Poco a poco se olvidan datos, nombres, recuerdos… lo que comienzan siendo pequeños despistes pueden degenerar en alzhéimer, una enfermedad neurodegenerativa considerada de primera magnitud en el mundo.

Para entender el alcance de esta dolencia, baste con decir que entre el 50% y el 70% de las enfermedades relacionadas con la demencia se asocian al alzhéimer. Además, estas cifras podrían aumentar debido al creciente envejecimiento de la población, que previsiblemente seguirá en aumento, por lo que resulta de gran importancia continuar con la labor investigadora de esta enfermedad.

Recientemente se ha impulsado un estudio centrado en la calidad del sueño y su posible relación con el alzhéimer. El objetivo principal de la investigación consiste en obtener y proporcionar pautas de mejora del descanso que ayuden a disminuir la prevalencia de esta enfermedad en la sociedad.

Células de las neuronas del cerebroCélulas de las neuronas del cerebroInfluencia del sueño en el alzhéimer

El estudio que se está llevando a cabo analiza cómo los cambios en la estructura del sueño intervienen en el proceso de agregación de una proteína llamada beta amiloide en el cerebro, que se encuentra entre las lesiones del cerebro que caracterizan el Alzheimer.

La doctora Blanca González-Gaggero Prieto-Carreño, jefa de la Unidad de Medicina Nuclear y PET-TAC del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, nos indica que "se considera que lo primero que ocurre en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer son los depósitos de la proteína beta amiloide, que ocasionan la muerte neuronal. Por tanto, la determinación, mediante la prueba de PET-TAC, de la presencia de placas de beta amiloide cerebral, ayudará a un diagnóstico más precoz de la enfermedad, pudiendo tomar medidas preventivas en la acumulación de esta proteína".

Cabe añadir que las alteraciones del sueño relacionadas con el envejecimiento son muy prevalentes, pero, hasta ahora, no se conocía con exactitud cómo influyen en las funciones cerebrales ni en la aparición de alzhéimer. Estudios preliminares realizados con modelos animales sí parecen indicar que la disminución de las horas de sueño provoca un aumento de placas beta amiloide cerebral en las zonas afectadas por el alzhéimer.

De ahí la importancia de este estudio, del que se encarga la Universidad de Pablo Olavide y en el que colabora la Unidad de Medicina Nuclear y PET-TAC del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, utilizando avanzadas técnicas de diagnóstico, como el PET-TAC.

En qué consiste el estudio

Para el estudio se cuenta con más de 100 personas con estas características:

  • Tienen entre 60 y 75 años
  • Pequeñas pérdidas de memoria que han empeorado últimamente, pero sin diagnóstico clínico de lesión o demencia

Se realizarán las siguientes pruebas:

  • Evaluación neuropsicológica
  • Obtención de marcadores en sangre y saliva
  • Polisomnografía nocturna, que registra la actividad del cerebro mientras duerme
  • Resonancia magnética 3 Tesla
  • PET-TAC de glucosa y beta amiloide

Biomarcadores del alzhéimer

Son indicadores biológicos cuya importancia se ha validado en la reciente revisión de los criterios clínicos de esta enfermedad neurodegenerativa, por su eficacia a la hora de diagnosticarla, incrementando la posibilidad de que se consiga hacer de forma temprana, antes de la fase de demencia.

En concreto, para la enfermedad de Alzheimer existen dos clases de biomarcadores:

  1. de la acumulación de proteína beta amiloide
  2. de degeneración de las neuronas
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