La lengua y la base de la boca están unidos por el frenillo lingual, que es una pequeña membrana que facilita los movimientos de la lengua. Entre un 5 y un 10% de los bebés nacen con el frenillo de la lengua muy corto, lo que provoca una serie de consecuencias en la lactancia, la deglución y, cuando son más mayores, en el habla.

Afortunadamente, existe una operación para cortar el frenillo lingual a los bebés, y también a niños algo mayores, con resultados muy positivos. Además, es posible el acompañamiento de los padres hasta quirófano con el objetivo de disminuir la ansiedad antes de la cirugía.

Conoce cómo afecta el frenillo lingual corto y en qué consiste la operación.

Qué pasa si un bebé tiene el frenillo lingual cortoQué pasa si un bebé tiene el frenillo lingual corto

Consecuencias del frenillo lingual corto en bebés

Se calcula que hay entre un 5 y un 10% de bebés que nacen con el frenillo de la lengua corto, y esto limita los movimientos de la lengua, provocando una serie de efectos negativos en la alimentación y, con el tiempo, en el habla.

Entre las consecuencias del frenillo de la lengua corto, el doctor Carlos Delgado Miguel, especialista en Cirugía Pediátrica del Hospital Universitario Quirónsalud MadridEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos indica que "la limitación al movimiento adecuado de la lengua dificulta la dinámica de succión y deglución durante las tomas. Se asocia a una mayor deglución de aire con un incremento posterior de cólicos e irritabilidad".

Igualmente, las madres pueden notar ciertas molestias en los pechos durante la lactancia, tal como apunta el doctor Delgado: "En casos de lactancia materna, el frenillo corto provoca un agarre inadecuado al pezón, incrementando las grietas en la areola y el dolor en las tomas".

A qué edades se detecta

Es habitual diagnosticar el frenillo lingual corto o anquiloglosia antes del primer año, especialmente cuando existe una mayor restricción.

En casos menos restrictivos, se puede detectar a partir de los 3 años por cómo afecta al habla. "Los casos en los que el frenillo lingual provoca restricción más leve al movimiento de la lengua se suelen diagnosticar entre los 3 y 4 años, cuando estos niños comienzan a tener dificultad para pronunciar las consonantes palatales, principalmente la ‘r’ y la ‘rr’, que no consiguen mejorar con logopedia", nos explica el cirujano pediátrico.

Operación del frenillo lingual corto y sus ventajas

Actualmente, existe una cirugía para cortar el frenillo lingual que está indicada tanto para recién nacidos como para niños de más de 3 años.

El procedimiento es el mismo y sólo necesita una leve sedación. El doctor Delgado nos lo explica así: "Se expone el frenillo en el quirófano y se le realiza un corte transversal con un bisturí eléctrico para evitar sangrados. Posteriormente se aplica anestesia tópica. Toda la intervención dura apenas unos minutos".

Después de la operación de frenillo lingual, los bebés pueden hacer una mejor succión y deglución de la leche, de modo que ya no ingieren tanto aire y se disminuyen los cólicos. Esto resulta todavía más beneficioso en recién nacidos con frenillos demasiado cortos y restrictivos.

Además, el doctor Delgado añade otros beneficios de operar el frenillo de la lengua: "Justo tras la cirugía ya se aprecia que levantan la lengua correctamente en el bostezo. También comenzarán a realizar movimientos con la lengua que no eran capaces de hacer debido al anclaje que padecían. En pocos días se observa una mejora evidente en la mecánica de succión".

Cirugía de frenillo lingualCirugía de frenillo lingual

La importancia del acompañamiento de los padres

Es lógico que las familias sientan cierto temor ante cualquier cirugía. De ello nos habla el doctor: "Cualquier intervención quirúrgica genera ansiedad y preocupación en los padres. Además, la separación del niño de sus padres le genera ansiedad y estrés extra".

Para evitar esta situación de estrés para padres e hijos, desde el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid se fomenta el acompañamiento hasta el quirófano. Sobre este punto, nuestro cirujano nos describe que "el bebé o el niño entran en quirófano en brazos de su padre o de su madre y no se separan de su lado hasta que se les induce la sedación. El niño se queda dormido en contacto con su padre o su madre, agarrándole de la mano o cantando una canción. La última cara que ve el niño antes de la intervención y la primera al despertarse es la de su padre o su madre".

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