En la actualidad están apareciendo nuevas técnicas quirúrgicas especializadas en el tratamiento de lesiones graves en la rodilla, con el objetivo de que el paciente recupere tanto la calidad de vida como la actividad física. En concreto, vamos a mencionar aquellas que están enfocadas en los pacientes menores de 50 años que, pese a no tener una edad avanzada, presentan problemas severos de rodilla que les condicionan la vida.

Cirugía de preservación de rodilla

Con este nombre se presenta una intervención alternativa para personas con menos de 50 años que sufren lesiones severas en esta articulación y que han sido intervenidas en anteriores ocasiones.

El doctor Gonzalo Samitier Solís, jefe de servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Centro Médico Quirónsalud AribauEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos señala que "esta cirugía trata rodillas desahuciadas de adultos jóvenes en las que, a menudo, no se han agotado las opciones de tratamiento previo a la prótesis".

Avances en cirugía para lesiones de rodillaAvances en cirugía para lesiones de rodilla

En concreto, está orientada a aliviar las secuelas producidas por lesiones de gravedad o intervenciones quirúrgicas anteriores de rodilla que han derivado en dolor, malformaciones y, en ocasiones, problemas de estabilidad.

Por otra parte, nuestro traumatólogo nos explica que "es un tratamiento integral de todas las estructuras dañadas que conforman la rodilla, indicado cuando las opciones conservadoras y quirúrgicas previas han fracasado y el paciente continúa con una limitación importante para la práctica deportiva y las actividades de la vida diaria".

Técnica para realinear la rodilla

Se trata de una cirugía llamada osteotomía que trata el desequilibrio evidente de la rodilla que se produce en determinados casos tras la extracción del menisco.

Este cartílago que forma parte de la rodilla aporta amortiguación y equilibra las cargas a nivel de la articulación; por eso, si es extraído, la rodilla sufre un desequilibrio, pierde amortiguación y se va "cayendo" hacia el lugar en el que se encontraba el menisco, empezando así el desgaste.

Con el paso del tiempo, este desequilibrio puede llegar a ser más acusado y visible, perdiéndose incluso la posibilidad de revertir, apareciendo la rodilla "curvada", siempre dependiendo de las características de la persona, las lesiones anteriores presentes, la alineación anterior y el grado de actividad.

Y es precisamente en estos casos en los que nuestro traumatólogo nos indica que "la osteotomía o corte controlado de la tibia o el fémur corrige el eje, lo normaliza y equilibra las cargas que pasan por la rodilla, lo que a su vez mejora los resultados de otras técnicas asociadas que hubiéramos tenido que realizar sobre el menisco o sobre el cartílago".

Trasplantes: qué son y a quiénes están dirigidos

Entre las intervenciones de este tipo más frecuentes figuran dos trasplantes, uno para sustituir hueso y cartílago, y otro para reemplazar el menisco.

Trasplante de hueso y cartílago

Una gran parte afectada del hueso y del cartílago se reemplaza por tejidos sanos que provienen de un donante joven. Así se logra ampliar la efectividad y la duración de las células del cartílago, que es vital en los trasplantes de estas características.

Nuestro traumatólogo nos puntualiza que "el tiempo transcurrido desde el fallecimiento del donante hasta la realización del implante ha de ser menor de 14 días, no existiendo posibilidad de rechazo como ocurre con el trasplante de órganos".

Esta cirugía está dirigida a personas con estas características:

  • Menos de 50 años con defectos de gravedad
  • Más de dos centímetros de hueso y cartílago de la rodilla
  • Manifiestan síntomas
  • Otros tratamientos no han resultado efectivos

Trasplante de menisco

Está indicado para adultos con menos de 50 años a los que hayan extraído el menisco y también, como especifica nuestro traumatólogo, "presentan síntomas de sobrecarga, como consecuencia de la pérdida de amortiguación, y empiezan a sufrir síntomas de artritis o una artrosis temprana, con la pérdida de calidad de vida que ello supone".

Características del postoperatorio de rodilla

Dependiendo de la intervención quirúrgica y de las particularidades de la persona operada, se necesitarán alrededor de 3 a 6 meses para poder volver a su actividad diaria. La recuperación total puede requerir 12 meses.

Además, se precisa que el paciente siga las recomendaciones para la rehabilitación. Al respecto, nuestro traumatólogo nos asegura que "esto no suele ser problema puesto que la mayoría son pacientes jóvenes y muy motivados en mejorar su calidad de vida".

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