Con la alegría de las vacaciones escolares llegan también algunos problemas asociados a esta época, que afectan de manera muy especial a los niños y que son consecuencia de las altas temperaturas, los cambios de horarios, de hábitos alimenticios y de sueño, el uso de piscinas, la exposición al sol y los viajes. Hemos hablado con Manuel Ramón Baca Cots, jefe de Pediatría del Hospital Quirónsalud MálagaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, quien nos ha ofrecido una serie de recomendaciones para estar precavidos ante estos percances veraniegos.

Golpes de calor

Los niños y los bebés se ven más afectados por las subidas de las temperaturas, por lo que hay que prestar una mayor atención a su correcta hidratación. Hay que tener en cuenta que la proporción de agua del organismo infantil es mayor que la del adulto, por lo que es muy importante reponer los líquidos perdidos en la sudoración. Para asegurarnos, es mejor ofrecerle agua aunque no la pida o no se sienta sediento.

Precauciones ante la exposición solar

Además de evitar las horas de mayor exposición, es decir, entre las 12 y las 17 horas, el especialista nos recomienda las siguientes medidas preventivas:

  • Aplicar cremas protectoras media hora antes de la exposición al sol
  • Usar gafas de sol de calidad que eviten el impacto solar en la vista
  • Llevar gorras o sombreros para proteger la cabeza
  • Evitar los baños, juegos y deportes en las horas centrales del día
  • Beber agua frecuentemente
  • Refrescar el coche antes de cogerlo, en caso de haber estado estacionado al sol y haberse recalentado

A salvo en piscina y playa

Dado que en verano es frecuente que los niños se bañen en la playa o en la piscina, es necesario extremar la vigilancia a los niños. Es imprescindible mantenerlos a la vista en todo momento ya que un simple descuido puede acabar en desgracia y, aunque nos cueste creerlo, todos los años se producen ahogamientos infantiles. Y no solo es cuestión de que sepan nadar, sino también de prestar mucha atención a los accidentes que se pueden producir al tirarse de cabeza (ellos u otros niños al caer sobre los nuestros) o al correr cerca del bordillo.

Precaución en el deporte de niños en verano

Otro problema asociado a los baños son las otitis, que se pueden prevenir manteniendo los oídos lo más secos posible. Y, muy importante: no introducir bastoncitos ni otros elementos.

También los hongos son típicos del verano, para los que se aconseja secar bien los pies después del baño y mantenerlos hidratados.

Finalmente, el uso de bañadores, que permanecen mojados en contacto con los genitales, puede favorecer la aparición de infecciones vaginales, que se pueden prevenir cambiando el bañador a los niños por uno seco en cuanto salgan del agua.

Deporte con precaución

Está claro que la práctica de deporte siempre es recomendable, pero en esta época hay que tener cuidado con la hora a la que se hace. Como ya hemos dicho, es importante realizarlo en las primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, cuando la incidencia de los rayos solares es menor.

Precauciones con los niños en verano

Evitar los cortes de digestión

Para prevenirlos es recomendable no bañarse en agua que esté a una temperatura muy baja justo después de comer, sobre todo si la comida ha sido fuerte o abundante.

Saber elegir ropa y calzado

Muchos problemas vienen a raíz del uso de un calzado inadecuado durante el verano. Para la playa o piscina sí es recomendable el empleo de chanclas que mantengan el pie aireado, pero sin embargo para el campo es mejor llevar unas buenas zapatillas que sujeten el pie.

En cuanto a la ropa, es aconsejable la ropa clara, ligera y de tejidos transpirables.

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