Cada vez es más habitual encontrar a personas que sufren el síndrome del ojo seco; de hecho, se estima que está presente en aproximadamente el 30% de pacientes que acuden al oftalmólogo.

A menudo sus síntomas son similares a los de otras patologías oculares y, por eso, desde el servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Rey Juan CarlosEste enlace se abrirá en una ventana nueva nos recomiendan visitar a un especialista para que descarte otros trastornos y también nos facilite un diagnóstico.

Pese a que se identifica con la ausencia de lágrimas, lo cierto es que normalmente el ojo seco se debe a que la calidad de estas no es la adecuada, e incluso es frecuente que uno de sus síntomas sea el lagrimeo.

Nuestros oftalmólogos nos explican que "el término ‘síndrome de ojo seco’ hace referencia a anormalidades de la película lagrimal que recubre la superficie del ojo, protege los tejidos y mantiene una buena visión".

8 señales características del ojo seco

Para saber detectar si se padece este problema ocular, hay que prestar atención a los siguientes síntomas:

Síndrome del ojo secoSíndrome del ojo seco

  1. Lagrimeo
  2. Sensación de llevar algo dentro del ojo, como arenilla
  3. Sensación de visión borrosa
  4. Escuecen los ojos
  5. Molestias con la luz o fotofobia
  6. La vista se cansa cuando leemos, conducimos o miramos la pantalla del televisor o del ordenador
  7. Problemas para llevar lentillas
  8. Pesadez o cansancio en los párpados
  9. Molestias o dolor en los ojos, en ciertos casos

¿Por qué se secan los ojos?

Este síndrome está relacionado con varios factores, entre los que se encuentran:

  • Edad
  • Desequilibrio hormonal
  • Alimentación inadecuada, en la que, por ejemplo, no se ingieren suficientes ácidos grasos poliinsaturados Omega 3, que están presentes en nueces, salmón, caballa…
  • Efectos adversos por ingerir ciertos fármacos, como antidepresivos o anti alergénicos
  • Uso de lentillas

Estos, junto a otros factores posibles del ojo seco, "deben ser tenidos en cuenta para poder establecer un tratamiento apropiado e individualizado en cada paciente", nos señalan nuestros oftalmólogos.

Pruebas para diagnosticar el ojo seco

Este síndrome se diagnostica en la consulta, estudiando el caso del paciente y realizando la habitual exploración del ojo. En ella se pueden seguir estos procedimientos:

  • Medir la agudeza visual, que puede sufrir alteraciones si no parpadea durante unos segundos, o después de las técnicas de "estrés visual"
  • Explorar el ojo mediante una lámpara de hendidura, incorporando tinciones de la córnea y conjuntivales
  • En determinadas personas, también se aplican exámenes de laboratorio orientados a la composición de la lágrima y la lesión celular

¿Cómo aliviar sus efectos?

Nuestros especialistas nos indican que "la estrategia de tratamiento debe controlar los factores agravantes e incluir medidas ambientales, hidratar y restaurar la superficie ocular e inhibir la inflamación ocular".

Además, según las características de cada persona, se recomienda aplicar unas pautas que permiten aliviar las molestias del ojo seco, como son:

  • Utilizar humidificadores
  • Usar gafas de sol
  • No permanecer en lugares muy secos
  • Cambiar pautas de alimentación
  • Modificar otros medicamentos prescritos consultando al especialista
  • Aplicar lágrimas artificiales con ácido hialurónico, carboximetilcelulosa o carmelosa y gel carbómero entre los principios activos
  • A corto plazo o durante ciclos de terapia, administrar antiinflamatorios, corticoides tópicos, ciclosporina o antibióticos pertenecientes a las tetraciclinas
  • En determinados pacientes pueden ser útiles las sustancias de tipo biológico, como suero autólogo o plasma rico en plaquetas o factores de crecimiento
  • En casos de gravedad, y que no respondan con otros tratamientos, se pueden plantear técnicas quirúrgicas como el cierre de los puntos lagrimales o trasplantar la membrana amniótica, entre otras

Es importante que estas recomendaciones sean pautadas por un oftalmólogo, que será quien valore qué pautas son las más beneficiosas para cada persona.

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