El síndrome de congestión pélvica (SCP) -o varices pélvicas- es una enfermedad compleja y poco conocida que afecta, aproximadamente, a un 20% de la población, y que en muchos casos resulta difícil de diagnosticar. Es más común entre las mujeres, ya que está relacionada con la gestación: el aumento de vascularización que se produce en la región útero-ovárica durante el embarazo favorece el desarrollo de varices en la pelvis, alrededor del útero o, incluso, en la región genital y las piernas.

Síntomas de la congestión pélvica

El principal síntoma del SCP suele ser un dolor opresivo y sordo en la zona de la pelvis que, según el doctor Enrique Puras Mallagray, jefe de servicio de Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular del Hospital La LuzEste enlace se abrirá en una ventana nueva y responsable del mismo servicio en los hospitales Quirónsalud MadridEste enlace se abrirá en una ventana nueva y Quirónsalud SurEste enlace se abrirá en una ventana nueva "se agrava al sentarse, mantenerse de pie, durante o después de las relaciones sexuales o justo antes del inicio de la menstruación".

Otros signos habituales son:

  • Descarga vaginal
  • Edema vulvar
  • Dolor lumbrosacro
  • Molestias rectales
  • Mayor frecuencia urinaria
  • Hemorroides o varices en la zona vulvar, perianal, en glúteos o en la cara interna y externa de los muslos
  • Síntomas depresivos asociados al dolor

Cómo diagnosticar las varices pélvicas

¿Sabes qué es el síndrome de congestión pélvica?¿Sabes qué es el síndrome de congestión pélvica?

El uso de técnicas de imagen, como el ultrasonido abdominal o el ecodoppler transvaginal, son dos de las principales pruebas que los especialistas solicitan cuando sospechan de la presencia de un SCP. Otra técnica radiográfica eficaz, y que el Dr. Puras considera como "el patrón de oro para el diagnóstico del SCP" es la flebografía; un método que emplea fluoroscopia, y que permite valorar y evidenciar la presencia de varices pélvicas y determinar los patrones de reflujo y obstructivos mediante contrastes de los distintos territorios vasculares afectados. Además, para una correcta evaluación y diagnóstico también es útil una anamnesis y valoración del historial clínico del paciente.

Tratamientos para el SCP

Aunque el tratamiento farmacológico puede resultar útil para el alivio del dolor, la técnica más eficaz, hasta el momento, es la embolización, un procedimiento que consiste en ocluir las venas afectadas -para que no puedan seguir agrandándose con sangre- evitando que se desarrollen nuevas varices. Según el Dr. Puras, esta técnica "reduce el dolor hasta en un 85% de los casos, a un plazo de 2 años, y no provoca cambios significativos en cuanto al ciclo menstrual y la fertilidad a largo plazo".

Otras de las ventajas que presenta la embolización son:

  • Distintos estudios la avalan como una técnica exitosa, segura y efectiva.
  • El procedimiento es mínimamente invasivo, ya que se usa anestesia local.
  • La rapidez en el desarrollo de la intervención, que no suele durar más de 2 horas.
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