Inflamación abdominal, gases, diarrea o estreñimiento pueden ser síntomas de intolerancias alimentarias. Lamentablemente, estos trastornos se encuentran, en ocasiones, infradiagnosticados, e incluso tienen efectos tan parecidos que es complicado distinguir de cuál se trata en realidad.

Una de las aplicaciones de la genética consiste en analizar el ADN para detectar qué alimentos provocan una reacción anormal en el organismo, así como para descartar la presencia de otras intolerancias digestivas o genéticas cada vez más frecuentes, como la celiaquía.

Te explicamos los 3 estudios genéticos que te ayudan a saber si eres intolerante a algún alimento analizando tu ADN.

Test genético de intolerancias alimentarias A200

¿Y si a través de tu ADN pudieras saber qué alimentos hacen reaccionar a tu sistema inmunitario afectando negativamente a tu calidad de vida? Esto es posible con el estudio de hipersensibilidad alimentariaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, que analiza la respuesta del sistema inmune frente a más de 200 alimentos con una muestra de sangre.

Estudios genéticos de intolerancias alimentariasEstudios genéticos de intolerancias alimentarias

En concreto, este test de ADN evalúa el grado de intolerancia alimentaria a través de un análisis en el que se utiliza tecnología microarray, que es mucho más objetiva que otros métodos como la biorresonancia. Esto permite cuantificar los niveles de anticuerpos de tipo IgG o inmunoglobulinas específicos ante un alimento.

No hay que olvidar que las intolerancias alimentarias están mediadas por estos anticuerpos IgG, y que los síntomas aparecen de forma más retardada que en el caso de las alergias alimentarias, lo que dificulta su diagnóstico.

Diseñar la dieta sin los alimentos perjudiciales

Tras 17 días laborales, se obtiene un informe con los alimentos que provocan unos niveles anormales de anticuerpos IgG y, por lo tanto, hipersensibilidad. Esta información permite diseñar una dieta más personalizada, teniendo en cuenta las pautas para sustituir por otros los alimentos que pueden causar distensión abdominal, migrañas y problemas para perder peso, entre otros efectos.

Síntomas relacionados con las intolerancias alimentarias

Se aconseja realizar este test a las personas que muestran alguno de estos síntomas, no tienen un diagnóstico que los explique y no mejoran con el tratamiento médico tradicional:

  • De tipo gastrointestinal, como dolor e hinchazón en el abdomen, estreñimiento, diarrea y náuseas.
  • De tipo dermatológico, como acné, psoriasis, eczema y urticaria.
  • De tipo respiratorio, como tos, asma, bronquitis y rinitis crónica.
  • De tipo endocrino, por ejemplo, retención de líquidos y obesidad.
  • De tipo muscular, como rigidez, artritis y fibromialgia.
  • De tipo neurológico y psicológico, por ejemplo, dolor de cabeza, migraña, mareo, ansiedad y depresión.

Cabe señalar que esta prueba para intolerancias alimentarias no se recomienda cuando se está realizando un tratamiento inmunosupresor, hay que acudir en ayunas de 6 horas y sin haber tomado corticoides.

Intolerancias digestivas al gluten, a la lactosa y DAO

Con una muestra de sangre, esta prueba genética consigue aislar el ADN para estudiar los genes que se relacionan con:

  • La intolerancia al gluten.
  • La intolerancia a la lactosa.
  • El déficit de la enzima DAO o histaminosis, que causa migraña, fatiga, dolor muscular y problemas digestivos y respiratorios.

Para qué sirve este test de intolerancias digestivas

  • Diagnosticar temprano las intolerancias genéticas digestivas, lo que permite prescribir antes la terapia.
  • Prevenir los efectos adversos procedentes de una falta de diagnóstico.
  • Confirmar que no existe una intolerancia al gluten o a la lactosa o un déficit de DAO, con casi un 100% de la seguridad, en el caso de que el resultado sea negativo.
  • Prevenir estas intolerancias digestivas y sus consecuencias en otros familiares, ya que son enfermedades con factor hereditario.

Otra ventaja de esta prueba de intolerancias digestivas es que solo se debe realizar una vez en la vida, ya que el ADN no sufre variaciones, por lo que la información sirve para siempre. Por este mismo motivo, los datos que se obtienen resultan de utilidad para el resto de los miembros de la familia.

Cuándo se debe realizar

Se recomienda sobre todo en personas con alguna de estas molestias:

  • Problemas digestivos, manifestando malabsorción, diarrea u otros efectos de intolerancias alimentarias.
  • Molestias no digestivas, entre los que se encuentran los dolores de huesos y de articulaciones, el cansancio, la osteoporosis y las migrañas.
  • Anemia, trastornos de la coagulación sanguínea y otras alteraciones en las analíticas.

Estudio de intolerancias al gluten, lactosa y fructosa

La enfermedad celíaca o intolerancia al gluten, la intolerancia a la lactosa y la intolerancia a la fructosa tienen una base genética. Mediante este estudio de ADN puedes saber el riesgo de desarrollar estas enfermedades. De hecho, cuando se obtiene un resultado negativo, es posible descartar la aparición de estas intolerancias con un 99% de seguridad.

Otra de las ventajas de realizar este test de intolerancias genéticasEste enlace se abrirá en una ventana nueva es que permite distinguir de cuál se trata, aunque los síntomas sean muy parecidos. Esto facilita la preparación de una alimentación individualizada, así como la sustitución de los alimentos que nos perjudican por otros que nos ayudan a seguir una dieta equilibrada.

Cabe señalar que, para realizar este estudio de intolerancias genéticas, únicamente se necesita una muestra de sangre y no es necesario acudir en ayunas. Y, como se trata de trastornos con predisposición hereditaria, lo más adecuado es realizarla a los familiares de primer grado, como padres, hijos y hermanos. Además, al igual que el ADN no sufre variaciones a lo largo de la vida, tampoco lo harán los resultados, por lo que solo se necesita hacer una vez.

A quiénes está indicado el estudio genético de intolerancias

En general, está dirigido a cualquier persona que quiera saber su predisposición genética a padecer intolerancia al gluten, a la lactosa o a la fructosa, y también en los casos que presenten problemas digestivos y familiares cercanos con estos trastornos.

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