¿Es posible saber cómo es y cómo funciona el corazón? ¿Y conocer las dimensiones de cada una de sus partes? ¿Y detectar enfermedades cardiacas de manera no invasiva? Toda esta información se puede conseguir con la resonancia magnética cardiaca o RMC, una prueba que permite estudiar, controlar y diagnosticar multitud de patologías cardiovasculares.

Carmen Blanca Hernández Sastre, especialista en el Servicio de Diagnóstico por la Imagen de Quirónsalud AlicanteEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos indica que "en una sola exploración, permite el estudio de la anatomía y función cardiovascular, es decir, del corazón y los grandes vasos que le rodean".

Te contamos cómo se hace la resonancia magnética del corazón, qué detecta y qué medidas debes tomar antes de realizarla.

Resonancia magnética cardiaca: para qué sirve

Esta prueba de diagnóstico por la imagen realiza un estudio no invasivo del corazón, y sus imágenes ofrecen datos muy importantes sobre su anatomía, su función y su contractilidad.

Igualmente, la RMC puede capturar varias secuencias, tanto estáticas como dinámicas, así como ofrecer planos específicos. Además, la especialista añade que "es una técnica que no utiliza radiación ionizante, en la que se obtienen imágenes detalladas y parámetros funcionales reproducibles del corazón".

Esta técnica de diagnóstico permite conocer las dimensiones de las partes del corazón, más información acerca de la función cardíaca, la relación del corazón con otras estructuras, las características de las válvulas cardiacas y la localización de zonas con isquemia o fibrosis.

Imágenes de la resonancia magnética cardiacaImágenes de la resonancia magnética cardiaca

Por otro lado, sirve para complementar otras pruebas diagnósticas no invasivas en el estudio del corazón, como, por ejemplo, las técnicas nucleares o la ecocardiografía.

Cuándo se recomienda

Esta técnica está indicada cuando se sospecha de alguna de las patologías que permite valorar:

  • Cardiopatías congénitas
  • Cardiopatía isquémica
  • Miocardiopatías y miocarditis
  • Valvulopatías
  • Patología del pericardio
  • Enfermedades de la arteria aorta
  • Tumores en el corazón

Qúe hay que hacer antes de la RMC

En general, la única recomendación consiste en evitar la ingesta de alimentos y líquidos durante las 4 o 6 horas previas. Una vez en el centro hospitalario, debes retirar cualquier objeto que pueda interferir con el equipo, como gafas, relojes, joyas o prótesis dentales removibles.

También debes informar sobre otros tratamientos u operaciones que hayas tenido anteriormente, como válvulas cardiacas, implantes cocleares, marcapasos, diálisis o articulaciones artificiales, entre otros.

Así se realiza la resonancia magnética cardiaca

Primero, la persona se tumba en la mesa que incorpora la resonancia magnética y se coloca en una postura cómoda para evitar movimientos que podrían estropear las imágenes. En ocasiones, también se introduce una vía intravenosa por si es necesario administrar contraste durante la prueba.

Cómo se realiza la resonancia magnética del corazónCómo se realiza la resonancia magnética del corazón

Después, la mesa con el paciente acostado se introduce en el tubo de la resonancia magnética para comenzar la exploración. Al poner en marcha la máquina, y durante la prueba, es posible escuchar ruidos y sonidos, que por lo general no son molestos.

Una vez en el interior de la máquina, el equipo médico facilita indicaciones al paciente y mantiene la comunicación, tal como explica Hernández: "Se requiere su colaboración debido a que la adquisición de las secuencias suele realizarse en apnea, aguantando la respiración, para eliminar el artefacto por movimiento respiratorio".

Aproximadamente, la resonancia magnética del corazón dura entre 45 y 60 minutos.

Molestias durante la resonancia magnética

Esta técnica no causa dolor o molestias. La especialista remarca que "la resonancia magnética cardiaca es segura y, por lo general, bien tolerada, el paciente está en constante contacto con el personal, que en todo momento está pendiente".

Lo que sí puede generar es una sensación de agobio o claustrofobia en algunos casos. Para evitarlo, se pueden proporcionar medicamentos para aliviar la ansiedad o incluso es posible hacerlas abiertas.

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