Aunque año tras año los especialistas insisten en las medidas de protección imprescindibles para prevenir el cáncer de piel, lo cierto es que se sigue observando un progresivo y preocupante aumento de los casos de melanoma. El doctor Miguel Lova Navarro, dermatólogo del Hospital Quirónsalud MurciaEste enlace se abrirá en una ventana nueva, ha aprovechado este momento en el que todos estamos más expuestos a los rayos de sol y sus efectos nocivos para insistir en la importancia de la protección para evitar problemas realmente graves.

Decálogo para evitar el cáncer de piel o melanoma

  1. Aplicar protector solar antes de la exposición y renovarlo frecuentemente, sobre todo si se está en la playa o en la piscina, también después de cada baño. Aunque muchas marcas incluyen en sus indicaciones que son "resistentes al agua", en realidad debemos ser precavidos y ponernos crema al secarnos.
  2. Evitar las horas de mayor intensidad: la exposición al sol debe ser progresiva y se debe evitar entre las 12 y las 16 horas. En ese periodo los rayos solares caen de una forma directa sobre nosotros y son por tanto más perjudiciales. La única protección posible es la sombra total.Prevenir el cáncer de pielPrevenir el cáncer de piel
  3. No exponer a los menores de tres años al sol directo y, en las horas de menor incidencia solar, protegerles con un factor elevado. Su piel es aún muy delicada y los daños causados por el sol podrían permanecer para el resto de sus vidas.
  4. Utilizar protección en actividades al aire libre, cuando también se pueden provocar quemaduras: paseos tanto a pie como en bici, deportes de exterior o aperitivos en terrazas.
  5. No bajar la guardia en situaciones que den menor sensación de calor, como la nubosidad, el viento fresco, la altitud o las superficies reflectoras tipo arena, nieve, hierba o agua.
  6. Protegerse con gafas de sol, gorra y ropa seca. Las gafas deben tener cristales homologados capaces de filtrar los rayos UVA y UVB. También hay que tener en cuenta que la ropa mojada deja pasar los rayos UV, por lo que de nada servirá proteger a un niño con una camiseta empapada.
  7. Secarse después de cada baño. Las gotas de agua ejercen un efecto lupa que favorece las quemaduras solares y disminuye la eficacia de los protectores solares.
  8. Beber agua en abundancia y frecuentemente, ya que el sol deshidrata el organismo.
  9. Evitar las sesiones bronceadoras con rayos UVA. Pueden contribuir a la aparición de cánceres cutáneos y aceleran el envejecimiento de la piel.
  10. Revisar pecas y lunares, y si se advierte la aparición de uno nuevo, o alguno cambia de forma, tamaño o color, acudir al dermatólogo.
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