pene tiene dañada una de las venas que lleva la sangre al genital. En adultos jóvenes estos procedimientos se recomiendan en casos muy específicos de traumatismo físico.

En cuanto a los resultados, pueden variar a largo plazo. En los casos exitosos, después de la intervención, no es necesario tomar otros tratamientos. Sobre sus posibles efectos secundarios, el doctor nos indica que su riesgo más importante puede ser el incremento exagerado de aporte de sangre al glande, lo que se conoce como hiperemia.

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