Cremas solares, a estudio
Este verano, ¡evita las dudas con el fotoprotector! Nuestros dermatólogos responden a las preguntas más planteadas
Cuando piensas que ya lo sabes todo acerca de las cremas solares, de repente te asaltan dudas como… ¿qué quiere decir que una crema tiene factor +50? ¿que me protege 50 veces más que si no me aplicara nada? ¿que me protege el doble que una de 25? ¿Qué se aplica antes, el repelente o la crema para el sol?
A esto se añaden otras preguntas que se repiten cada verano a la hora de elegir el fotoprotector adecuado para nosotros, y sobre todo para los más pequeños. Y es que las cremas solares son muy importantes para protegernos del cáncer de piel y, al mismo tiempo, mantener nuestra piel joven, sin manchas ni arrugas.
Para que este año no resulte un caos, respondemos a las preguntas más formuladas en nuestras consultas de Dermatología.
Significado del factor de protección solar
Todas las cremas solares incluyen un número en su envase que se refiere al factor de protección solar, y que suele venir indicado por sus siglas en español FPS o en inglés SPF. ¿Sabes qué significa?
El FPS o SPF nos está indicando la protección de esa crema frente a la radiación ultravioleta. En este sentido, el doctor Jorge Soto de Delás, jefe de servicio de Dermatología de la Policlínica Gipuzkoa, nos lo explica con un ejemplo: "Un índice de protección solar 50 indica que vamos a tardar 50 veces más en quemarnos que si no nos hemos aplicado la crema". Es decir, que un índice mayor no protege más, sino que es una medida relativa del tiempo que tardarás en quemarte.
Pero, para que cumpla con este propósito, hay que poner cierta cantidad del producto, y la realidad es que generalmente nos ponemos mucho menos de lo necesario. Al respecto, nuestro doctor señala que "está calculado que cuando un usuario se aplica un 50, con la cantidad que normalmente extiende en su piel, realmente va a aplicarse un índice 3 o 4". Esto significa que "si se quema en 20 minutos multiplicado por 4 se quemará en 80". Por eso no solo es importante escoger un FPS igual o mayor de 30, sino que también debe repetirse su aplicación cada hora y media o dos horas.
Cabe añadir que ningún fotoprotector ofrece una protección al 100%, por lo que es necesario combinarlo con otras medidas preventivas, como evitar la exposición solar durante las horas centrales, usar gorros de ala ancha y llevar gafas de sol, entre otras.
Cuándo y cómo se debe aplicar la crema solar
- Aplica cada día tu crema solar media hora antes de la exposición solar, incluso si el día está nublado o si vas a permanecer bajo una sombrilla.
- Pon una cantidad generosa del producto, como si fuera una cucharada de postre en cada zona, ya sean las extremidades, el escote, la espalda o la cara.
- No te olvides de aplicar la crema también en el cuello, las orejas, la nuca, las plantas de los pies, el escote, los hombros y el cuero cabelludo, que son zonas muy sensibles.
- Protege tus labios con protector labial.
- Repite la aplicación cada dos horas.
- Vuelve a ponerte crema solar después de un baño o si tienes sudoración excesiva, así mantienes su eficacia.
Qué criterios deben cumplir los fotoprotectores
Existe una amplia variedad, como fluidos, antiedad, compactos, específicos para pieles con alergia al sol o atópicas, etcétera. De hecho, se podría decir que hay una crema solar para cada necesidad, y nuestros dermatólogos pueden guiarnos para escoger el producto más aconsejado para el tipo de piel, los hábitos, las enfermedades y los antecedentes familiares.
No obstante, existen ciertos criterios que las cremas solares deben cumplir, dejando de lado el resto de las características que pueden adaptarse mejor a nuestra piel. Acerca de ello, la doctora Ana María Molina Ruíz, dermatóloga del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, nos indica que lo ideal que incluyan:
- Un factor de protección de 50+, tanto para la cara como para el cuerpo.
- Protector frente a UVA.
- Protección frente a la radiación infrarroja.
- Protección frente a la luz azul, que también puede pigmentar la piel.
¿Son distintas las cremas de cara y de cuerpo?
En principio, y pese a que el objetivo común es la protección solar, por lo general las cremas faciales incluyen en su composición activos antiarrugas y además suelen ser hipoalergénicas y casi siempre oftalmológicas, de manera que si por accidente penetra en las mucosas, estas no se irriten ni produzcan daños.
