La hora a la que cenas puede ayudar a controlar el peso, contribuir al aprovechamiento de nutrientes que consumes o favorecer la digestión. Por esta razón, no solo es fundamental prestar atención a qué comes sino también a cuándo lo haces. De ello habla la crononutrición, un enfoque nutricional que indica el momento ideal para las comidas.

Descubre las mejores horas para consumir carbohidratos y otros alimentos, y los beneficios de cenar temprano.

Por qué es importante la hora de la comida y la cena

Cuándo ingerimos ciertos alimentos puede favorecer el metabolismo y el aprovechamiento de nutrientes por parte del cuerpo. Esta idea se plantea en la crononutrición, una estrategia nutricional que recomienda los mejores momentos para comer o cenar.

En más detalle, María Valero, especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari DexeusEste enlace se abrirá en una ventana nueva, nos explica que "se sugiere que comer ciertos tipos de alimentos en momentos específicos del día puede optimizar la digestión, la absorción y la utilización de nutrientes, así como mejorar el control del peso y la energía".

Así, la crononutrición señala que es mejor consumir carbohidratos complejos y proteínas a la hora de desayunar, ya que de esta manera obtenemos energía para la jornada. En cambio, para cenar es mejor elegir un menú bajo en carbohidratos y que sea menos pesado.

Hay que tener en cuenta que, aunque las pautas de la crononutrición pueden tener efectos positivos, no siempre sirven para todas las personas. Al respecto, la especialista destaca que "no existe un enfoque único que funcione para todos, y es esencial adaptar la alimentación a las necesidades y preferencias individuales".

Así influyen los ritmos circadianos en la alimentación

Estos patrones biológicos tienen un ciclo de 24 horas y ejercen cierta influencia en la temperatura del cuerpo, la segregación de hormonas y el sueño, entre otras funciones fisiológicas. La especialista añade que "la alimentación puede influir en estos ritmos y, a su vez, los ritmos circadianos pueden afectar a cómo el cuerpo procesa los alimentos".

La hora de la cena importaLa hora de la cena importa

Por un lado, los ritmos circadianos pueden afectar a la velocidad de la digestión y al metabolismo. Este último se encuentra más activo por la mañana, por lo que se puede favorecer el gasto de calorías y la asimilación de nutrientes.

También se ha comprobado que la sensibilidad a la insulina puede sufrir variaciones a lo largo de las 24 horas. Esta hormona encargada de regular los niveles de azúcar en sangre suele ser más alta por el día y más baja por la noche.

Igualmente, los patrones del apetito y la saciedad también pueden verse influenciados por los ritmos circadianos. "Por ejemplo, es posible que sientas más hambre durante el día y menos por la noche", matiza la especialista.

Otro efecto de los ritmos circadianos es la regulación de la leptina y la grelina, que son hormonas digestivas con un papel importante en las ganas de comer y la saciedad.

En resumen, la estrategia de la crononutrición quiere utilizar estos cambios naturales en el metabolismo y la digestión para obtener el mejor resultado en la alimentación. La especialista subraya que "comer en sincronía con estos ritmos naturales puede favorecer un mejor metabolismo de los alimentos".

Eso sí, no conviene olvidar que tan vital es el horario de las comidas como elegir alimentos variados de calidad. En definitiva, no solo importa lo que comemos sino también cuándo lo hacemos.

Cenar pronto o tarde, ¿qué es más recomendable?

La hora de la cena debe ser temprano porque por la noche realizamos el llamado ayuno nocturno, hasta la primera comida del día siguiente. El principal beneficio de esto es que ayuda a mantener un metabolismo saludable. Pero, si cenamos muy tarde, este proceso se puede parar y causar un efecto negativo en el manejo de la glucosa.

Hay que tener en cuenta que la sensibilidad a la insulina es más baja por la noche. Por eso, lo ideal es que las cenas no sean ricas en carbohidratos, ya que esto podría provocar que el cuerpo no regulase la glucosa de forma eficiente.

Otro consejo nutricional para la cena es cuidar el aporte calórico. En este sentido, la especialista detalla que "algunos estudios sugieren que consumir una mayor proporción de calorías durante la noche puede estar asociado con una peor regulación de la glucosa y un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2".

Horarios de las comidas y diabetes de tipo 2, ¿relacionados?

Pueden contribuir en la aparición o el manejo de esta enfermedad. No obstante, la nutricionista subraya que "la relación entre el momento de las comidas y la diabetes tipo 2 es un campo de investigación en evolución y hay muchos factores que influyen en el riesgo de desarrollar esta enfermedad, como la calidad de la dieta, el nivel de actividad física, la genética y otros factores de estilo de vida".

Etiquetas