Todo sobre la radiofrecuencia en nódulos tiroideos
Esta técnica de ablación reduce los nódulos tiroideos sin cirugía. Descubre cómo se realiza y cuáles son los resultados
La ablación por radiofrecuencia consigue tratar los nódulos tiroideos no cancerosos sin recurrir a la cirugía. Estos bultos aparecen en el cuello y, aunque no suelen ser graves, existen casos en los que su tamaño puede causar molestias.
El doctor Juan Carlos Percovich Hualpa, jefe de equipo de Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional, nos explica que "hoy en día muchos de estos nódulos benignos sintomáticos los tratamos con procedimientos mínimamente invasivos como la ablación percutánea por radiofrecuencia, un tratamiento ambulatorio y seguro".
Pero ¿cuáles son los síntomas de nódulos en la tiroides? ¿cómo funciona la ablación por radiofrecuencia? ¿cómo saber si se trata de cáncer?
Nódulos tiroideos: qué son y sus síntomas
Son unos bultos sólidos o quistes de líquido que aparecen en el cuello debido al crecimiento anormal del tejido de la glándula tiroides. Estos nódulos pueden ser benignos o, en un pequeño porcentaje de casos, malignos.
Cabe destacar que la mayoría de los nódulos en la glándula tiroides no son cancerosos y tampoco provocan síntomas. Sin embargo, cuando su tamaño aumenta de forma progresiva, pueden producir los siguientes problemas:
- Dificultades para respirar
- Molestias al tragar
- Compresión en el cuello
- Ronquera
- Sensación de que hay un cuerpo extraño
- Bultos visibles y otros cambios estéticos en la zona
Afortunadamente, la radiofrecuencia en la tiroides es una de las técnicas no quirúrgicas para tratar los nódulos benignos y, por tanto, mejorar estas molestias.
Radiofrecuencia en nódulos tiroideos
Esta técnica permite disminuir el tamaño de bultos o quistes no cancerosos en la tiroides. El doctor señala que "la ablación por radiofrecuencia nos permite reducir hasta en un 70% el volumen de los nódulos tiroideos sin la necesidad de hacer cirugía"
Además, la radiofrecuencia no afecta a la función de la tiroides y tampoco necesita extraer tejido sano de la tiroides. El doctor afirma que "comparado con la cirugía abierta es un procedimiento menos invasivo, que permite una rápida recuperación y excelentes resultados estéticos, ya que no requiere hacer una herida y, por tanto, no deja cicatrices en el cuello".
Cómo se realiza la ablación de nódulos tiroideos sin cirugía
Este tratamiento utiliza un electrodo fino o aguja especial para realizar la punción del nódulo y aplicar calor de forma controlada a través de uno de los extremos.
Primero, la punta del electrodo se coloca dentro del nódulo y, a continuación, se transmite un pulso de corriente eléctrica que propicia una energía de alta frecuencia. Esto origina una fricción molecular y calor, lo que da lugar a la desnaturalización de las células del nódulo en la tiroides y a la reducción del tamaño de estos bultos.
Después de realizar la ablación de una zona del nódulo, se mueve el electrodo a otra área para repetir el proceso.
Cabe añadir que este procedimiento es seguro. Por un lado, la temperatura del electrodo se controla durante todo el tratamiento. Igualmente, el doctor añade que "en todo momento se vigila la posición de la punta activa del electrodo mediante la ecografía".
Asimismo, se realiza bajo sedación consciente o anestesia local, tal como aclara el experto: "El paciente se acuesta boca arriba con el cuello extendido y se le administra anestesia local en el sitio de entrada de la aguja".
Duración del tratamiento en la tiroides
Dependerá del número de nódulos y del tamaño. Para hacernos una idea más precisa, el doctor nos indica que "en los casos de nódulos únicos de contenido sólido y con tamaños menores a 4 centímetros, tardamos de 15 a 20 minutos en promedio en realizar la ablación".
A esto hay que añadir un par de horas de observación tras la intervención, durante las que se aplica hielo local. Una vez transcurrido este tiempo, se realiza una ecografía de control y, si así lo confirma el equipo médico, el paciente puede volver a casa.
Resultados y efectos tras la radiofrecuencia de nódulos
Generalmente, solo es necesario una única sesión. El doctor nos lo explica así: "El día de la intervención conseguimos la vaporización de la lesión y la necrosis coagulativa del área circundante, pero eso es solo parte del efecto; poco a poco, con el paso del tiempo el nódulo seguirá reduciendo su volumen y el paciente sentirá una mejoría progresiva de sus síntomas". Después de la intervención es necesario realizar ecografías de control durante un tiempo.
Por último, de los posibles efectos secundarios de la ablación de nódulos con radiofrecuencia, el doctor nos señala que "en algunos casos los pacientes pueden presentar dolor leve transitorio en las primeras 24 horas, que se resuelve con analgésicos convencionales". También pueden aparecer pequeños hematomas que desaparecen de forma espontánea en los días posteriores.
Cómo saber si un nódulo tiroideo es canceroso o no
La mayoría de estas lesiones no supone un riesgo de cáncer. Pero, aun así, es fundamental evaluarlas y realizar un seguimiento, ya que existe un pequeño número de casos en los que sí se trata de cáncer de tiroides.
Una de las técnicas de diagnóstico es la biopsia por aspiración con aguja fina, que ayuda a tomar una muestra del tejido y analizarla. "Si esta biopsia indica la presencia de células cancerosas, o se sospecha que lo sean, lo recomendable es el tratamiento quirúrgico, en el que, generalmente, se extirpa el tumor y toda o parte de la glándula tiroides", concluye el especialista.

Orientador de salud personal
¿Necesitas más información sobre esta prueba o tratamiento? Tengas o no seguro médico, nuestros equipo de expertos de Quirónsalud te ayudarán de forma gratuita.
© 2025 Quirónsalud - Todos los derechos reservados