La dermatitis atópica es una dolencia que afecta de forma especial a los niños y que se ve influenciada por múltiples factores, muchos de ellos desencadenantes de los brotes, como pueden ser infecciones virales, vacunas, periodos de estrés o exposición al cloro, entre otras. Pero, al fin y al cabo, todos ellos son factores externos que pueden afectar de manera puntual o incluso pueden ser evitados. Sin embargo, se ha demostrado que también las condiciones climatológicas ejercen efecto sobre la dermatitis, especialmente la temperatura y la humedad.

¿Por qué en invierno la dermatitis atópica empeora?

La doctora María Calvo Pulido, especialista en Dermatología del Complejo hospitalario Ruber Juan BravoEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos comenta que "durante los meses de invierno aumentan mucho las consultas de dermatología pediátrica, por empeoramiento de los casos de dermatitis atópica".

Por una parte, las bajas temperaturas reducen la producción de grasa protectora de la piel, lo que provoca la deshidratación de la misma y hace más probable la formación de eccemas. Pero es que además, en contra de lo que pueda parecer, en invierno nuestro entorno es más seco, lo que aumenta aún más la dificultad de la piel para hidratarse. Es cierto que normalmente en los meses invernales llueve más y la humedad relativa del aire es mayor, pero precisamente por esa misma razón pasamos más tiempo en el interior de las casas, con la calefacción puesta, que reseca mucho el ambiente.

La dermatitis atópica empeora en inviernoLa dermatitis atópica empeora en invierno

¿Cómo prevenir los brotes de dermatitis atópica?

La mejor prevención es mantener la piel hidratada. La especialista nos da estos consejos.

  • Aplicar una crema hidratante todos los días. Contribuye a mantener el equilibrio lipídico de la piel y, en bebés, ha demostrado reducir el riesgo de que desarrollen la enfermedad.
  • Evitar el uso de detergentes agresivos para la higiene. Es más aconsejable emplear productos de limpieza sin jabón o aceites limpiadores, que mantienen el manto lipídico de la piel y proporcionan sensación calmante del picor.
  • Usar tejidos naturales. Es preferible elegir prendas de lino o algodón.
  • Humidificar el ambiente.
  • Evitar el uso de suavizantes o productos con excesivo perfume.
  • Utilizar cremas barrera para el baño en piscina.

Detección y tratamiento

Si, pese a mantener una hidratación adecuada de la piel, la piel de los niños de pronto presenta zonas secas, rojas y con mucho picor, es necesario consultar con un dermatólogo pediátrico, ya que es muy probable que haya que realizar un tratamiento específico.

"Los brotes de dermatitis atópica provocan en los niños irritabilidad, mal descanso, falta de concentración y pérdida de autoestima, por lo que considero necesario realizar un tratamiento adecuado de los mismos", concluye la especialista.

Etiquetas