Si a todos nos afecta la llegada del frío, a los niños aún más, ya que les hace más propensos a contraer enfermedades. El doctor Fernando Cabañas González, jefe del Departamento de Pediatría de los hospitales Universitario Quirónsalud MadridEste enlace se abrirá en una ventana nueva y Quirónsalud San JoséEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos explica que el frío aumenta la aparición de algunas enfermedades, especialmente las que afectan a las vías respiratorias, como las gripes, resfriados, bronquitis, faringitis y otras más graves como la neumonía. Por ello recomienda adoptar algunas medidas preventivas que eviten contraerlas y que los niños se contagien entre sí.

Evitar el contagio entre niños en otoñoEvitar el contagio entre niños en otoño

El hecho de que los pequeños sean especialmente propensos es debido, por una parte, a que su sistema inmunológico no es lo suficientemente maduro y por tanto no se defiende como el de un adulto frente a la misma enfermedad. Y, por otro lado, los niños respiran más por la boca que los mayores, que lo hacemos principalmente por la nariz. Esto significa que los microorganismos se "saltan" la barrera natural de defensa que forman los cilios y mucosas nasales y penetran directamente al organismo. Pero es que además esa propia barrera innata que tenemos en la nariz ve mermada su eficacia debido precisamente al frío. Y por si todos estos problemas no fueran suficientes, algunos virus, como el de la gripe, se recubren de una coraza resistente al frío que les protege y les facilita seguir contagiando a otras personas.

Cómo se produce el contagio

El mecanismo es principalmente a través del aire, por lo que resulta facilísimo contagiarse en el colegio o la guardería, en el parque, etc. Además, al toser o estornudar se expulsan pequeñas gotas en suspensión que se pueden inhalar. Igualmente, si se toca con las manos cualquier objeto que haya estado expuesto al virus, se puede producir el contagio.

Consejos para prevenir las enfermedades otoñales

El especialista nos ha dado una serie de recomendaciones.

  • Abrigar bien a los niños para evitar los cambios bruscos de temperatura al salir, y quitarles las prendas de abrigo en el interior para no sudar y que luego se enfríen en el exterior.
  • Evitar, en la medida de lo posible, los lugares concurridos.
  • No fumar en su presencia y evitar que tengan contacto con el humo de tabaco.
  • Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, sobre todo al llegar a casa.
  • Ofrecerles alimentos ricos en vitaminas A y C como limón, naranja, lima, mandarina y verduras de hoja verde oscura, para fortalecer su sistema inmunológico.
  • Hacer que beban líquido en abundancia.
  • Ventilar la casa para que el aire se renueve.
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