Pronóstico del cáncer de mama en la actualidad
Cómo se plantea el futuro de esta enfermedad oncológica
La detección precoz, el estudio del factor genético y los avances en los tratamientos son las principales claves que nos acercan a un mejor pronóstico en el cáncer de mama, incluso en los estadios avanzados.
Se estima que más de 32.536 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de pecho en el año 2019, situándose entre los más frecuentes de la salud femenina. Pero, afortunadamente, el futuro nos abre la posibilidad de empezar a identificar este cáncer con una enfermedad crónica con la que se puede vivir. De hecho, se calcula que el 90% de los casos se superan o cronifican obteniendo, además, una buena calidad de vida.
Te contamos las claves y el pronóstico de esta enfermedad.
Cómo detectar el cáncer de mama
La detección temprana es un factor muy importante en el abordaje del tumor de mama. Por eso, es importante no solo revisar el aspecto de los pechos, sino también realizar una palpación, o autoexploración, en casa de forma periódica. Si notas cualquier anomalía o tienes más de 50 años, entonces es recomendable que acudas a la consulta donde te ayudan a resolver tus dudas.
Autoexploración de mamas: cómo y cuándo
Su principal ventaja es que se trata de una medida que puedes practicar tú misma. El doctor Jose Miguel Jurado García, especialista en Oncología del Hospital Quirónsalud Málaga, nos apunta que "la autoexploración es el primer factor de detección precoz de cáncer de mama, es una acción sencilla que se puede realizar en cualquier momento y que nos permite descubrir alguna señal que nos haga sospechar".
Eso sí, te recomendamos que no lleves a cabo el decálogo de la autoexploración mamaria durante la menstruación, porque la forma del pecho puede cambiar en este periodo. Es preferible que esperes a que haya pasado una semana desde el ciclo menstrual.
La autoexploración te permite comprobar la aparición de un bulto en el pecho, que es la señal más conocida, aunque no siempre es un síntoma de cáncer mamario, por lo que requiere la valoración médica. Pese a ser el indicio más frecuente, no es el único, tal y como nos indica nuestro oncólogo, "hay otros, como la retracción del pezón o el cambio de coloración de mama, que pueden ser también síntoma y que deben ser analizados en profundidad por un especialista".
Aunque está claro que conocer la forma de tus pechos te facilita la comparación entre los dos, así como la detección de una asimetría fuera de lo habitual, existen casos en los que se complica este examen. Esto ocurre, por ejemplo, en las mujeres, sobre todo jóvenes, que presentan mastopatía fibroquística, ya que provoca la aparición de quistes en el pecho. Si es tu caso, puedes apoyarte en el especialista, quien ayuda a descartar la presencia de un bulto maligno o la posible evolución de la mastopatía en un tumor de mama.
La mamografía: a qué edad
Se trata de la prueba diagnóstica del cáncer de mama por excelencia. Aunque es la técnica más utilizada, todavía permanece la duda de cuál es la edad idónea para empezar con las mamografías. El doctor Jurado nos responde que "cualquier mujer mayor de 50 años debe realizarse una mamografía una vez al año".
Al mismo tiempo que se realiza esta técnica diagnóstica y se analizan los resultados, se debe continuar con la autoexploración de los pechos y aprender la forma correcta de hacerlo, porque esto supone una ayuda preventiva adicional. "La detección precoz es el principal factor para curar esta patología y ofrecer a la paciente la mejor calidad de vida", concluye nuestro especialista en Oncología.
El factor hereditario en el cáncer
Los avances en genética han hecho que los pacientes oncológicos se pregunten cuál es la probabilidad de que otro miembro de la familia también padezca esta enfermedad. La respuesta es que en el 20% de los casos hay una historia familiar anterior de esta patología, pero no siempre se debe a un factor genético, sino que puede ser una coincidencia, factores del entorno o un estilo de vida parecido. De hecho, el componente hereditario está presente en torno al 5-10% de los tumores. Al respecto, nuestro especialista en Oncología nos apunta que "hay, en general, familias que tienen más probabilidad de padecer cáncer".
Cuando un cáncer de pecho se diagnostica a una madre o a una hermana, es decir, familiares cercanos, puede plantearse la realización del consejo genético, que consiste en "analizar en la persona si existe alguna mutación del gen BCRA que aumente la posibilidad de padecer cáncer", nos describe nuestro oncólogo. Esto permite hacer un seguimiento cercano del miembro de la familia en riesgo y, si es preciso, practicarle una cirugía de prevención.
Qué cabe esperar tras el diagnóstico de cáncer
El pronóstico del cáncer se dirige hacia una perspectiva de futuro más prometedora. Según nos explican nuestros especialistas en Oncología del Hospital Quirónsalud Málaga, más del 55% de los tumores a nivel global se curan o se cronifican.
En el cáncer de seno, el futuro también es alentador. El doctor José Claudio Maañón, jefe de la Unidad Integral de Mama del mismo centro hospitalario, nos indica que "gracias a las revisiones médicas, las ecografías y mamografías, y los tratamientos actuales, la enfermedad se supera o se cronifica en el 90% de los casos".
La evolución de los tratamientos del cáncer de pecho
Los avances en biología molecular y genómica han favorecido el progreso de las terapias oncológicas. Además, el doctor Maañón añade que "hoy tenemos la posibilidad de ajustar y, cada vez más, personalizar cada tratamiento. Contamos no solo con factores pronósticos, sino también con factores predictivos de respuesta a determinados fármacos en función de cada paciente".
Esta evolución es muy notable en:
- Inmunoterapia, que consiste en administrar una medicación que provoca la reacción del sistema inmune.
- Nueva medicación, como los inhibidores de la aromatasa que disminuyen los niveles de estrógeno. El mecanismo de acción de estos fármacos es dificultar que la aromatasa una enzima del tejido adiposo, convierta a otras hormonas en estrógeno, que puede en ocasiones actuar como estimulador del crecimiento de las células del tumor de pecho.
A su vez, estos progresos descubren nuevos escenarios, como nos cuenta el doctor Maañón: "En el futuro, es muy posible incluso que, con los avances en técnicas radiológicas intervencionistas, no sea ni siquiera necesaria la cirugía en algunos casos. También es posible que la cirugía solo se indique en algunas lesiones benignas, en lesiones de alto riesgo o en portadoras de mutaciones genéticas con alto riesgo de desarrollar cáncer de mama". No obstante, en la actualidad, la intervención quirúrgica sigue teniendo un papel muy importante, por lo que debe ser realizada por profesionales especializados.
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