Así afecta el sol a los ojos
Hablamos de los efectos del sol en la vista y te ayudamos a elegir las gafas de sol más adecuadas para todo el año
Con la salud de los ojos, ¡no te la juegues! Cuando te expones al sol sin gafas de sol, o utilizas un modelo no homologado, puedes poner en riesgo tu vista. El doctor Rafael Gil Piña, jefe de servicio de Oftalmología del Hospital Quirónsalud Huelva, nos indica que "el sol afecta a los ojos si se toma sin protección, fundamentalmente a la córnea, el cristalino y la retina". Te contamos los daños que puede causar en los ojos y te ayudamos a escoger las gafas de sol más adecuadas.
Efectos del sol en los ojos
La córnea, el cristalino y la retina son las zonas del ojo que más sufren los daños del sol. Así, una exposición prolongada y sin protección puede provocar secuelas, como:
- Queratitis. El sol puede dañar la córnea y causar esta infección ocular que provoca síntomas muy molestos en el ojo, como escozor, dolor, sensación de arenilla e incluso pérdida de visión.
- Fotofobia. La radiación solar sobre el cristalino puede incrementar la fotofobia en personas que tienen cataratas, haciendo que sea muy complicado permanecer en sitios con demasiada luz. Además, existe una clase de cataratas que se relacionan con la larga exposición a la radiación solar.
- Pterigium u otras lesiones. En casos graves, la retina puede sufrir lesiones de tipo macular a causa del sol, e incluso un agravamiento de la degeneración macular, lo que conlleva una mayor pérdida de visión. Otro riesgo de la luz ultravioleta del sol es la aparición de lesiones corneo conjuntivales como el pterigium.
¡Atención a los ojos claros!
En general, los ojos claros son más sensibles a la luz solar, ya que cuentan con menos protección que los oscuros. Esto se debe a que los claros tienen menos pigmento, y por tanto la luz que entra en el ojo no se absorbe bien sino que se refleja en su interior, lo que provoca una saturación de los receptores.
Otro factor que aumenta el riesgo de sufrir los daños en los ojos por efecto del sol es la edad, siendo estos más frecuentes en personas adultas que en niños.
Cómo evitar los daños del sol en la vista
Para cuidar nuestros ojos todo el año, lo más importante es utilizar gafas de sol homologadas que incluyan un filtro adecuado. En ello insiste el doctor Gil: "Siempre deberíamos protegernos los ojos de la luz solar, sobre todo en la playa, alta montaña y sitios donde las radiaciones sean mayores, especialmente si existen patologías degenerativas previas, utilizando un filtro para la luz que solo se consigue con gafas de sol, ya que las lentes de contacto no llevan filtros". Además, hay que tener en cuenta que los rayos de sol se reflejan en el agua y la nieve, aumentando así su efecto dañino, así que las gafas de sol no pueden faltar cuando estamos expuestos a ello.
Antes de comprar gafas de sol: fíjate en esto
A la hora de elegir gafas de sol, es importante que, además de estar homologadas, incluyan el tinte de la lente y el filtro, que son sus dos mecanismos de protección.
El tinte es el color oscuro de la lente que ayuda a filtrar la luz directa para que no moleste a los ojos. Pero esto no protege a la vista de la radiación ultravioleta UVB y UVA, cuyo efecto es más dañino y no se percibe. Para lograr esta protección, es necesario que las gafas de sol cuenten con un filtro en la lente. Así lo advierte el doctor: "El color de la lente filtra la luz, actúa como una cortina, puede ser más o menos tupida. Una cosa es la protección frente a los rayos UV y otra es filtrar la luz para evitar molestias".
Actualmente, existen cinco categorías de filtros, entre las que nuestro experto nos aconseja optar por la tres, "ya que deja pasar entre un 8 y un 18 % de luz, que es suficiente para la mayoría de los casos con luz intensa". No obstante, para los aficionados al esquí y otros deportes en la nieve, el doctor puntualiza que "la categoría 4 sería la que deberíamos utilizar en deportes de nieve, alpinismo o en el desierto y no son aptas para conducir".
Cristales polarizados, ¿sí o no?
Las gafas de sol polarizadas combaten los reflejos del sol, pero esto no quiere decir que protejan de la radiación solar. Para ello, debemos asegurarnos de que el filtro de la lente está incluido.
¡Ojo con las gafas de sol no homologadas!
El consejo de nuestro oftalmólogo es adquirir las gafas de sol en un establecimiento especializado, ya que, según nos señala, "el filtro de protección UV no está presente en la mayoría de las gafas de sol compradas en mercadillos o tiendas del tipo ‘todo a un euro’ que pueden resultar peligrosas para la visión".
Otro detalle a tener en cuenta es que nuestros ojos se exponen a un riesgo todavía mayor si utilizamos gafas de sol sin filtro. Según nos explica nuestro doctor, "el ojo humano tiene un mecanismo natural para protegerse de la radiación solar: ante mayor cantidad de luz las pupilas se contraen, y en la oscuridad las pupilas se dilatan; de ahí el riesgo de utilizar unas gafas no homologadas, ya que las pupilas se dilatan por encontrarse en un ambiente más oscuro gracias al tinte de la lente, y, al no proteger contra los rayos UV, dejan pasar el doble de radiación nociva que si no las llevásemos puestas".
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