¡Los niños van al quirófano en coches eléctricos de juguete! Se trata de vehículos de pequeño tamaño que imitan a los de alta gama, y que, de manera controlada por los celadores, trasladan a los pacientes pediátricos de la habitación al quirófano, o a realizar una prueba diagnóstica.

Así, en lugar de bajar a quirófano en camillas o sillas de ruedas, los niños pueden ir sobre cuatro ruedas, lo que resulta más entretenido e influye positivamente a la hora de afrontar la intervención tanto en ellos como en las familias. Al respecto, la doctora Mª Cruz Peláez, coordinadora de Pediatría y sus Áreas Específicas del Hospital Quirónsalud ToledoEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos indica que "queremos convertir lo que puede ser una experiencia algo traumática en un paseo diferente y divertido para los niños, lo que sin duda va a repercutir también en su estado de salud".

¡Al quirófano en coches eléctricos de juguete!¡Al quirófano en coches eléctricos de juguete!

Hay que pensar que los niños, al igual que los adultos, pueden sentirse nerviosos, estresados y con ansiedad antes de una operación o una prueba, e incluso el hecho de estar en un centro hospitalario también puede contribuir a esa incertidumbre.

Por eso, el objetivo es facilitar cada vez más esta experiencia en el hospital, haciéndolo más amable a los ojos de los peques, y estos coches eléctricos son prueba del impacto positivo que conlleva este tipo de cambios.

Así funcionan los coches eléctricos de juguete

Esta iniciativa es muy sencilla, consiste en subir a los niños en un vehículo eléctrico de juguete y trasladarles de esta forma al quirófano o a otras intervenciones. Esto ofrece un medio mucho más entretenido para desplazarse, en comparación con las camillas o sillas de ruedas.

Gema Rufo Román, directora de Enfermería del Hospital Quirónsalud Campo GibraltarEste enlace se abrirá en una ventana nueva, subraya que "estos coches son una gran herramienta ya que el niño viene entretenido, olvidando el entorno en el que se encuentra", insistiendo en que "poner todos los recursos a nuestro alcance para evitar la ansiedad del niño, es fundamental".

Además, estos cochecitos que parecen vehículos de alta gama son muy fáciles de manejar. En concreto, pueden ser dirigidos por los celadores del centro hospitalario, usando para ello los mandos que incorporan estos juguetes; o en caso de que el niño sea más mayor, pueden ser ellos mismos quienes lleven el control hasta el quirófano o la sala de pruebas diagnósticas.

Cabe añadir que el uso de estos vehículos de juguete se suma a otras iniciativas, como la decoración de salas de espera y de urgencias con los personajes de KenkoEste enlace se abrirá en una ventana nueva, con el objetivo de lograr hospitales más amables que ofrezcan una mejor experiencia a los menores.

Efectos muy positivos antes de ir a quirófano

El uso de coches eléctricos de juguete ayuda a que los pequeños afronten la intervención a través del juego y la diversión, lo que disminuye la angustia y el estrés que puede suscitar el quirófano.

Los niños van en cochecito al quirófanoLos niños van en cochecito al quirófano

Además, los efectos positivos también son visibles en los padres, que ven más felices a sus hijos, tal como menciona Rufo: "La incorporación de los coches teledirigidos en los hospitales ha supuesto beneficios en la reducción de la ansiedad y estrés de los pacientes pediátricos, al mismo tiempo que sirve para atenuar la inquietud de los padres que, en momentos tan difíciles, sienten temor y angustia. Ver a sus hijo o hija sonreír, minutos antes de la operación, ayuda a sobrellevar mejor esta situación".

Por su parte, la doctora Peláez añade que esta iniciativa ayuda a proporcionar una mayor tranquilidad por parte de las familias, "que al comprobar que sus hijos están calmados también reducen su propia angustia y contribuyen a crear un ambiente de juego y distensión favorable para los menores".

No conviene olvidar que el hecho de que los niños vayan más relajados a quirófano también facilita el procedimiento al equipo médico. Así lo señala la doctora Cruz: "El mantener a los niños relajados y contentos favorece todos los procesos vinculados a la asistencia médica, desde la anestesia a la obtención de resultados de pruebas diagnósticas".

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