Atención a la fecha de caducidad
Si rescatas cada verano los envases medio llenos del año pasado, ¡cuidado, porque es posible que hayan perdido la eficacia!
El doctor Rafael González de Caldas Marchal, especialista en Pediatría del Hospital Quirónsalud Córdoba, nos recomienda que "no deben mantenerse los protectores solares de un año a otro". En general, una vez abierto el envase, la validez del fotoprotector es de un año, aproximadamente, además debes comprobar la fecha de caducidad antes de aplicarlo.
¿Las cremas solares resisten el agua?
Lo cierto es que, aunque el envase indique que la crema solar es a prueba de agua, debemos tomarlo con precaución, ya que aguantan un tiempo. A esto se añade que, además de la cantidad de crema que pueda irse con el baño, al secarnos con la toalla podemos llegar a eliminar hasta el 85% del filtro solar. Igualmente, esta recomendación se extiende en el caso de que se produzca una sudoración excesiva.
Por todo ello, nuestros dermatólogos de Quirónsalud Córdoba aconsejan volver a aplicar el fotoprotector después de un baño prolongado, aunque nuestra crema sea resistente al agua.
Características ideales en la crema solar infantil
Hay que tener en cuenta que su piel todavía no les protege de manera adecuada frente al sol. Por eso, el pediatra González de Caldas nos destaca la importancia de protegerles, incluso en los días nublados.
Es preferible escoger las cremas solares específicamente elaboradas para los niños, ya que, aunque dependerá del fabricante, deberían ser más untuosas que las de los adultos, y no deberían contener bases alcohólicas para evitar que se seque su piel, mucho más sensible. Igualmente, carecen de perfumes o conservantes para que no se produzcan reacciones alérgicas.
Otras características que debes tener en cuenta en las cremas solares para niños:
- Los fotoprotectores más recomendados para bebés y niños son las cremas y leches hidratantes.
- Elige productos que contengan protección frente a la radiación ultravioleta UVB, que es la causante de las quemaduras solares; frente a los rayos UVA, que causan el envejecimiento cutáneo, y que además incluyan otros filtros como infrarrojos y luz visible, para que sean más completos.
- Asegúrate que tiene un factor de protección solar mayor de 50, o como mínimo de 30, ya sea para la cara como para el cuerpo.
- Aplica las cremas resistentes al agua, porque los niños suelen tomar largos baños en la piscina y en la playa, o juegan, lo que les hace sudar en exceso, poniendo en riesgo la eficacia.
- Elige productos hipoalergénicos, libres de perfumes y con pantallas físicas, ya que suelen causar menos alergias.
- En menores con alguna dermatosis, podemos buscar una crema que contenga calmantes o hidratantes, dependiendo del problema cutáneo.
- En bebés de menos de 6 meses, no es aconsejable aplicar protectores solares, a excepción de pequeñas cantidades, con FPS de 50, en el dorso de la mano o la cara, si no es posible prevenir la exposición solar de las mismas.
Por último, cabe añadir que no se recomienda la exposición solar directa en los menores de un año, y que deben evitar las horas centrales, de 12.00 a 16.00 horas.
¿Es recomendable combinar el protector con crema hidratante?
Sí, la hidratación de la piel es fundamental durante todo el año, y todavía más en verano, ya que los rayos de sol, en combinación con los baños en las piscinas, pueden acabar resecando la piel e irritándola. Desde el departamento de Dermatología del Hospital Quirónsalud Tenerife nos recomiendan "utilizar un emoliente adecuado para recuperar la hidratación".
Cabe añadir que, después de exponer la piel al sol, esta necesita hidratación, ya que lo que sufre es, ni más ni menos, que falta de agua. Por eso es muy importante aplicar cremas específicas, ya que contienen agentes como el aloe vera o la urea, capaces de calmar la piel y reparar el daño oxidativo producido por la radiación solar.
Qué se aplica antes, el repelente o la crema solar
Cuando nos vamos de excursión y queremos protegernos tanto del sol como de los mosquitos, nos asalta la duda: "¿Qué producto me pongo antes?".
La respuesta es aplicar en primer lugar una cantidad adecuada de crema para el sol y después el repelente. Esto se debe a que el segundo desprende un olor que ahuyenta a los mosquitos, así que es importante aplicarlo al final para que su efecto continúe.
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